El agua creció unos 25 centímetros sobre la Ruta 7, a la altura de La Picasa

El agua creció unos 25 centímetros sobre la Ruta 7, a la altura de La Picasa

Lejos de consolidarse una mejora en el vital puente de la Ruta 7 sobre la Laguna La Picasa, las lluvias y el mal tiempo que se mantiene en las últimas semana ha agravado la realidad para posibilitar una rehabilitación del tránsito en ese neurálgico sector del tránsito pesado entre las provincias de Córdoba, San Luis y Buenos Aires.

Según se conoció a través de medios fidedignos, del actual espejo de agua de la laguna, que creció de las 4.000 hectáreas originales a las 45.000 hectáreas actuales, quedaron las explotaciones de cerca de 30 ex productores sumergidos. Se calcula que el 70% de la Superficie afectadas son suelos agrícolas. Campos donde los maíces ya superaban los 110 quintales por hectárea de rendimiento”.

 Uno de los productores de la zona, Federico Furno, señaló a un medio capitalino que   “Desde el año 98 que no puedo entrar más al campo. Hacíamos cosecha y teníamos novillos de engorde y vacas de cría, además un tambo de 1.500 litros. Cuando nos empezó a correr el agua, comenzamos a vender hacienda hasta que no quedó nada. Las últimas 150 vacas que teníamos apenas pagaron la indemnización del puestero que teníamos hacia 28 años. Nos quedamos sin vacas, sin plata sin nada”, otro: “Entre los establecimientos sepultados por el agua está la cabaña la Josefina de larga trayectoria en la raza Angus y premiada varias veces en Palermo. Funcionaba en las 4.126 hectáreas de Matilde Rodríguez de Torno, con 2.000 hectáreas agrícolas, que desaparecieron a más de 1 metro de agua”.

A su turno Omar Maurizi dice: “Es muy difícil sacar las cosechas de aquí y transportar los 2.500 litros de leche de nuestro tambo por los caminos es un drama” y agrega “cuando llueve en Córdoba, nosotros nos ponemos a rezar porque se nos viene el agua”.

Armando Rey sostiene “En su origen la cota de la Laguna era de 98.5 metros que pasó a los actuales 104.38 metros, es decir casi 6 metros por arriba. Pasaron 20 años y la solución sigue sin concretarse. Mientras tanto se gastaron fortunas de plata en estudios, vuelos de inspección en helicópteros y piedras para sostener la ruta 7. Suficiente como para que los productores sumergidos por el agua pierdan todo tipo de esperanza”.

Puesto en consideración el tema; recordamos que agotamos todos los medios a nuestro alcance para hacernos escuchar hoy las esperanzas están cifradas en el futuro, producido el cambio de autoridades en la Provincia y en el Comité de Cuenca vemos voluntad de solucionar el problema y solicitamos a la Nación la urgente necesidad de ejercer la potestad del Estado Nacional y hacer que las provincias no sean obstáculo para el normal escurrimiento de las aguas.

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