Las aguas siguen bajando turbias

Flores insiste con que el agua de red de Bolívar no es potable, porque contiene excesivos niveles de arsénico, muy por encima de lo que recomienda el Código Alimentario Nacional. Lamenta que el gobierno municipal, hasta el día de hoy, "negó todo" y cerró la puerta a cualquier trabajo conjunto, y asegura que en Bolívar hay enfermos de hacre.

El tema agua potable se instaló en Bolívar en 2004, motorizado por José Antonio Bucca, autor de una investigación al respecto, y sus colaboradores directos Francisco Siro Flores y Eduardo 'Bali' Bucca, los tres, profesionales médicos, y hoy referentes políticos locales del Frente para la Victoria.

En el mencionado año Bucca padre hizo uso de la banca abierta para presentar el tema a la sociedad de Bolívar. Tema que, hay que puntualizar, constituye un tópico regional que excede a este distrito.

Aquella banca abierta fue la última, luego esa herramienta fue derogada por el oficialismo. Al concejal Francisco Siro Flores esto no le parece casual. Sin embargo, Bucca pudo con su exposición "alertar a la comunidad acerca de que los niveles de arsénico en el agua de red que consumimos aquí, están por encima de los valores que establece como límites el Código Alimentario Nacional".

Además, se informó entonces sobre la existencia de un proyecto de orden nacional orientado a fijar descensos en los valores establecidos en el Código, que eran entonces de cincuenta microgramos por litro de agua como máximo. La iniciativa propugnaba llevar ese tope a diez microgramos por litro, y eso fue precisamente lo que se consiguió en el 2007. "La realidad nuestra, es que en todos los pozos existen valores de cincuenta microgramos por litro, e incluso por encima", alertó el concejal Flores, entrevistado por este diario el fin de semana.

En aquél 2004, la localidad de Hale presentaba el cuadro más preocupante: "sus valores de arsénico en agua alcanzaban los doscientos microgramos por litro", recordó el funcionario.

Bucca y Flores han "visto pacientes juntos", y también han concurrido a charlas en la Cámara de Diputados de la Nación, para "informarnos sobre la temática", indicó. Con el material en las manos, "lo primero que hicimos fue informar a la población sobre lo que estaba ocurriendo".

"Negaron todo, desde el inicio"

Flores recordó que "acá, desde el inicio, se negó el tema (por parte del gobierno municipal y el bloque de concejales del oficialismo). Nunca se aceptó que el agua de Bolívar contenía (demasiado) arsénico. Se aceptaba que presentaba valores no peligrosos. Inclusive distintos funcionarios, de los que constan sus nombres en actas, diarios, etcétera", se mantuvieron en sus trece. "De mi vida puedo hacer lo que quiero, pero si mi postura como autoridad política afecta a otros, tengo claramente una responsabilidad. Como está pasando: hay municipios que están siendo involucrados con esta temática, a partir de recursos de amparo presentados por distintas personas afectadas por el problema", advirtió.

Bucca, Flores y compañía intentaron "dialogar con las autoridades municipales", para buscar una solución. "Nunca lo logramos. Después propusimos la creación del Foro del Agua, en el cual estarían presentes todas las instituciones bolivarenses que tienen que ver con la salud, todos los círculos profesionales (los de médicos, bioquímicos, farmacéuticos, odontólogos)", etcétera. La creación del Foro fue aprobada por unanimidad en dos oportunidades en el HCD, "pero jamás fue convocado por el intendente".

A la par, el bloque kirchne-rista elaboró varias minutas pidiendo que se avanzara en el tema, cosa que tampoco llegó a nada, con una excepción: "el estudio que hizo una empresa de Bahía Blanca, Plusagua, que determinó que en Bolívar hay vulnerabilidad de pozos y directamente pozos que deben dejar de funcionar". Las recomendaciones de Plusa-gua tampoco habrían sido escuchadas: "uno solo de esos pozos dejó de funcionar, los otros continúan en vigencia", afirmó el concejal.

¿O sea que no se ejecutó la solución de máxima, ni el paliativo de mínima?

-No, ninguna de las dos. Y el pozo que se intentó abrir (para reemplazar al que se daba de baja), no respondió. Porque el problema es que el agua viene mal, la napa está mal. Acá la mayor parte de los pozos, quince o dieciséis, están de la ruta 226 hacia el cementerio. La mayoría de esos pozos son vulnerables, por la cercanía del cementerio, por la presencia de chatarra. Otros están hacia el lado de los basurales, donde también son vulnerables. El informe Plusagua proponía que los saquen de circulación, que no estén en ese lugar.

¿Y cuál es la solución de fondo, según ustedes?

