Advierten que el Gobierno no podrá controlar la inflación si no baja el déficit fiscal

Advierten que el Gobierno no podrá controlar la inflación si no baja el déficit fiscal

Un estudio privado y el ex vice del Banco Nación coinciden en que la solución no es la suba de tasas del BCRA.

La suba de tasas del Banco Central no provocará un freno de la inflación, y el Gobierno deberá reducir el gasto público para controlarla. A esa conclusión arribaron, con matices, un informe de la consultora Idesa y el ex vicepresidente del Banco Nación, Enrique Szewach.

El rebrote de la inflación en el primer trimestre generó alarmas en el Gobierno y en el mercado, y la reacción más contundente la tomó Federico Sturzenegger, que resistió las presiones políticas y subió 1,5 puntos porcentuales la tasa de referencia. Esto generó críticas -sobre todo de los sectores productivos- porque generará un nuevo freno a la recuperación de la economía.

En ese sentido, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) analizó la medida y sostuvo que las críticas no deberían orientarse hacia el Banco Central sino al resto de las áreas que toman decisiones de gasto público no coherentes con la meta de inflación (entre el 12 y el 17%). "Para bajar la inflación se requiere más austeridad e innovación en la gestión del Estado", dice el informe.

La advertencia se da justo cuando se conoce que el gobierno de Macri aumentó en 25% la estructura del Estado, a partir del crecimiento del número de ministerios, secretarías y direcciones nacionales. Es por eso, como contó La Nación, que en la Rosada se habla del crecimiento a pleno de "la fábrica de ravioles" por el organigrama del Estado.

 

Para evaluar las posibilidades que el BCRA tiene de alcanzar la meta inflacionaria, Idesa trazó algunos paralelos con el pasado reciente. Según datos del Ministerio de Hacienda entre 2009 y 2013 la inflación fue del 23% anual y el déficit fiscal alcanzó en promedio al 3% anual. Entre 2014 y 2016 la inflación fue del 36% y el déficit alcanzó en promedio al 6%. Para el 2017 la meta de inflación es de entre el 12% y 17% pero en el primer bimestre el déficit se ubicó por encima del 6% del PBI.

"Estos datos sugieren una cierta correlación entre la magnitud del déficit fiscal y la tasa de inflación", plantea el informe. Si bien no hay una proporcionalidad directa, ya que la inflación depende de muchos factores además del fiscal, los precios no desacelerarán con fuerza hasta tanto el Gobierno no reduzca el rojo, sostiene la consultora. Se trata de un tiro por elevación al ministro Nicolás Dujovne, encargado de la reducción del gasto.

 

"En otras palabras, se adoptó una meta de inflación que exige una reducción de gasto público mucho más rápida y profunda que la que se viene aplicando", continúa Idesa, que cuestiona el gradualismo del gobierno porque "posponer decisiones que apunten a dar racionalidad al sector público también genera costos sociales". "¿Es socialmente menos costoso demorar la reactivación de la producción que tomar medidas para reducir el gasto público?", plantea.

En un sentido similar se expresó el economista Enrique Szewach, vicepresidente del Banco Nación hasta hace algunas semanas, cuando asumió la nueva conducción. El ex funcionario de Cambiemos defendió la política de Sturzenegger y también puso el ojo en el gasto.

 

"La verdadera discusión es que el gasto público es insostenible, como es insostenible genera un sistema impositivo impagable. Y como genera un sistema impositivo impagable las empresas no pueden competir. Entonces no le echemos la culpa al Banco Central", aseguró en una entrevista en radio Mitre.

Szewach defendió la idea de Sturzenegger de bajar la inflación mediante la suba de tasas aunque hay indicó que hay una serie de medidas que que son necesarios para que el proceso sea efectivo, sobre todo si se pretende mantener el tipo de cambio bajo. "Para convivir con un tipo de cambio que va a ser bajo necesitás otro sistema impositivo, bajar el gasto, hacer una reforma del estado. Todo eso se promete hacer después de las elecciones", indicó.

 

"Nuestra meta hoy es preparar a la Argentina para un mundo de largo plazo. Eso implica hacer las reformas que hay que hacer, bancarse que el Presidente del Banco Central se siente sobre el problema de la inflación y movernos todos alrededor de eso", concluyó Szewach.

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