El PRO ajusta el engranaje

El PRO ajusta el engranaje

Con la victoria en la Ciudad y en la Provincia, más una posible en Nación, el PRO comenzó a aceitar el engranaje Para la confección de los diferentes “equipos”. Por ahora, la pelea es para ver quién se va del territorio porteño. Todos aguardan el llamado de Mauricio.

Desde las elecciones del domingo 25 de octubre en Cambiemos se respira un ambiente de puro jolgorio; el seno del PRO no es la excepción. La victoria en la provincia de Buenos Aires, en donde a partir del 10 de diciembre la actual vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal, tomará las riendas de la Gobernación, sumado a la posibilidad de que Mauricio Macri sea presidente, desactivaron la gran bomba que había: que la Ciudad se convirtiese en la única receptora.

Con parte de esta situación solucionada, el jefe de gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, festejó por triplicado y se sumó de lleno a la puesta en marcha del engranaje del PRO para la confección de los tres equipos que, de ganar Macri, tendrán la tarea de articular Nación, Provincia y Ciudad.

 

El jefe de Gabinete no tendrá que entregar espacios y podrá encarar la renovación que prometió durante la campaña. Pero no sólo eso. Como consecuencia de la disputa electoral con la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica en territorio porteño, esos dos partidos conformaron junto al socialismo la alianza ECO, el Gabinete de Rodríguez Larreta será el más puro de los tres. “Se les va a cobrar a ECO el sudor que nos ocasionó en julio”, explicaron desde su entorno.

No así lo que sucederá en Provincia y en un eventual equipo nacional. Vidal cederá varios lugares. Como Rodríguez Larreta, ella también apunta a crear el vidalismo en la Provincia.

El primer cónclave entre los tres se desarrolló, café de por medio, el martes. Allí comenzaron a ponerse las pautas de quiénes serán los posibles ministros en cada uno de los distritos, pero con una certeza: todo depende de lo que suceda el 22 de noviembre.

El actual Jefe de gobierno ya tiene en mente quiénes serán los funcionarios que lo acompañarán en un eventual Gabinete nacional. Son nombres que “no se negocian”. La prioridad la tiene él. No obstante ello, su equipo, que ya estaría definido en un 80%, podría migrar a la Provincia de recibir un cachetazo en el balotaje. “Por ahora estamos todos en la expectativa. Ambos son un desafío muy importante”, explicó un ministro porteño.

Si bien las primeras líneas ya se encuentran definidas, en las segundas y terceras es en donde habrá que hilar más fino, según reconocen en Uspallata. Aquí es donde entró en juego el think tank preferido por el macrismo, la Fundación Pensar. Según pudo saber Qué, hace un año y medio que en dicha institución se realiza un proceso de selección y scouting de posibles funcionarios.

 

“La mecánica es que se toma un cargo y se piensa en la persona más capacitada para ejercerlo. Si dentro del espacio no se encuentra alguien adecuado, comienza a buscarse por afuera”, explicó el legislador porteño y director académico de Pensar, Iván Petrella.

Dentro de los outsiders se encuentran, por ejemplo el ex presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, quien se retiró de la petrolera de origen holandés en junio de este año, y el ex candidato a intendente en Capitán Sarmiento, el también petrolero Javier Iguacel. Ambos suenan con fuerza para ocupar la secretaría de Energía y ser el CEO de YPF, respectivamente.

“Mauricio sostiene que tiene que haber una apertura por parte del PRO para recibir a diversos sectores, y eso hacemos en Pensar”, remarcó Petrella.

En la Ciudad, mientras tanto, y aunque contra las indicaciones de Macri, festejan. “¿Sabés lo que se puede llegar a realizar con la articulación de las tres jurisdicciones? De sólo pensarlo se me genera una emoción tremenda”, explicó uno de los hombres de mayor confianza que tiene Rodríguez Larreta.

Esa sensación se transmite en todo los pasillos de Casa de Gobierno, como en otras dependencias del Ejecutivo porteño. Muchos señalan como el gran responsable del estado de ánimo al secretario de Gobierno, mano derecha de Macri y su jefe de campaña, Marcos Peña. Luego de los primeros sondeos después del escándalo del NiembroGate, que evidenciaban un presunto triunfo en primera vuelta de candidato del kirchnerismo, Daniel Scioli, el temor principal de varios de los dirigentes de segunda y tercera línea era qué iba a suceder con sus respectivos trabajos. Peña, en varias reuniones multitudinarias que se armaron para palear la situación, fue contundente: “Nadie se queda afuera. La Ciudad los alberga a todos”.

