Ajuste en el Conicet: "En nuestra zona un recorte es doblemente grave porque somos menos"

Casi 500 (489) científicos altamente calificados, con ocho años de formación promedio perdieron las posibilidades de seguir investigando en el Conicet. Son parte de los 874 aspirantes que aprobaron una convocatoria mayor de 1.526 y que por falta de presupuesto permitió el ingreso de solamente 385.

“El Conicet tiene 23.500 agentes en el país, entre investigadores, personal de apoyo, administrativos y becarios; en nuestra zona un recorte es doblemente grave porque somos menos”, contextualiza Marisa Censabella.  

La docente del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI) explicó a NORTE que con 600 perfiles el NEA es “una de las regiones con hay menor desarrollo de la investigación científica, entonces cuando hay una reducción presupuestaria, la afectación es enorme”.

Las proporciones

En 2015 entraron 943 becarios, eran parte de una tendencia que el plan Argentina Innovadora 2020 preveía crecer un 10% anual. Para este año se esperaba una proporción similar pero después de aprobado el Presupuesto, el directorio del Conicet decidió que entraría menos de la mitad.

Si se analiza por provincia, los datos son más contrastantes: de los nueve ingresantes de este año solamente dos son del Chaco, cuando hace tres años eran ocho a diez. Pese a que hay menos unidades ejecutoras en la provincia, si se compara por ejemplo con Corrientes, todas forman parte de la misma zona de influencia. 

La protesta local se hizo visible en las redes sociales con un  pronunciamiento y en medios de comunicación para alertar y pedir respaldo social. “La decisión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, refuerza la condición periférica y marginal de la ciencia regional”, señalan en un párrafo.

Otro de los argumentos señala que para que el 56% de las investigaciones continúen se necesitan 200 millones, “la economía del país no se salva con ese ahorro y sí se va a perder una formación de años”, se compara.

Lavar platos

Censabella trae recuerdos poco felices: “Así como en los 90 nos mandaron a lavar los platos y aunque ahora el discurso no es tan burdo, la política es la misma, de reducción del presupuesto”. 

Una de las promesas de campaña del presidente Mauricio Macri fue continuar una política científica a la que consideraba exitosa, pero con la reducción presupuestaria que se anunció este mes la decisión “no tiene sentido, es suicida”, dice.  

El rechazo al recorte nacional para la ciencia y tecnología recogió adhesiones en varios sectores especialmente por la disminución a la carrera de los investigadores.

Las protestas continúan en busca de movilizar y revertir la medida. Además de la toma en Capital Federal, en los últimos días se sucedieron las manifestaciones en La Plata y Rosario, entre otras ciudades.

“El sistema científico y las universidades públicas deben ser defendidas, porque en su trabajo articulado reside una de las claves para el crecimiento de nuestro país. Los embates sufridos en 2016 a causa de las políticas implementadas por el gobierno nacional no pueden ser tolerados y disfrazados de problemas secundarios”, reza una parte del pronunciamiento colectivo.

“Los trabajadores de la ciencia y la educación entendemos que la coyuntura que atravesamos exige superar el silencio cómplice y adoptar un posicionamiento claro en contra del ajuste”, plantean.

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