Ajedrez PJ: Massa envía tropa a escenificar una foto pactista

Ajedrez PJ: Massa envía tropa a escenificar una foto pactista

En San Vicente, histórica quinta peronista, confluyen dirigentes de todo el PJ bonaerense, primera foto de un ensayo de unidad. Límites y mensajes.

Una efeméride, a 42 años de la muerte de Juan Domingo Perón, ofrecerá este mediodía la atmósfera para un mensaje político potente. Tras romper con el PJ, armar un partido que los combatió en las urnas, Sergio Massa hará, vía intermediarios, un gesto de caballerosidad con el peronismo post-K.

Sebastián Galmarini, senador provincial del FR y cuñado del tigrense, encabezará una comitiva massista que, invitada por Fernando Espinoza, jefe del PJ bonaerense, estará en el acto por el aniversario del fallecimiento de Perón en la quinta de San Vicente.

Será, en el lenguaje de los símbolos, la postal de un pacto panperonista que intenta tomar volumen. Nunca se rompió el diálogo entre Massa y los principales caciques del PJ pero no hubo, tampoco, más allá de fotos "sociales" aquí y allá, un episodio como el que hoy, sin que sea más que un guiño, montarán a todos los clanes del PJ post-K y, además, al massismo.

Espinoza rastreó a Massa para invitarlo. El diputado se excusó porque tenía agendado un viaje a Pedro Luro, en el partido de Villarino, el sur patagónico de Buenos Aires donde gobierna Carlos Bevilacqua, un alcalde que reporta a Massa. Es hermano de Gustavo, exintendente de Bahía Blanca y actual diputado nacional del Frente Renovador.

Pero el caminito del acercamiento fue platense. Daniel Barrera, senador espinocista, convocó a Galmarini, éste consultó a Massa y así creció la ola hasta que, anoche, hablaban de un contingente massista del que, además de Galmarini, participarían los legisladores Jorge D'Onofrio, Rubén Eslaimann y Horacio Alonso y dirigentes territoriales.

Algo así como un massismo sin Massa, massismo por delegación. Cuando desde su entorno lo sondearon sobre ir o no al acto, el jefe del FR tuvo una respuesta brava. "Esta bien que los peronistas vayan, pero no hay acuerdos sin beneficio de inventario. Ya nos fuimos, los enfrentamos, les ganamos y perdimos, que de los chorros se hagan cargo ellos", les dijo a los suyos.

Se sobrentiende que la parrafada remite al caso de José López y a la mancha venenosa que el exsecretario derramó con el escándalo de las bolsas de dólares en el convento de General Rodríguez. Aquel hecho precipitó la crisis interna entre peronistas y kirchneristas que conviven en el FpV, en medio del caos, amplificó la fantasía unionista.

La invitación de Espinoza no es un antojo ni un azar. Diez días atrás, el jefe del PJ reunió a caciques bonaerenses para discutuir un esquema de diálogo con todas las tribus del PJ para armar una mesa de negociación que discute un compromiso político sin hablar de candidaturas.

Eso que empezó a sondearse hace 10 días pegó ayer un estirón durante un juntada entre Martín Insaurralde y Juan Zabaleta (del G-12), los Mussi, Patricio y Juan José, y el eje FAM que ordenan Alberto Descalzo y Julio Pereyra. Según la lista de buena fe de asistentes para hoy, la foto de familia unirá a todos los clanes: de los alcaldes del conurbano a algunos camporistas, además del PJ clásico y territoriales como Mussi y Francisco "Paco" Durañona, que mayor identidad kirchnerista.

Estarán, además, dirigentes que reportan a Florencio Randazzo y otros que forman parte del esquema de Julián Domínguez, y exalcaldes como Humberto Zúccaro (Pilar) y Francisco "Barba" Gutiérrez (Quilmes), junto a jefes comunales como Leo Nardini (Malvinas), Gustavo Menéndez (Merlo), Walter Festa (Moreno), Insaurralde y Verónica Magario (Matanza).

El affaire López fue una bomba sucia que podría dejar sin candidatos al peronismo. La postulación de Cristina de Kirchner pareció sufrir una tiro final, la de Daniel Scioli quedó en stand by -mientras el exgobernador dice podría ser si hay unidad- y la de Florencio Randazzo está, más que nunca, bajo observación.

En Tigre deslizan, incluso, que el propio Massa podría decidir no jugar en 2017 en la carrera por la senaduría. Suena extraña la referencia, pero el diputado la compartió con gente de su bloque a los que les planteó, incluso, dos nombres: Margarita Stolbizer como senadora, Malena Galmarini como primera diputada. Expertos en marketing, los massistas hablan de la fórmula "ma-má, por Margarita y Malena.

Son, claro, ejercicios de adivinación porque Massa encabeza todas las encuestas de intención de voto y aparece en el podio en los sondeos de dirigentes con mejor imagen. Lo que tiene de intrigante la elección de 2017 es la presencia de Elisa Carrió como potencial candidata, una de esas figuras con las que nadie se quiere enfrentar en campaña.

La fantasía de un peronismo unido, alineado detrás de una sola oferta electoral, es la pesadilla del PRO que apuesta a la diversificación del peronismo en varias ventanillas electorales aunque eso tiene otro riesgo: que la elección repita el escenario de 1985, elección en la que el peronismo bonaerense fue dividido (PJ de herminio Iglesias y Frente Renovador de Antonio Cafiero) y ganó la UCR aunque, en la sumatoria de los peronismos superó al radicalismo, lo que funcionó como un incentivo para la unidad. En 1987, el PJ ganó la gobernación.

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