Este viernes cayeron casi cien milímetros de agua sobre la ciudad y sus efectos fueron muy notorios en varios sectores, pero principalmente en aquellos donde la precariedad habitacional y estructural tienen sus bases más expresivas. Los barrios Santa Rosa y Villa Hermosa están entre los más golpeados, publicó el portal Cuartopoderdiario.

Aunque los afectados están dentro del anillo perimetral de defensa de la ciudad, el líquido los atacó impiadosamente y sus largos brazos ingresaron en decenas de hogares deteriorando muebles y electrodomésticos. También las estructuras edilicias de las construcciones que en esa zona son muy precarias.

Lo sucedido se renueva y confirma la ausencia de una política habitacional para solucionar de raíz un triste escenario que embiste con los sectores más desprotegidos y vulnerables de la ciudad.

"Regresé porque me llamaron los vecinos. El agua sigue en las casas y resulta angustiante ver tanta impotencia y bronca acumulada", sostuvo el concejal Fabián Olivera mientras acompañaba a varias personas hasta una casa, sobre una calle completamente cubierta por el oscuro líquido que casi le alcanzaba hasta las rodillas.

"Con quien hablé en estos últimos días recibí la misma arenga: el intendente De Vido, en lugar de comprender lo que sucede y tratar de ponerle paños fríos a un marco que lo tiene como principalísimo protagonista, se dedica a culpar a los propios pobladores por vivir en una zona baja. Claro no dice que vienen acá porque no existe otra solución oficial posible, no ofrecen otra respuesta. Acá hay varias construcciones que ponen de manifiesto una capacidad de trabajo para levantarse el hogar propio; de eso no hablan los funcionarios", espetó el legislador.

Entretanto, el diputado nacional Ricardo Buryaile fue rápidamente abordado por muchos vecinos, quienes le hicieron notar la preocupación y pidieron que trate de mediar para corregir lo que ocurre en el barrio Santa Rosa.

"Aparentemente no funcionaron las bombas extractoras, cuyo objetivo es, precisamente, evitar los anegamientos para lo cual deben estar encendidas durante la lluvia. Y bueno, el resultado es alarmante y angustiante", describió ante una vecina que no dejaba de reprocharle el desinterés al intendente De Vido.

"Más allá de este suceso específico, acá hay una clara expresión de ausencia de políticas habitacionales que adquiere un sobredimensionamiento porque los vecinos quedaron bajo las aguas. Si no se gestiona pensando en la búsqueda de respuestas de fondo, esto se repetirá una y otra vez", advirtió.

"No se trata sólo de acusarlos por vivir en una zona inundable. Si deciden vivir acá, con estos riesgos es porque no tienen otra alternativa; pero es ahí donde el Estado tiene que ponerle acento a su compromiso y no distraerse en relatos de campaña para evadir responsabilidades", reprochó Buryaile.