Ahora el Rectorado vuelve a las rejas perimetrales

Ya instalaron las que dan a la avenida 7 y en un mes completan las que miran a 47 

Como aquel edificio fundacional que comenzó a construirse en 1883 para ser destinado al Banco Hipotecario Provincial, el emblemático inmueble que ocupa desde 1905 la Universidad Nacional de La Plata vuelve a tener rejas que miran hacia avenida 7. En febrero se completará la obra con la extensión del enrejado por calle 47. Son rejas de hierro macizo, con una altura de 3,50 metros, paños de 4,50 y columnas reforzadas. “El enrejado del edificio tiene como objetivo optimizar el uso del espacio público para fines relacionados con la casa de altos estudios, así como su preservación y la de los jardines circundantes”, explicó el vicepresidente institucional Fernando Tauber, quien destacó que “la obra fue realizada íntegramente por personal no docente” de la UNLP. una rica historia Diseñado por los arquitectos italianos Juan Antonio Buschiazzo y Luis A. Viglione, los mismos que proyectaron el Banco de la Provincia, de similares características y ubicado en la manzana contigua, el edificio del Rectorado nació para que lo ocupe -como se dijo- el Banco Hipotecario de la Provincia. Es que la planificación de La Plata contempló un eje transversal sobre avenida 7 apuntalado por una zona bancaria. Los trabajos preliminares comenzaron en diciembre de 1882, y la construcción propiamente dicha del espléndido edificio, en febrero de 1883. Nació con la Ciudad. Buschiazzo y Viglione lo diseñaron siguiendo el estilo del renacimiento italiano, con el añadido de techumbre de mansardas (ventanas colocadas sobre la cubierta con el fin de proporcionar luz y ventilación). Utilizaron el orden dórico (el más primitivo y simple de los órdenes arquitectónicos clásicos) en el tramo de fachada correspondiente a la planta baja, y el jónico (más esbelto y airoso) a nivel del piso superior. Dañado por el terrible temporal del 20 de septiembre de 1883, el inmueble fue habilitado en abril de 1884, y el 1º de mayo comenzó a ser utilizado como sede provisoria de la Suprema Corte de Justicia. El hecho es que el Hipotecario Provincial nunca llegó a regularizar su desenvolvimiento, y la grave crisis financiera de 1890 lo llevó a la quiebra. Siete años más tarde, parte de sus instalaciones comenzaron a ser utilizadas por la Universidad de La Plata, por entonces dependiente del Estado bonaerense. Hasta que en 1905, luego de la nacionalización de la casa de altos estudios, el edificio fue cedido a la Nación junto con el Museo de Ciencias Naturales, el Observatorio, la entonces facultad de Agronomía y Veterinaria, la Escuela Práctica de Santa Catalina, el Instituto de Artes y Oficios, el terreno donde posteriormente se levantó el Colegio Nacional y la Escuela Normal, entre otras propiedades. casi lo demuelen La construcción, patrimonio arquitectónico y cultural, estuvo a punto de ser demolida. Cuando la dictadura de Onganía estaba en su apogeo, nació el edificio conocido como “Tres facultades”, que supo albergar a Ciencias Económicas, Humanidades y Derecho y, mucho después, a Psicología. El proyecto germinó hacia fines de los ‘60, y más allá de la polémica sobre su inspiración -entre quienes dicen que fue una estructura carcelaria y los que sostienen que fue una corriente en boga por aquel tiempo llamada brutalismo-, lo que nadie niega es que la idea original contemplaba la demolición del edificio del Rectorado. Y explican porqué no se concretó esa barbaridad. “En la gestión de ese tiempo de la Universidad había un arquitecto que era miembro de organizaciones internacionales de preservación, y les advirtió a las autoridades que estaba considerado monumento público”. Se salvó por poco. Y hoy re-estrena enrejado.

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