Esas palabras calaron hondo. “Con eso nos dio tranquilidad y mucha más fuerza para encarar el tramo final de la campaña”, sostuvo una fuente que estuvo presente en tales reuniones.

En lo que respecta a los candidatos que estaban como favoritos en varios municipios bonaerenses, se les prometió ayuda financiera durante los primeros cuatro meses de su gestión.

El salto no será exclusivo de ministros y funcionarios de las diferentes carteras. La Legislatura porteña y las Juntas Comunales también verían partir a varios de sus integrantes. Lo mismo, aunque en menor medida, ocurriría en el Congreso Nacional. “Hay que tener en cuenta que de un plumazo tenemos que completar, entre Nación, Provincia y Ciudad cerca de 16.000 cargos o más”, recordó uno de los dirigentes macristas encargados de las negociaciones, que se siente victorioso aún cuando el resultado del balotaje es incierto.

Dentro del bloque actual de Unión PRO, hay dos diputados que tienen las mayores chances de emigrar hacia un cargo ejecutivo. El primero de ellos es Jorge Triaca. El historial del dirigente sindical, su difunto padre, le proporcionó un apellido que “se respeta” dentro del mundo gremial. Esa condición, que ya utilizó al ser el nexo en varias ocasiones entre el macrismo y los sindicatos, lo posiciona como uno de los que pujan para ocupar el ministerio de Trabajo, de ser electo Macri presidente.

La segunda, Cornelia Schmitd Liermann, quien por su experiencia diplomática estuvo destinada dos veces a Alemania, es tanteada para ocupar alguna de las cinco secretarías de Cancillería que se piensan crear o volver a enviarla a dicho país pero en carácter de embajadora. Ella, por ahora, prefiere quedarse aquí.

Los comuneros también se anotaron. “Yo estoy a disposición de Mauricio. Donde diga que voy a estar, iré”, adelantó uno de los jefes comunales más importantes y con más llegada a Rodríguez Larreta. Durante el armado de las 30 listas, la que presentó el Jefe de Gabinete y la que confeccionó la senadora nacional, ex precandidata a jefa de Gobierno y actual compañera de fórmula de Macri, Gabriela Michetti, tuvieron un toque particular. Muchos de los que ocupaban los últimos puestos aceptaron tal situación debido a que especulaban con la migración de varios. De esa forma, apostaron a entrar en la Junta Comunal. Hubo de todo. Algunos, en particular en las Comunas más puras del PRO, como la 2, la 13 y la 14, están encaminados a lograr su objetivo. Otros quedaron lejos, ya sea por acuerdos a último momento o falta de votos.

Dos saltos desde la Comuna hasta Uspallata son considerados como “lógicos”. Uno es el del presidente de la Comuna 2 (Recoleta), Facundo Carrillo, y el otro es su par de la 14, Maximiliano Corach.

“Facu siempre se caracterizó por decir, ‘yo espero’ cada vez que le decíamos que tenía que ser candidato a legislador para empezar a levantar el perfil. Pero se quedó donde estaba y se posicionó. Desde las PASO porteñas hasta las elecciones del 26, el caudal de votos en Recoleta fue en aumento, y se trata de un votante que siempre nos exige más”, reflexionó una fuente de Uspallata. Ambos estarían, por decantación, en carrera para ocupar la secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, pero por ahora lo niegan.

En la Legislatura la situación es similar. Al menos dos legisladores ya tienen destino ejecutivo. El jefe de campaña en la Provincia y mano derecha de Vidal, Federico Salvai, dejará Perú 160 para arribar a la Gobernación bonaerense. El es el único que tiene su lugar ya asegurado en el Gabinete. Otro de los que se encuentra en una situación similar es el vicepresidente primero, Cristian Ritondo, que suena, con fuerza, como posible ministro de Seguridad.

Los grandes perdedores en este movimiento son quienes ingresarán al recinto a partir del 10 de diciembre. La orden para ello fue clara, salvo excepciones ante una situación especial, todos deberán asumir. Esto no sorprendió, ya que Rodríguez Larreta fue el principal armador de la lista de legisladores.

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