-La solución de fondo es potabilizar el agua. Consumimos el agua de los pozos. De ahí va a la red, y se junta en un caño troncal, en el que confluyen todos los pozos de la zona. Ese caño distribuye el agua, que es clorificada a la salida de los pozos. El agregado del cloro es útil, pero era una forma de manejar el tema en otro momento, ahora la situación es distinta. Lo que nosotros propusimos es la creación de una planta potabilizadora. En agosto de 2005 presentamos el proyecto, que en aquél momento fue rechazado en el Concejo por la mayoría radical (gracias al doble voto del presidente del Cuerpo). Ellos adujeron que la planta potabilizadora de ósmosis inversa era muy cara. En aquél momento hicimos averiguaciones, y se determinó que el valor era de unos dos millones de pesos, y que había programas nacionales y provinciales, puntualmente uno que se llamaba Hacer para la gente, que daban subsidios para obras de infraestructura o que apuntaran a cuestiones preventivas de salud. Era un subsidio, un dinero que no iba a tener que pagar la municipalidad.

Pero entonces ahí hubo un avance. Si alguien evalúa que la planta es cara, tácitamente admite que el problema existe. Diferente hubiera sido sostener que no se requería ninguna planta, porque el agua estaba bien.

-Y, sí. Hubo una discusión inicial, en la cual se planteaba que la temática no era así (que no había un problema con el agua). A medida que se fueron informando y viendo que la negativa inicial, a ultranza, no tenía sentido, y que teníamos razón, fueron modificando su postura. Pero igual no hicieron nada.

¿O sea que hoy, enero de 2011, estamos a foja cero?

-Exactamente.

Dos posibles soluciones

¿Y qué prevén hacer desde el bloque del Frente? Es obvio suponer que la municipalidad no va a cambiar su postura este año.

-Desde la concejalía seguiremos insistiendo. El hecho de que Bucca esté como diputado permitió que elaborara un proyecto en provincia, con el cual se crea un fondo provincial para modificar esta problemática del agua. Ya tiene media sanción en Diputados, y tiene que ir a Senadores. Nosotros pensamos que va a ser aprobado. O sea que se crearía un fondo que dispondrá la provincia para abatir el arsénico en las ciudades en que sea necesario. A nosotros nos parece importante, porque se le está dando ya a nivel provincial el reconocimiento a la temática. Otro dato a tener en cuenta es que hace poco fueron convocados a La Plata los distintos intendentes de la región, incluido el nuestro, a una reunión con las autoridades de la Universidad de La Plata y con la ministra de Infraestructura de la provincia, para analizar esta temática del agua. Y existe un proyecto, que está en estudio (a nivel gobierno provincial), que consistiría en hacer un acuífero desde el Paraná hasta esta zona. Eso resolvería el tema a todos los distritos de la región.

Es decir que finalmente, la provincia les solucionaría el problema a los municipios.

-Bueno, es una posibilidad. Lo cual está bien, que alguien lo resuelva, porque en definitiva lo que nos interesa es la gente. Lo que no está bien es la negativa que tuvimos en forma constante con respecto a este tema. Y no nos olvidemos que ya pasaron seis años. O sea que ya hay chicos que hace seis años están tomando agua con arsénico.

José Castro.

Veneno silencioso

El arsénico es un metaloide cancerígeno, considerado en el grupo A de los elementos que producen cáncer, si se lo consume en forma prolongada, recordó Flores. "En dosis elevadas continuas va produciendo cuadros de intoxicación, que en una primera etapa provocan algún tipo de cáncer, y en alguna etapa posterior, de intoxicaciones crónicas, una enfermedad llamada hacre: hidroarcenicismo crónico regional endémico".

"En Bolívar hay enfermos"

Aunque el hacre se da en hombres y mujeres que habitan las provincias argentinas más comprometidas por los elevados niveles de arsénico en el agua de red, Flores aseguró que en Bolívar "hay pacientes que sufren hacre". El arsénico actúa sobre las células, "y genera cambios en el mitocondrias (componente de la célula). Esto provoca malformaciones, como trastornos en el bebé o afecciones genéticas que pueden acarrear dificultades severas". Justamente, "lo tremendo es que actúa sobre los chicos: o durante el embarazo o luego del nacimiento, a partir de la ingesta de agua con arsénico". El veneno plantea una relación dosis/kilos, vale decir que un litro de agua contiene una determinada cantidad de microgramos de arsénico, pero el veneno modifica su poder según el peso de quien consuma el agua, lo que, dicho con crudeza, significa que los niños se hallan en la situación más vulnerable.

"Consumir agua potable es un derecho humano"

El arsénico es un factor que produce "cáncer de piel, de próstata, de pulmón. Es una de las causas principales del cáncer, y sabemos que la problemática ambiental es una de las más importantes en la producción de cáncer: casi el ochenta por ciento de las enfermedades cancerígenas tienen origen medioambiental". Tan es así, que "en la Constitución Nacional se introdujo una modificación al artículo 41, por lo que ahora la temática medioambiental es considerada un derecho humano".

"Aquí consumimos agua no potable"

Flores explicó que aquí (como en la zona) "nos surtimos el agua del acuífero pampeásico", que recibe arsénico "a nivel geológico: filtran la napa e ingresa el arsénico al agua".

Concluyendo, evaluó Flores que en Bolívar "es una falacia" hablar de agua potable. "El agua de Bolívar contiene arsénico (a niveles excesivos según lo que marca el Código Alimentario Nacional). En consecuencia, es agua corriente, es agua de consumo, pero no es potable".

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