El peronismo volvió a mostrarse unificado contra las políticas del gobierno nacional, aunque sin las facciones más cristinistas, tras haber cerrado filas para oponerse a la decisión de Mauricio Macri de declarar "movible" el feriado del 24 de marzo.

En una nueva expresión de voluntad de unidad de cara a las elecciones legislativas, una comitiva de dirigentes de los distintos espacios del peronismo provincial llegó a la cárcel de Alto Comedero donde se encuentra detenida desde hace trece meses la jefa de la Tupac Amaru, Milagro Sala.

La delegación estuvo compuesta por Fernando "Chino" Navarro y Leonardo Grosso del Movimiento Evita, Julián Domínguez del grupo El Establo, el diputado nacional Remo Carlotto y el ex intendente de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez, que es dirigente de la UOM e integra  la mesa de la CGT unificada. Además, viajaron a respaldar a la dirigente social los intendentes Gabriel Katopodis, del grupo Esmeralda y Verónica Magario del Fénix.

Tras el encuentro, ratificaron que en Jujuy “no hay Estado de Derecho” y exigieron al gobierno nacional cumplir con el reclamo de Naciones Unidas que ordenó la liberación inmediata de la diputada del Parlasur.

Además, los dirigentes del peronismo alertaron sobre la posibilidad que Jujuy sea “una suerte de laboratorio de lo que Mauricio Macri podría querer hacer a nivel nacional”.

El peronismo volvió a mostrarse unificado contra las políticas del gobierno nacional, aunque sin las facciones más cristinistas, tras haber cerrado filas para oponerse a la decisión de Mauricio Macri de declarar "movible" el feriado del 24 de marzo.

Además, este nuevo gesto de unidad se suma al cónclave que ayer sentó en la mesa del PJ a todos los sectores del peronismo, desde el Esmeralda hasta el Fenix, pasando por el Evita, Kolina y los intendentes del interior bonaerense; y a la cumbre que tiene fecha para el 18 de febrero en Santa Teresita.