Agroindustrias contaminan el agua

Agroindustrias contaminan el agua
Un estudio realizado por Irrigación a 433 establecimientos determinó que 70% vierte sus líquidos sin tratar o presentan deficiencias en el manejo de sus residuos. 90% son bodegas, además de conserveras. Destacan las firmas que cumplen con la normativa.
Entre el 20 de marzo y el 20 de abril, inspectores del Departamento General de Irrigación visitaron 433 establecimientos agroindustriales en toda la provincia para controlar de qué manera disponían de los efluentes. El operativo mostró que casi 70% de las industrias estaban contaminando el agua, ya fuera de modo manifiesto, como cuando vierten líquido sin tratar en los canales de riego, o probable, por no tomar medidas para evitar que se filtre a la napa freática.

El 90% de los establecimientos inspeccionados son bodegas -también hubo algunas conserveras- y por eso se decidió desarrollar el operativo en la época del año en que están produciendo. Asimismo, los controles fueron tanto diurnos como nocturnos, ya que varias empresas vuelcan los líquidos resultantes del proceso productivo durante la noche, para intentar que pase desapercibido. El titular del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez, explicó que el año pasado habían realizado monitoreos y controles, y hallado empresas que no cumplían con los parámetros ambientales.

Por eso, decidieron tomar un muestreo amplio en todas las cuencas y tienen planeado inspeccionar la totalidad de las industrias en 2015. "Sabíamos que el resultado no iba a ser bueno, pero es preocupante que casi 70%de los establecimientos estén fuera de la norma", planteó. El funcionario resaltó que en el Fondo para la Transformación y el Crecimiento -organismo que presidió hasta hace poco- existe desde 2012 una línea de crédito especial para que las industrias puedan invertir en el mejoramiento de la disposición de los efluentes. Sin embargo, les sorprendió que nadie haya optado por esa posibilidad. Por otra parte, hace 10 años que se otorga un beneficio impositivo a las elaboradoras de espumantes para que puedan dedicarlo a implementar adelantos en las instalaciones.

Pese a eso, del total de 34 establecimientos de este tipo que se inspeccionaron, 71%, es decir 24, estaban fuera de la norma. Los elementos presentes en los efluentes a los que se prestó más atención en los controles fueron las sales inorgánicas, ya que la salinidad puede causar que los cultivos se sequen y mueran, y la presencia de compuestos orgánicos. Pablo Rodríguez, de la Dirección de Planeamiento y Control de Gestión del DGI, explicó que no sólo verificaron el punto de vuelco sino que recorrieron todo el predio. Es que si bien encontraron algunas industrias que directamente descargaban líquidos en los cauces de riego sin tratarlos, otras tienen una planta de tratamiento pero no la utilizan porque no destinan personal para ello.

También están las que habían adoptado un proceso pero la producción creció y no adaptaron el sistema a la nueva escala, y las que tienen lagunas de evaporación pero no las impermeabilizaron.

Multas de 20 a 150 mil pesos

Como los grados de afectación del agua superficial y subterránea son variados -y en algunos casos esta es probable pero no manifiesta- se aplicaron distintas multas, que van desde los 20 mil a los 150 mil pesos. Además de la gravedad, también se tuvo en cuenta si el infractor era reincidente, ya que muchos tenían multas anteriores y en varios casos los propietarios del establecimiento habían firmado convenios de gestión de los efluentes. Raúl Muzzio, director de Control de Calidad del Agua, explicó que en las inspecciones se verificó también que los establecimientos estuvieran inscriptos en el registro único de industrias y que hubieran respetado el compromiso que algunas habían tomado.

Esto, porque cuando se encuentra que una empresa está contaminando se le da un plazo de dos años para que cumpla con un cronograma de inversiones, se ajuste a la normativa y obtenga el permiso final de vertido. Pese a eso, algunos sitios tienen más de un convenio vencido. José Luis Álvarez aclaró que el operativo no tiene un objetivo recaudatorio, ya que con ciertos establecimientos se ha negociado que utilicen el monto de la multa como parte de la inversión que deben realizar para adecuarse a la norma. Asimismo, planteó que como se busca que los industriales se comprometan con el cuidado del recurso hídrico, se decidió no dar a conocer el listado de las empresas que estaban contaminando.

