No aflojan los problemas por la falta de agua en los barrios

No aflojan los problemas por la falta de agua en los barrios

Los vecinos siguen padeciendo la carencia de suministro.

Jaqueadas por la falta total de agua corriente o expuestas a un suministro escaso cuya presión no alcanza para satisfacer las necesidades básicas, familias de diferentes barrios de la Ciudad siguen haciendo escuchar reclamos en los que la bronca y la desesperación son moneda corriente.

Durante la jornada de ayer, nuevas quejas se sumaron a las que se vienen escuchando a lo largo y a lo ancho del territorio platense desde comienzos del verano, y recrudecieron en la última semana.

En Tolosa, el área comprendida entre 17, 19, 530 y 532 permanece “sin una gota de agua, y sin respuestas de ABSA, desde hace dos semanas”. Completamente trastocadas sus rutinas de higiene y alimentarias, y a merced de las olas de calor, los vecinos permanecen “al acecho” de las canillas más bajas, para capturar el líquido que pueda aparecer, o acarrean baldes para atender lo más urgente.

Al mismo tiempo, en el extremo sur del casco urbano, otras familias padecen penurias similares. “Estamos atravesando una situación desesperante” sentencia Ariel Solá, de diagonal 74 entre 69 y 29.

Solá, quien vive en el edificio ubicado a la altura del número 3337 de la diagonal, asegura que “desde diciembre la presión de la red es casi nula en toda la zona; nosotros tenemos sólo un hilo de agua para abastecer a toda la torre, por lo que la cisterna no llega a llenarse nunca”.

“Se han hecho varios reclamos a Aguas Bonaerenses, con más de diez reiteraciones, sumados a múltiples quejas de todo el barrio, y no hemos tenido ni siquiera una visita por parte de la empresa” agregó el vecino: “esto es insostenible y necesitamos asistencia urgente” .

En los últimos días, al compás de los golpes de calor y en una armonía inquietante con los apagones, el servicio que gestiona la firma estatal ABSA, potabilizadora y distribuidora, se precipitó a un estado de virtual colapso. Ocurre desde hace varios años, pero cada temporada algún nuevo barrio platense “cae en la volteada” de pasar varios días consecutivos con las canillas secas.

NI CANTIDAD, NI CALIDAD

Villa Elvira, Tolosa, Ringuelet, San Carlos, barrio Mondongo, Villa Castells, barrio Norte, La Loma... Los nombres de los barrios afectados se suceden sin solución de continuidad. ABSA atribuye parte de los inconvenientes a “problemas de baja tensión y cortes de energía eléctrica que dificultan el funcionamiento en algunos de los pozos de producción de agua que alimentan a varios sectores de la Ciudad”.

En muchos de los casos, las quejas por la cantidad se superponen con otras acerca de la calidad del agua. Salinidad y exceso de sedimentos son destacados por los vecinos como problemas que obligan a recurrir al agua envasada como regla y no como excepción, provocando golpes significativos al bolsillo.

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