Aguilar rompió el silencio y devuelve las llaves de los museos

El ex director de Cultura dio a conocer una carta en la que revela que quiso entregar al intendente las llaves de todos los museos y no obtuvo respuesta. Con duros términos José Luis Aguilar rescata parte de la historia que protagonizó con el Grupo Conservacionista de Fósiles y otros colaboradores para emplazar varias salas en la ciudad sobre las que pone en duda su destino. Sólo quedará bajo la administracion del Grupo Conservacionista de Fósiles el Museo Paleontológico que fue cedido por decisión del Concejo Deliberante.

La carta del ex Director de Cultura José Luis Aguilar es la primera comunicación que mantiene con la ciudadanía tras su intrincado alejamiento del cargo que ahora ocupa Leo Pascual. Cuenta pormenores hasta el momento no revelados y agradece a la gente que colaboró con su gestión.

En el comunicado remitido a La Opinión de manera completa, apunta también a las acusaciones que se le hicieron por la adminsitración de las entradas a los distintos museos y apunta de lleno a la actual gestión de Fabio Giovanettoni por la falta de respaldo a su tarea. El Grupo Conservacionista de Fósiles seguirá al frente del Museo Palontológico.

El texto completo:

A todos los sampedrinos que acompañaron mi trabajo…

En estos días, quiero entregar las llaves, que como co-fundadores tenemos en el Grupo Conservacionista, de cada uno de los lugares culturales creados en los últimos años, al Sr. Intendente Municipal Fabio Giovanettoni.

pero no me ha respondido.

Buque Museo, Centro de Flora y Fauna, Paseo de los Túneles, Centro de Documentación Histórica, Museo Batalla de Obligado y Museo de Gdor. Castro.

Menos el Paleontológico, que fue cedido al Grupo por el Honorable Concejo Deliberante de San Pedro.

Con gran impotencia, tristeza y desilusión, he presenciado el avasallamiento, menosprecio y animosidad personal con los que ha sido atacada mi labor públicay, directamente, el trabajo de ese pequeño grupo de vecinos sampedrinos que alguna vez pensó que todo ese trabajo ofrecido era bien recibido por las autoridades municipales.

En este contexto de miserias políticas y chicanas de escaso vuelo intelectual, deseo contarles, a todos los sampedrinos, algunos detalles que no todos conocen.

Durante estos años, los museos creados demandaron innumerables trabajos personales de cada uno de nosotros que nunca fueron pagados por gestión municipal alguna.

El contenido del Centro de Flora (un lugar municipal) es fruto del trabajo de un integrante del grupo que puso su vehículo, sus cámaras, su tiempo y su combustible para ofrecer la colección que allí se muestra a sampedrinos y visitantes.

Nuestra página web es una ventana a la ciencia, la historia, la biología y la paleontología de nuestro partido que ya ha sido visitada, a la fecha, por 167,362 personas curiosas por conocer el acervo cultural recuperado con mi equipo en los últimos años. Esa página es el fruto de uno de nuestros jóvenes integrantes.

El montaje de cada lugar demandó costuras, manualidades y composición de escenografías que fueron hechas a mano por otra persona del grupo. Lugares municipales, todos. Ninguna gestión municipal pagó por esos trabajos.

Se hicieron trabajos de electricidad, de pintura, de albañilería, de carpintería, de soldadura, de ambientación, de techado, etc., durante todos estos años. Todos hechos por el grupo y ninguno fue pagado por gestión municipal alguna.

Nunca se facturaron servicios al municipio. Todo se hizo a pulmón. Todos los trabajos de mantenimiento durante años, de todos los lugares.

Desde el 2008 al 2010, el Museo Batalla de Obligado estuvo sin personal municipal (siendo un lugar municipal) y tuvo que ser atendido por voluntarios del grupo. Sin que pague por eso gestión municipal alguna.

Nunca estos lugares contaron con presupuesto municipal. Nunca contaron con vehículo para ser atendidos, coordinados ni para realizar los viajes que demandó la formación de sus colecciones, sus investigaciones y su mantenimiento diario. Mi auto sirvió siempre para todo.