En cambio sí se eligió mencionar cinco establecimientos que se destacan por haber adoptado medidas de preservación ambiental: Viña Doña Paula (que utiliza un volumen de agua significativamente menor en el proceso productivo), Finca Agostino (tiene una zona de reuso agrícola), Tierras del Ande (reutiliza los efluentes tratados), Finca Don Héctor (cuenta con una pileta y laguna impermeabilizada, y riego presurizado), y Bodega Galarraga (utiliza productos biodegradables e instaló cañerías subterráneas y una planta impermeabilizada).

Soluciones sustentables

El geógrafo Marcelo Giraud consideró que las inspecciones deben apuntar a la búsqueda de soluciones y ser firmes para lograr que los propietarios se adecuen, pero evitar la clausura de los establecimientos. Por otra parte, señaló que puede ocurrir que una industria, para disminuir la concentración de sustancias contaminantes, utilice más agua para diluir los efluentes. En cuanto a las soluciones, planteó, pueden ser individuales o que varias empresas se organicen en consorcios para el tratamiento de los efluentes.

José Morábito, del Instituto Nacional del Agua, comentó que realizan monitoreos en puntos estratégicos del río Mendoza y del río Tunuyán desde hace más de 10 años. La calidad del líquido, detalló, va empeorando aguas abajo como consecuencia de los desagües industriales y, en algunos casos, de las plantas de tratamiento de líquidos cloacales. En estos análisis, que se pueden consultar en http://www.ina.gov.ar/cra/index.php?cra=2, han encontrado que el deterioro de la calidad original del recurso hídrico es significativa aunque poco peligrosa.

Pretenden que se reutilice el agua para riego

El director de Control de Calidad del Agua del Departamento General de Irrigación, Raúl Muzzio, detalló que hay, en un sentido general, dos sistemas de tratamiento de efluentes. Uno es primario, que modifica ciertos parámetros físico-químicos sencillos, y el otro es secundario, que permite reducir la carga orgánica en el líquido. En este sentido, indicó que después de completar el primero el agua no es apta para el riego de cultivos para el consumo humano, pero sí para plantaciones de alfalfa, o bosques de eucaliptus o de álamos.

Muzzio resaltó que la opción de reuso agrícola es la más conveniente porque requiere una inversión menor que otras -se debe implementar un sistema de neutralización y construir una pileta de sedimentación- antes de regar el predio. Hace unos días, de hecho, se realizó un taller del que participaron representantes de diversas entidades para promover el uso de efluentes tratados para riego, informar sobre la normativa vigente y detallar los requisitos de manejo y seguimiento de esta modalidad.

Distinguieron a Bodegas de Argentina

En el marco de los festejos por el Día Mundial del Ambiente, la Universidad de Congreso entregó el jueves a Bodegas de Argentina una Mención al Compromiso Ambiental. La decisión de otorgarles este reconocimiento, detallaron, se basó en la labor realizada por la Comisión de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de esta entidad.

La comisión funciona desde hace más de cinco años y tiene como objetivo promover entre sus asociados -a través de correos, boletines de noticias, charlas, encuentros, jornadas, etc.- acciones de RSE, con el fin de fomentar el respeto por el medio ambiente y promover beneficios para las empresas y la comunidad. Esto, con el objetivo de contribuir al mejoramiento social, económico y ambiental. Bodegas de Argentina fue una de las organizaciones que participó en el Taller de Reuso Agrícola que organizó el Departamento General de Irrigación.

Marcelo Giraud, licenciado en Geografía, opinó que es muy bueno que se realicen este tipo de operativos, ya que la contaminación de un canal de riego puede afectar, por infiltración, a las napas subterráneas. El también integrante de la Asamblea por el Agua señaló que se trata de un problema histórico, por lo que espera que no se limite a una campaña sino que los controles sean sostenidos en el tiempo.

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