De cara al próximo verano, los responsables de Aguas Santafesinas manifestaron que la empresa se encuentra en mejores condiciones para poder afrontar esas exigencias.

Desde la compañía manifestaron que este marcado optimismo y esta perspectiva favorable se sustentan en el funcionamiento a pleno del Acueducto del Gran Rosario (Acgro), que beneficia a la zona norte de la ciudad; en el envío de más agua a la zona sur desde la estación de bombeo ubicada en Dorrego y Ocampo; y en obras específicas realizadas en barrios y ciudades vecinas que sufrían problemas de provisión.

"Las inversiones millonarias que ha efectuado el gobierno provincial a lo largo de los últimos años, comienzan a rendir sus frutos", destacó Sebastián Bonet, presidente de Assa, para quien el inminente verano se presentará "con mayor producción de agua potable, y con instalaciones más confiables porque reemplazamos equipos que llevaban 50 años de funcionamiento ininterrumpido, y con nuevos acueductos que llevan agua a barrios muy poblados y complicados en lo que hace a la provisión de servicio".

Según aseguraron desde la empresa, ya no se verán canillas con apenas un hilo de agua en zonas periféricas cuando empiece a apretar el calor. Prometen que ahora esa imagen será menos frecuente en Rosario y las ciudades vecinas que dependen del mismo sistema de provisión.

Apoyan ese presagio, fundamentalmente en el Acueducto Gran Rosario, que es la nave insignia del cambio, y la segunda planta potabilizadora construida en 130 años en la ciudad. Desde el mes pasado está funcionando a pleno, en avenida Circunvalación y ruta 11, aportando 53 millones de litros de agua por día (el equivalente a 100 mil tanques domiciliarios) a las cañerías de la zona norte.

De acuerdo a lo que comunicaron, representa un 20 por ciento más de agua que se distribuye en los barrios Alberdi, La Florida, Lomas de Alberdi, Cristalería, Nuevo Alberdi, Zona Cero y Celedonio Escalada, entre otros. Asimismo, en la última barriada ubicada en el extremo noroeste, ya en un entorno rural, los vecinos percibieron más claramente el cambio de situación.

En ese sentido, Bonet resaltó que "la puesta en marcha de una gran obra de infraestructura básica como es el Acgro, no sólo mejora el servicio en el norte y el noroeste, sino que extiende su influencia a toda la ciudad, incluso hasta Villa Gobernador Gálvez".

"El aporte del Acgro nos permite redireccionar el agua que antes se mandaba hacia el norte desde la antigua planta de Arroyito. Ampliamos la capacidad de conducción del río subterráneo que va hasta la estación de rebombeo, ubicada en Dorrego y Ocampo; y desde allí, con nuevas bombas en lugar de las que llevaban 50 años de funcionamiento, sumaremos a la zona sur de Rosario el equivalente a 100 mil tanques domiciliarios por día", resaltó el presidente de Aguas Santafesinas.

La confianza respecto al panorama para el próximo verano se extiende también a la localidad de Villa Gobernador Gálvez, y algunos barrios rosarinos que desde hace años padecen baja presión de agua. En el año 2015 se puso en marcha un conducto que mejoró el servicio en zona sur, particularmente en barrio Mortelari. Y ahora le llegó el turno a la zona oeste, con la instalación de una estación de rebombeo que beneficia a los barrios Arroyito, Coronel Aguirre, Cancha de Remo y Eucaliptal.

Donde todavía no se sienten los beneficios en esta primera etapa del Acueducto Gran Rosario, se buscaron soluciones locales para mejorar el servicio. Es el caso de los barrios Tío Rolo, y San Francisco Solano.

"Estamos convencidos de que este será el verano donde veremos el cambio más profundo de los últimos diez años en la prestación de agua potable", aseguró el directivo, quien reconoció que "todavía queda mucho por hacer y mejorar, pero con fuertes inversiones de la provincia como estamos teniendo y si podemos sumar el aporte de los usuarios mediante el uso racional del recurso, el panorama se presta para ser optimistas".