El verano apenas está asomando y, si bien los problemas no han sido tan graves como en temporadas anteriores, la escasez de agua potable se ha hecho sentir en algunas ciudades de la zona como Coronel Suárez, Médanos y Stroeder. En todos los casos, el problema es el mismo: la falta de obras de fondo.

   La comunidad suarense sufrió una fuerte caída de presión esta misma semana, luego de que se registrara la rotura de tres bombas. Barrios enteros de la ciudad sufrieron el inconveniente, lo que obligó al intendente Ricardo Moccero a disponer un plan de emergencia hasta que fueron reparadas. Nuevamente quedó en evidencia la inestabilidad del sistema.

   La anterior gestión municipal, con el ingeniero Ricardo Salerno como secretario de Obras Públicas, había dispuesto dividir en dos a la ciudad y abastecer a cada zona en forma independiente. 

   El plan establecía que una de esas zonas se proveería de agua a través del tanque elevado; la otra, en cambio, lo haría a través de un tanque cisterna. La obra de construcción de este último avanzó en un 75%, por lo que el plan quedó trunco y la ciudad sigue dependiendo de una única fuente de agua.

   “En el 2018 se cambiaron las bombas extractoras y se realizaron dos nuevos pozos. Con esto se alivió mucho el faltante de agua en el verano, pero aún restan obras por hacer”, dijeron fuentes municipales a La Nueva.

 

   El tanque de agua, además, presenta varias pérdidas, por lo que el Ejecutivo dispuso intimar a la empresa encargada de su reparación a que solucione el tema de inmediato.

Tres bombas, dos obras

   Médanos es otra de las ciudades importantes que está demandando obras de fondo. 

   “Arrancamos la temporada de calor con tres bombas quemadas en los pozos de La Mascota, que ABSA se comprometió a cambiar en breve. Eso provocó algunos inconvenientes en domicilios puntuales, pero no fue un problema masivo”, reconoció el secretario de Gobierno, Gonzalo Silva. 

   El municipio también tomó contacto con la prestataria para cederle bombas propias en comodato, en caso de que las necesite. ABSA, en tanto, licitará la semana próxima el servicio de acarreo de agua en camiones, a fin de que estén disponibles ante cualquier contingencia durante el verano.

 

   “La solución definitiva a nuestro problema es el acueducto desde el río Colorado. Ante la decisión de no hacer esa obra, le pedimos a la Provincia hacer dos obras: un acueducto desde el río Sauce Chico y la reparación del sistema que abastece a Pedro Luro, La Salada y Ascasubi, que tiene más de 50 años”, señaló Silva.

   En el caso de Stroeder, el intendente de Patagones, José Luis Zara, dijo que la situación se normalizó con el arreglo de los modulos potabilizadores de la planta de Villalonga, aunque reconoció que la provisión está “al límite”.

   “En lugar de producir 150 metros cúbicos de agua por hora, la planta estaba en 130. Ahora volvió a su condición normal, hay más caudal para ambas localidades y no se han dado nuevos inconvenientes, pero en verano, con muchos días de calor consecutivos, no descartamos que vuelvan los problemas”, señaló.

   En noviembre, debido a las falencias de la planta, hubo vecinos que pasaron hasta cinco días sin agua o con muy baja presión.

   “Lo que necesitamos es que ABSA incorpore un cuarto módulo potabilizador, a fin de llegar a casi 200 metros cúbicos de producción por hora. Ojalá se pueda dar en el corto plazo. Es una obra de unos 4 millones de pesos, así que dependemos de los recursos presupuestarios del organismo”, aclaró.