Ahora es Nación quien busca una tarifa especial para olivícolas

Ahora es Nación quien busca una tarifa especial para olivícolas

 Se aplicaría para la energía de riego artificial. La Rioja y Catamarca aportan el 60% de la producción nacional.

Desde el Ministerio de Agroindustria se estudia la posibilidad de aplicar una tarifa especial para la energía aplicada al riego artificial como forma de dar mayor competitividad a la olivicultura y a otros cultivos que tienen en el costo de la electricidad un problema coyuntural para la continuidad y el desarrollo de sus actividades productivas.

“La olivicultura tiene en el costo de la energía y del transporte dos problemas coyunturales sobre los que estamos trabajando, con el Ministerio de Energía y el de Agroindustria, analizando la posibilidad de aplicar una tarifa de riego”, definió Luis María Urriza, subsecretario de Agricultura de la Nación en diálogo con el portal Télam.

“Los problemas coyunturales de la olivicultura se dividen en dos: los coyunturales y los estructurales”, expresó Urriza, ubicando a la energía y el transporte entre los aspectos que requieren mayor urgencia en la atención de las políticas públicas para evitar pérdidas de cultivos y para sumar competitividad a las unidades económicas en actividad.

La olivicultura “es una cadena que está con problemas. Pero hay problemas más coyunturales y problemas más estructurales. Nosotros queremos trabajar y tenemos cosas para hacer en lo más estructural, pero no podemos desatender la coyuntura”, explicó el funcionario.

“La coyuntura pasa básicamente por el aumento de costos. La situación en algunos aspectos ha mejorado frente al año pasado porque se acomodó un poco el tipo de cambio, pero eso por sí solo no es suficiente para que el sector sea competitivo”, sostuvo.

En su análisis, quedan algunos temas por resolver como es el aumento de los costos básicos entre los que que destacan como más importantes: “la energía para riego y el transporte son los dos puntos más serios de la coyuntura”, enfatizó.

“En el que estamos buscando soluciones más rápidamente, estamos haciendo propuestas a Energía y a Agroindustria para tener una tarifa de riego porque éste es un problema para el sector olivícola y para otros sectores también”, dijo.

La tarifa de riego podría beneficiar desde la olivicultura hasta la pampa húmeda, pero “donde más impacta el costo de la energía es en las economías regionales y en la olivicultura claramente”, dijo.

“En Pampa Húmeda también impacta, pero como los cereales se han acomodado más que las economías regionales y, en algunos casos el costo del transporte se diluyó un poco más”, relativizó, pero aclaró que “estamos trabajando y dando prioridad a las economías regionales dentro de esta tarifa para regantes”.

La Rioja y Catamarca aportan el 60% de la producción olivícola nacional, y junto a San Juan y Mendoza, son los principales productores.

Luego el olivo también se produce en Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Neuquén y Río Negro.

La cadena olivícola abastece el mercado interno pero es básicamente exportadora, volcando entre 80 y 90% de cada cosecha a la producción de aceite de oliva .

Hasta el 75% de la aceituna que queda destinada al consumo de mesa se dirige hacia los mercados internacionales.

“La cadena olivícola pasa por una difícil situación coyuntural, arrastrando muchos años de crisis, como muchas otras economías regionales”, remarca Urriza pero aclara que las medidas tomadas por este Gobierno han aportado competitividad pero aún no son suficientes.

“Se está trabajando en temas de coyuntura, como conseguir una tarifa eléctrica especial para producciones regionales bajo riego, intentando disminuir el alto impacto de la energía en el costo del cultivo, sobre todo en aquellas producciones que utilizan agua de perforaciones profundas, como La Rioja o Catamarca”, precisó.

Sin embargo, Urriza estima que “lo fundamental es resolver la competitividad estructural, comenzando por conseguir nuevos mercados, y sosteniendo los estándares de calidad”.

“Para esto se trabaja en forma conjunta entre Estado y privados en organismos como el COI, Consejo Olivícola Internacional, y agregando mayor valor en origen para bajar el impacto de los costos de logística”, añadió.

“Nuestra mirada de agregado de valor no se reduce a la integración vertical, sino que entendemos que se agrega valor desde la producción primaria, sobre todo en cultivos intensivos como el olivo, mejorando la calidad, la productividad, certificando el producto, incorporando marcas, etc”, señaló.Especificó que “la olivicultura es muy importante para el desarrollo de nuevas zonas de producción siendo el olivo, un cultivo que se ha adaptado a condiciones difíciles para otras producciones, motorizando el desarrollo de estas regiones”.

Instituto Nacional de Olivicultura

El senador nacional catamarqueño Dalmacio Mera (FV) presentó un proyecto de ley que propone la creación del Instituto Nacional de Olivicultura (INO), para que funcione en la ciudad de Catamarca. Entre algunas de sus funciones, deberá fomentar la comercialización de la actividad olivícola a nivel nacional y trabajar por el incremento del valor agregado a lo producido.

Según se desprende del articulado, el INO tendrá varias funciones, entre las que se destacan la realización de estudios medioambientales que garanticen la agricultura sostenible a largo plazo, fomentando productos eco-compatibles; la gestión de acciones para contribuir al desarrollo, fomento, especialización, comercialización y toda la actividad olivícola dentro del territorio nacional; fomentar la expansión de las exportaciones del aceite de oliva y aceitunas en conserva; incentivar la formación profesional y la protección de los pequeños y medianos productores, en conjunto con los trabajadores que se encuentren en relación bajo dependencia; lograr el incremento del valor agregado, promoviendo la certificación de calidad de los productos olivícolas argentinos; crear el Registro Nacional de Productores Olivícolas y diseñar un plan estratégico de producción.

Además, el INO deberá coordinar políticas de desarrollo junto al Consejo Oleícola Internacional y cooperar con el sector académico nacional e internacional para el desarrollo profesional olivícola.

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