A la macromalla que mejorará la red de distribución y que va por la segunda etapa, se sumará la construcción de una cisterna junto al actual tanque de la calle Tucumán, que quintuplicará su capacidad de almacenamiento. Hoy, sólo se pueden almacenar 700 metros cúbicos y por las características del sistema, la provisión se interrumpe rápidamente ante un corte de energía o la rotura de una bomba.

La nueva cisterna cambiará esa situación, ya que contener más de 4 mil litros y podrá continuar funcionando hasta 12 horas aunque se haya interrumpido el bombeo. La falta sistemática de inversión durante muchos años provoca deficiencias que los vecinos sufren cotidianamente y que cambiarán gracias a estar obras, pensadas para mejorar las presiones y caudales dentro de la red existente. Estos problemas son notados especialmente en los meses más calurosos presentándose situaciones críticas en sectores urbanos con muy baja presión o sin servicio.

La Municipalidad aseguró que es muy importante que la comunidad tome conciencia acerca del consumo responsable del agua. La utilización del agua de la red pública para llenar piletas y piscinas, para el lavado de vehículos y el riego, además de estar sancionada por diversas normativas, impacta sobre el resto de la población y puede ocasionar interrupciones en amplios sectores de la ciudad. En otras ocasiones, se conectan bombas para extraer agua de la red generando succión con el riesgo potencial de contaminar la red al ingresar agua de las napas por alguna falla o rotura.

Esta situación se terminará al lograr la presurización de la red. Son obras significativas que nuestra ciudad necesitaba hace tiempo y que permitirán brindar mejores servicios y mejorar la calidad de vida de todos los vecinos y que se realizan pensando en el largo plazo, con la mirada puesta en el crecimiento de la ciudad y no solamente en resolver los problemas en el corto plazo.