Dicen que las penas con pan son buenas. Pero con la crisis, ir a comprarlo ya podría causar lamento en el bolsillo de los puntanos. Y es que con el anuncio de un nuevo aumento, de un 15  por ciento, el kilo en los locales del centro pasaría de $36 y a superar los $40. En las panaderías aseguraron que  el monto final del incremento dependerá del precio que se fije en Buenos Aires. Aseguran que el ajuste reflejaría el alza en la harina y los servicios.  En el rubro también mencionaron que la crisis ha generado una baja en las ventas que llega hasta un 30 por ciento.

 

“Es inminente la suba porque la realidad de Buenos Aires es la misma que acá en San Luis. Al pagar materia prima, sueldo y costo impositivo el gasto que tenemos para abrir las panaderías ha superado al precio de venta”, dijo Gabriel Bossio, dueño de una panificadora.

 

Si bien indicó que aún no se han reunido los representantes del rubro para fijar de cuánto será el aumento, sostuvo que no considera que llegue al 20 por ciento como anunciaron en Buenos Aires. “Si bien el precio de los costos es el mismo, el poder adquisitivo que tienen en capital no es igual al de acá. Pero seguro tendremos que hacer el esfuerzo y ajustar”, lamentó el comerciante.

 

Actualmente el precio del pan francés, el más consumido, puede costar en los comercios del centro entre 30 y 36 pesos. Con un incremento de un 15 por ciento se iría a $34,50 y $41,40 el kilo. En caso de ser un 20%, como anunciaron en Buenos Aires, sería de $36 y $43,20, respectivamente. Mientras que en los barrios hoy puede conseguirse por $18.

 

El delegado normalizador del sindicato de Panaderos, Darío Martinelli, sostuvo que aún no se han reunido para fijar los nuevos aumentos, pero prevé que será a comienzos de la semana que viene. “Hemos hablado con los representantes de Buenos Aires y están considerando un 15 por ciento de aumento. Pero después se verá en cada provincia de cuánto será. Las panificadoras han tenido un aumento en los costos de producción y en los servicios como la luz y gas y eso se ve reflejado en el precio final”, argumentó el representante.

 

Bossio mencionó que la diferencia radica en los costos que deben afrontar quienes tienen sus comercios en pleno centro. “Los alquileres son más caros al igual que el pago de los servicios”, aseguró.

 

Un nuevo aumento en los productos de panificación también generaría una nueva baja en las ventas. Una tendencia que, según los mismos propietarios, se viene dando desde el año pasado.

 

“En el 2016 han caído en un 30 por ciento. Hay un problema grave en el sector. Si esto sigue así, las panaderías van a empezar a dejar a la gente sin trabajo. Considero que, tanto el gobierno municipal como el provincial, deberían tomar una medida porque tienen que dar una ayuda al sector”, argumentó Bossio.

 

En Crocantes, ubicada en avenida Illia, también señalaron que las ventas decayeron cerca de un 20 por ciento. “En enero se notó mucho una baja porque ya no estaba el tour de San Luis ni los carnavales que las mantenían y eso no ocurrió este año. Pero es una crisis que está afectando a todos los rubros”, dijo la dueña, Mirta Sánchez.

 

En Claudale's, también mencionaron que cambió la forma en que los puntanos consumen pan. “Compran 10 pesos, ya no se llevan un kilo como antes. Cuidan más el bolsillo”, comentó una de las empleadas.