En el gobierno de María Eugenia Vidal intentan levantar la imagen de Florencio Randazzo para empezar a equilibrar su extrema dependencia de Sergio Massa, hoy una especia de garante de la gobernabilidad de la provincia.

Según pudo saber LPO, en cada reunión que los ministros de Vidal mantienen con intendentes o referentes del peronismo no dudan en expresarles su “preocupación” por la imagen del ex ministro de Cristina Kirchner.

 

 

 

“Nos preocupa el vuelo que puede tomar Randazzo”. “El flaco mide bien. Incluso más que Scioli”. “Se lo ve muy sólido”. Esas son algunas de las expresiones del entorno de Vidal que dejan caer, en una clara operación para inflar al hombre de Chivilcoy y condicionar a Massa.

La idea es dividir el voto peronista en las legislativas del año próximo, así aumentan las chances de Cambiemos de ganar la provincia y se quedan con dos bancas al Senado, que necesitan como el agua.

 

 

 

La idea es hacer crecer su perfil de manera tal que en las legislativas del año próximo se divida el voto peronista y Cambiemos tenga chances de ganar la provincia y quedarse con dos bancas del senado nacional, que necesitan como agua. Por eso, trabajan para potenciar al ex ministro y uno de los mecanismos es potenciar también a sus espadas en la Legislatura.

No es el primer gesto que tienen con el ex ministro del interior y Transporte de Cristina Kirchner. Su sucesor Guillermo Dietrich lo trata con guantes de seda y jamás se le ocurrió revisar los polémicos contratos de compra de vagones a China u otros irregularidades de la gestión randazzista. Incluso, lo invitó a compartir con Macri la inauguración del primer tramo de la electrificación del Roca.

 

Entre lo poco que le quedó a Randazzo después del desplante que sufrió en 2015 cuando Cristina bendijo la lista Scioli-Zannini, desde Cambiemos en la Legislatura bonaerense levantan al diputado Andrés Quinteros. Legisladores cercanos a Vidal no dudan en considerarlo como “la revelación” durante la negociación por el presupuesto. Si Quinteros buscaba notoriedad, la encontró hace pocos días cuando se fue a las manos con Aníbal Regueiro en el despacho de Marcelo Feliú (otro randazzista).

Inflar a Randazzo igual no resulta sencillo: El ex ministro sigue lleno de bronca por lo que considera una traición de Cristina, Scioli, La Cámpora y buena parte del peronismo y cada vez que se junta con intendentes, los encuentros terminan mal.

 

 

 

Pero inflar a Randazzo no parece fácil. En las últimas semanas, el ex ministro mantuvo algunos encuentros con intendentes del Conurbano. Según pudo saber LPO, esas reuniones comenzaron bien, distentidas y con planes a futuro, pero con el correr de la conversación parece que Randazzo no puede dejar de manifestar su furia por lo que vivió en el último cierre de listas y por la derrota electoral del peronismo.

 

 

 

A quien más cuestiona es a Cristina Kirchner. Le sigue La Cámpora, Scioli y Zannini. Pero parece que el Flaco llega a punto tal que termina cuestionando a los propios intendentes que están sentados a su lado, en la misma mesa. “¡Ustedes también me traicionaron!”, les reprocha.

 

 

 

Las discusiones son calientes e incluso, algunos intendentes incluso le plantearon que tiene que resolver sus problemas emocionales si quiere ser candidato el próximo año.