Nunca nadie se preguntó cómo se coordinaban, atendían y mantenían estos lugares en los días y horarios que excedían mi función de Director de Cultura (que, dicho sea de paso, se me pagaba lo mismo que el Director anterior que no tenía ni uno de estos lugares).

Nadie se preguntó cómo se atendían a los numerosos grupos escolares cuando nos solicitaban diferentes días y horarios de los que les corresponden a los empleados municipales de algunos de estos lugares (grupos que, dicho sea de paso, eran invitados desde la base de datos que fuimos armando a lo largo de los años desde el Grupo Conservacionista).

Nunca el municipio preguntó cómo se mantenían estos lugares cuando desde el estado municipal nunca se invirtió un peso en mano de obra para ese mantenimiento.

Hoy quiero entregar las llaves de estos lugares al Intendente y contarle a la gente que me apoyó y nos apoyó, todos estos detalles y manifestar mi preocupación por todo lo hecho durante años de construcción material, institucional, científica, logística y educativa.

Veo que, a la hora de sacar a Aguilar, nadie se acordó de las decenas de familias que apoyaron todo el trabajo hecho confiando elementos, objetos históricos, documentos, etc. Debiendo decir que estoy seguro que no se entiende la importancia de su mantenimiento y resguardo a futuro.

O al menos, es lo que ha quedado en evidencia en estos días en los que se están rifando estos lugares a empleados que sólo buscan una categoría más, sin saber, siquiera, qué forma tiene el barco o dónde se prende la luz en Obligado.

Ahora hay un nuevo Director para Cultura (a quien le deseo lo mejor), y en los próximos días un empleado coordinará la parte cultural, otra la parte turística y tendrán que buscar otro para la parte de mantenimiento de los museos. Cuatro personas para hacer el trabajo que, hasta hace un mes, hacía una sola.

Nadie del municipio se acordó de los chicos que se fueron formando en estos lugares y hoy están estudiando biología, ecología, etc. en ámbitos académicos impulsados por este modelo.

Nadie se acordó ni valoró las relaciones periodísticas que formamos en estos añosa nivel local, nacional e internacional. Una enorme difusión que ninguna gestión municipal podría haber pagado si no era publicando a través de hallazgos, descubrimientos, etc.

Alguien sabe lo que significa para San Pedro que el nombre de la ciudad aparezca en las páginas de los principales diarios nacionales y agencias del mundo?

Ingresos turísticos para la ciudad, por supuesto…además de posicionar su patrimonio cultural.

En estas semanas, nadie se acordó de la red de relaciones institucionales que logramos para la ciudad a través de estos lugares. Ni para su conformación, sus novedades y el armado de sus contenidos educativos. Contenidos que después fueron volcados a los hijos de todos los sampedrinos y turistas.

Me llevó 17 años, junto a mi equipo, el armado de una logística de investigación, investigadores y asesoramiento que a nadie del Estado Municipal le importa saber que, desde hoy, se podría comenzar a paralizar y perder.

Nadie, en estos días, valoró el trabajo hecho y que está reflejado en el parecer de miles y miles de visitantes que plasmaron ese parecer en los 12 libros de visitas del Paleontológico, los 10 libros del Buque Museo, los 3 del Túnel, los 4 de Obligado y 1 del Museo de Castro (cerrado desde hace meses por que nadie me escuchó, desde el 2009, que hacía falta una persona en el lugar).

Alguien sabe que como miembro del grupo me aguanté una denuncia penal por plantarme ante un investigador que se está llevando los objetos de Vuelta de Obligado desde hace años y que el municipio me dejó solo y a la buena de Dios cuando debería haberse plantado también? Sólo el buen criterio de un juez federal que entendió la gran tarea de recuperación emprendida por el museo me dejó libre de culpa, destacando nuestra tarea.

