Ajenas al ruido político, las urgencias de las provincias son económicas

Ajenas al ruido político, las urgencias de las provincias son económicas

Los gobernadores peronistas del interior siguen de lejos los chispazos en el Frente de Todos. Les preocupa más la posible baja del IFE.

 

La urgencia es otra. Alberto Fernández charló esta semana -como lo hace de manera periódica- con varios gobernadores oficialistas y opositores. En medio de los chispazos políticos, la agenda con los jefes territoriales fue mundana: fondos, cuarentena y, sobre todo, post pandemia.

Ajeno a los ruidos del planeta FdT, amplificados por la decisión presidencial de dar "dar esas discusiones en público" según la definición de un ministro, el peronismo del interior se mueve con otras pulsiones.

 

Ese dispositivo se activó, por caso, cuando el gobierno anunció que el IFE 3 solo se pagaría en los territorios con cuarentena estricta, es decir AMBA, Chaco y algunos lugares de la Patagonia.

En bloque, desde el santiagueño Gerardo Zamora, al salteño Gustavo Saenz y el jujeño Gerardo Morales, además de Juan Schiaretti en Córdoba, salieron a pedir que el programa continúe. Fernández atendió el reclamo y confirmó que el IFE agosto se pagará en todo el país.

Así como en las charlas de Fernández con los gobernadores, según lo que reconstruyó Clarín, no hubo referencias a los episodios de estos días, dos mandatarios minimizaron ante este diario que el ruido de estos días en el FdT.

"Entre nosotros nadie habló de esos temas. Lo que nos preocupa es que haya planes, como viene la recaudación, y que Nación nos ayude a no atrasarnos con los sueldos", le dijo a Clarin un mandatario oficialista.

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En los grupos de Whatsapp de los gobernadores, uno donde están todos -ahora bastante inactivo- y otros por región, apenas se mencionaron los episodios del llamado "fuego amigo".

Los contactos, que no operan via Fernández, son con Santiago Cafiero o con Eduardo "Wado" De Pedro, a los que se suma Gabriel Katopodis, y todos tienen la matriz de la pandemia.

El presidente y sus ministros escuchan otro tipo de quejas. Por las demoras en algunas políticas y hay, un clásico, objeciones sobre los nombres de algunas carteras nacionales. El reproche más frecuente es que el gobierno parece muy enfocado en el AMBA.

Cafiero, uno de los interlocutores con los gobernadores, suele responder esas menciones con el argumento de que la crisis es peor en el conurbano y lo atribuye a la pandemia. Repite, de hecho, una frase: "Alberto no quiere ser el presidente del AMBA".

Entre las cuestiones que Fernández centralizó, desde antes de ser candidato y presidente, está el diálogo con los gobernadores. Fue su tarea como armador y fue, luego, su primer movimiento para ensanchar el universo del FdT.

Eso se mantiene y Cristina Kirchner casi no tiene relación directa, mucho menos fluida, con los gobernadores. Desde el Congreso, Máximo Kirchner construyó relaciones con algunos mandatarios pero el vinculo sigue orbita en torno al presidente.

El fin de semana, Olivos fue un desfile de ministros: Cafiero, De Pedro, Martín Guzmán -que estuvo, además, el viernes para una nota de Fernández con el Financial Times- y Gustavo Béliz, entre otros con menú de programa post pandemia que tendrá un perfil regional y que será el próximo paso de los contactos entre el presidente y los gobernadores.

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