Lo que el agua se está llevando: el drama de las inundaciones en el partido

Caminos cortados, campos con lagunas y un pronóstico meteorológico desalentador para octubre: la difícil situación en Junín. Según datos oficiales sobre el partido de Junín, en estos momentos hay casi 30 mil hectáreas bajo el agua, y otras 55 mil están anegadas. Esto representa alrededor del 34% de las 247 mil hectáreas productivas que tiene el distrito.

No sólo hay decenas de productores agropecuarios afectados: el avance del agua desde distintos puntos y el alarmante pronóstico meteorológico para octubre hacen que el campo en Junín se encuentre en una dificilísima situación. Según datos oficiales sobre el partido de Junín, en estos momentos hay casi 30 mil hectáreas bajo el agua, y otras 55 mil están anegadas. Esto representa alrededor del 34% de las 247 mil hectáreas productivas que tiene el distrito.

Los datos fueron elaborados por el INTA y aportados por Adrián Perdomo, representante de la Dirección de Asuntos Agropecuarios de la Provincia, quien confirmó que se aguarda llegar a las cien declaraciones juradas en el marco del estado de emergencia sancionado por la Provincia.

El funcionario expresó que “si consideramos que el partido tiene 247.000 hectáreas productivas, estamos hablando de un 34% con problemas hídricos graves y severos”.

Junín está incluido en la declaración de emergencia decidida por la Provincia. En este marco, se contempla a los campos que tienen entre un 51 y 80% de afectación en su superficie. Pero apenas se les brinda una prórroga, de 180 días, para el pago de impuestos y tasas: en seis meses deberán abonarlos, aunque la mayoría sabe que en octubre no podrá volver a sembrar.

La voz oficial

Para el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Rodrigo Esponda, “en algunas zonas del partido estamos peor que en el 2001”, y que el agua no afectó la ciudad por las obras de ensanche del cauce del Río Salado.

El dirigente agropecuario recordó que “no éramos caprichosos cuando reclamábamos que se recuperara la red vial”, y alentó a las autoridades a gestionar y redoblar trabajos antes de las lluvias pronosticadas para octubre.

En lo que hace a la situación de los productores zonales, Esponda observó que “queda mucho trabajo por hacer, porque debemos recuperar la red vial para poder transitar y que la gente tenga libre acceso a sus establecimientos”.

“En algunas zonas del partido, estamos peor que en el 2001”, dijo en forma categórica, explicando que “los juninenses no lo viven así porque el ancho del Río Salado es mucho mayor, así que no estamos con las bolsas de arena sobre la Circunvalación para que no pase el agua”.

“Las lluvias fueron muy excesivas, pero las obras que se hicieron fueron para que la ciudad no lo sintiera, aunque la realidad es igual o peor que en el 2001”, apuntó.

Dramatismo

Por su parte, el productor rural y ex presidente de la Asociación Juninense de Ingenieros Agrónomos, Javier Belligoi, señaló que las inundaciones profundizan la crítica situación que atraviesa en la actualidad el sector agropecuario.

“Esto, sin dudas, pone de relieve lo que venimos viviendo y agrava aún más la situación. Hoy por hoy Junín tiene dos situaciones. En el norte del partido, todo lo que no es Cuenca del Salado, tiene un escurrimiento más rápido si bien hay zonas anegadas. El tema pasa por todo lo que es Cuenca del Salado que corresponde a la zona centro y sur del partido, es decir la mayor parte”, indicó el profesional en principio.

“Ahí el escurrimiento es mucho más lento, muy lento. Hacia el sur del partido la situación se torna dramática. En 20 días tendríamos que estar pensando en sembrar maíz y en esa zona es muy difícil que se pueda hacer debido a la situación hídrica en la que se encuentra”, profundizó.

Factores que se conjugan

La crueldad de las condiciones meteorológicas, que desataron lluvias sobre Junín más copiosas que la media histórica que se registra en agosto, sumado a la falta de acciones o inadecuadas medidas tomadas desde los gobiernos, hacen que el panorama que se abre sea complicado.

No sólo para el propio sector agropecuario, que está perdiendo animales y un panorama oscuro se le presenta para la próxima siembra, que debería ocurrir dentro de pocas semanas. Además, dada las características de la ciudad que basa su economía en la producción del campo, las consecuencias a largo plazo de esta inundación seguirán sintiéndose.

Mientras tanto, todos miran expectantes al cielo y ruegan que no haya nubes amenazantes. Que siga esta “primavera” para evitar un mayor movimiento de agua, y después que pase el sacudón, volver a hablar de las obras necesarias. Una vez más.

Grave impacto productivo en toda la provincia

El sector rural advirtió sobre el grave impacto productivo que ocasionan las inundaciones que afectan a unos 60 distritos bonaerenses: las primeras estimaciones calculan la pérdida de 370 mil terneros y 300 mil hectáreas de trigo, aunque las consecuencias globales no podrán ser medidas con precisión mientras el agua permanezca en los campos.

Así lo indican los números preliminares de un informe de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) que abarca las zonas del noroeste, centro y sudeste bonaerense, así como la cuenca inferior del río Salado, la más afectada por estas horas debido a la imponente masa de agua que baja por ese curso -hacia su desembocadura en la Bahía de Samborombón- desbordando hacia los distritos aledaños.