Para sacarme del medio se armó una campaña mediática con un medio local (el único de los casi veinte medios que tiene la ciudad, que se prendió de ese juego. Casualmente, un medio en el que, dos de sus empleados, tienen relaciones personales con dos secretarios municipales).

La supuesta acusación tuvo que ver con el destino que le daba a los bonos contribución que desde siempre cobraron estos lugares. Bonos que pagó el turista, ya que los sampedrinos y los colegios locales, nunca pagaron uno solo de estos bonos.

Y estos bonos, son de donde se obtienen los magros (por no decir miserables) recursos con los que el municipio (todas las administraciones, incluyendo ésta) dejó a la deriva el mantenimiento, logística, crecimiento e investigación de todos los lugares creados.

Con sólo acercarse, se hubieran dado cuenta que con los bonos apenas se cubrían los gastos de cada lugar, sin contar que el salame que escribe pintaba, soldaba, era electricista y carpintero, o lo que hiciera falta, porque no alcanzaba para pagar mano de obra alguna.

Nadie, en estos días, se pregunta por el mantenimiento de estos lugares que ya llevan un mes y medio de parálisis en sus tareas, difusión y actividades (recordando la demanda constante de ese mantenimiento que requiere el buque museo).

El municipio ni siquiera atendió las más de 20 notas y escritos presentados por funcionarios, autoridades y científicos de las más diversas organizaciones y procedencias que manifestaron su preocupación por todos estos lugares y la calidad de la labor realizada en todos estos años.

La pregunta que se hicieron fue “qué hará Aguilar con las entradas de los museos”.

Les comento una anécdota:

Hace un tiempo, se quiso pagar el arreglo de una línea eléctrica de Coopser que rompió una máquina municipal, atrás de Arcor, con los fondos del buque museo que estaba juntando para ofrecerle a los sampedrinos un buen festejo de aniversario. Mi intervención hizo que esto quedara sin efecto.

Ya se le habían cargado al medidor de luz del buque $23.000- de consumo!!

Por cosas así, las dos monedas de los bonos contribución de los demás lugares eran cuidadas al extremo. Y para quienes lo deseen, autoridades, concejales o vecinos, los libros de gastos y sus respectivos comprobantes desde la fundación de cada lugar, están a entera disposición.

Ninguno de los Museos fue hecho con mezquindades políticas. Los Museos fueron hechos para aprender, para conocer, para educarnos, para investigar. Quien los vea como trofeo político está atentando contra todos nosotros, los sampedrinos, por querer menospreciar lo realizado. Los hemos hecho entre todos los sampedrinos. Cada uno con su aporte: unos cediendo elementos históricos, otros cediendo objetos materiales, otros simplemente visitándolos todos los fines de semana.

Y quien atente contra los vecinos que los construyen, mantienen, impulsan y difunden, como fue en mi caso, no saben que lo único que logran es desalentar a mucha más gente que tiene ganas de hacer cosas por la ciudad donde vive pero que no quiere ser salpicada por este tipo de manoseos políticos.

A pesar de todo mi esfuerzo, nada se me ha reconocido y hoy soy un desempleado más (a pesar de ver a muchos cobrando sueldos municipales por haber pegado dos afiches de campaña o por ir a tomar mates a la oficina de algún político).

Por eso esta carta; para contarle al sampedrino, que nada me he llevado, nada me llevo y nada se me ha regalado. He dejado más que muchos de los que están en funciones y se me ha devuelto mucho menos de lo que he brindado a la ciudad.

Prefiero entregar las llaves (si el Intendente me las recibe), retirar nuestra participación en todo sentido y honrar nuestro laburo de años y la dedicación puesta, antes de ser parte de esta miseria política y este manoseo de parte de personas que, a la fecha, sólo pueden mostrar una hoja en blanco de su paso por la función pública.

Como siempre, los espero con gusto en mi pasatiempo favorito: el Museo Paleontológico de todos los sampedrinos.

José Luis Aguilar

Grupo Conservacionista de Fósiles

DNI 18.056.270

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