La agresión ocurrida ayer a los tres inspectores de tránsito se suma a la serie de conflictos por la que atraviesan cada fin de semana, por ello trabajar en equipo es fundamental a modo de autoprotección, como señaló el titular de la Dirección General de Tránsito y Seguridad, Walter Parissi, a EL LIBERTADOR.

"Las características del hecho al que estuvieron expuestos los agentes municipales fueron particulares (ver página 19)", explicó la fuente consultada, a lo que agregó que "sin embargo, cada fin de semana deben lidiar con conflictos de otro tipo, por lo que permanentemente se enfrentan a situaciones en las que peligra su integridad física".

Las agresiones verbales son las más recurrentes, ya que por lo general los conductores se resisten a acceder al test de alcoholemia. De todas formas, cada fin de semana los trabajadores se exponen a recibir ofensas por realizar su trabajo.

"Lo que sucedió ayer no es algo de todos los días, es una situación en la que no sólo se infringieron normas de tránsito, sino también otras figuras delictivas", comentó Parisi. En este sentido, agregó que "lo que se pretende es que haya más seguridad para los inspectores, así como también que la Justicia actúe con mayor celeridad, ya que ante tantas pruebas tuvimos que esperar horas para que se accione contra el agresor".

El funcionario explicó que a modo de protección los inspectores trabajan en equipo para así cubrirse entre ellos y estar más preparados ante las reacciones de los conductores, como el que atacó a tres inspectores que, según ellos, se encontraba "sacado por el consumo de alcohol y algunas otras sustancias". Es así que los agentes municipales se enfrentan permanentemente a situaciones conflictivas.