Es especialmente en esa parte de la cuenca, zona de cría por excelencia, donde se concentra el grueso de los 370 mil terneros perdidos. “Se trata de animales que mueren al nacer porque las vacas paren directamente en el agua, o de terneros que ya nacen muertos debido al estrés que provoca en las madres el hecho de estar metidas en el agua durante tanto tiempo”, indicó el presidente de Carbap, Horacio Salaverri.

La situación no solo afecta a los vacunos. Aunque la producción es mucho menor, la cría de ovejas también está fuertemente resentida. “Se ven muchos corderos muertos en los campos. El lanar es un ganado muy sensible a estas situaciones. Le cuesta mucho escapar hacia un lugar seguro” indicó a esta agencia Mariano Williams, presidente de la sociedad rural de Pila, uno de los distritos más afectados por el agua en la cuenca baja del Salado.

El dirigente indicó que se perdieron “prácticamente todas las pasturas sembradas” y que los productores están recurriendo a la compra de rollos y fardos en otros distritos para alimentar a los animales pagando incluso “altos sobreprecios” por ellos.

Trigo complicado

En tanto, Carbap estima en 300 mil la cantidad de hectáreas de trigo “totalmente perdidas” –especialmente en el noroeste y sudeste provincial- y otro número de hectáreas similar que “todavía hay que evaluar”, indicó Salaverri.

“Son plantas que estaban en 10 centímetros y que al quedar cubiertas por el agua más de una semana se pierden. Aunque mejorara le clima, no se puede resembrar porque ya pasaron las fechas para hacerlo”, agregó el director ejecutivo de la entidad, Alfredo Rodes.

No obstante, la mayor preocupación de los ruralistas, especialmente del noroeste bonaerense -donde comenzaron las inundaciones a principios de mes-, está puesta en lo que ocurra con el clima en las próximas semanas: el maíz se siembra a partir del 10 de septiembre y más adelante la soja.

Si bien hay tiempo para que el agua escurra y se forme “piso” para ingresar a sembrar a los campos, los pronósticos climáticos no son alentadores. “Se prevé la caída de entre 400 y 700 milímetros más de acá a fin de año. Si esto es así, la siembra de gruesa va a estar muy comprometida, sostuvo Williams.

Infraestructura

Técnicos de las entidades rurales bonaerenses se reunieron hoy con funcionarios provinciales para terminar de delinear un crédito del Consejo Federal de Inversiones (CFI) de hasta 70 mil pesos y a tasa cero para compra de forraje y capital de trabajo que fue acordado durante el encuentro de Mesa Agropecuaria que presidió el gobernador Daniel Scioli el jueves pasado. “Nosotros pretendíamos una asistencia directa porque este crédito opera a través del Banco Provincia y va a dejar afuera a muchos pequeños productores que no están bancarizados o que ya tienen muchos créditos tomados” indicó Salverri.

Por otro lado, anticipó que Carbap pedirá al Gobierno bonaerense que el 25 por ciento de la recaudación del Impuesto Inmobiliario Rural –que se gira a los municipios- sea destinado en su totalidad a mejoras y mantenimiento de la red vial de los municipios mientras dure la emergencia por inundaciones. Hoy, los intendentes deben disponer del 12,5 a esos fines y el otro porcentaje restante pueden destinarlos a rentas generales.

Néstor Traverso: “Será un año cruel, sin siembra y con ganado perdido”

El productor Néstor Traverso trazó un panorama desolador para los productores del distrito: aseguró que será un año “muy cruel”, dada la imposibilidad de sembrar en los próximos meses y la pérdida de ganado, por el avance del agua.

Es propietario de campos en los Cuarteles III y V, “ahora tengo lagunas”, explica con humor. “No hay salida para el agua, la vertiente está muy alta, las napas crecidas por el caudal de la Laguna y falta de mantenimiento de las obras. Cuando abrieron la compuerta de Mar Chiquita, no hicieron lo mismo con Gómez y El Carpincho, así el agua rebalsa para todos lados”.

Traverso resaltó que “en el 2001 estuvimos muy inundados, pero ahora estamos peor porque hay más agua y se desparramó más por los campos”.

“Se está muriendo la hacienda, porque no se consiguen campos para llevarla, es una situación lamentable la que estamos atravesando. Además, este año no creo que vayamos a poder volver a sembrar”, agregó.

En lo que hace a su situación particular, explicó que “yo tengo ganado, muchos se han muerto y otros están sobreviviendo en las lomitas. Con un poco de temperatura sin tanto frío se van manteniendo. Los fui cambiando de lote, pero no logré llevarlos definitivamente a un sitio a salvo”.

“Nuestra zona está con todos los caminos cortados y llenos de agua, algo que sucedió porque no estaban arreglados y tuvieran las cunetas como corresponde, allí circularía el agua”, agregó.

Para el productor, “con la situación que tenemos en el distrito, tenemos que pensar seriamente en ver qué solución brindamos. Hoy mucho no puede hacerse porque el avance del agua es tremendo, a pesar que el puente de Lincoln está reteniendo bastante, sino tendríamos más problemas”.

Al respecto, recordó que “en La Plata figura construido un puente de 100 metros, así que yo llevé las fotos de las alcantarillas. Algo pasó en el camino”.

“Con la imposibilidad de sembrar y la pérdida de ganado va a ser un año muy cruel para el campo, al igual que el 2016”, dijo sombríamente Traverso.

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