Adulteran oficio judicial, y víctima de violencia casi es excluida de su hogar

Adulteran oficio judicial, y víctima de violencia casi es excluida de su hogar

Una mujer, víctima de violencia de género denunció en la Comisaría de la Mujer de Aristóbulo del Valle que su esposo, un policía que trabaja en Alba Posse, Pedro Bareyro (30) la agredió psicológica y físicamente a ella, y la hija de ambos de 2 años quién recibió un golpe en la nariz. María realizó la denuncia el 2 de diciembre pasado en esa dependencia policial -y no en Alba Posse, o en Santa Rita, donde vive- porque el marido la asustaba con que por ser policía y trabajar en esa comisaría nadie iba a ayudarla.

El 29 de diciembre recibió un oficio judicial que debía abandonar su casa en el término de tres días bajo apercibimiento de ser arrestada si no cumplía con esa orden. Desde la Comisaría de la Mujer le notificaron que el Juzgado de Familia de Oberá, decidió que la vivienda que compartía con su hija, le correspondía a su ex marido, y fijó una audiencia para el 2 de marzo próximo. El policía utilizó el dato de la denuncia realizada en Aristóbulo para alegar que ella vivía en esa localidad, acusarla de abandono de hogar y así quedarse con la casa.

Ante esto, desesperada -por tener que abandonar su hogar con su hija de 2 años, sin tener adonde ir, y que su ex esposo violento tuviera el apoyo de la Justicia y de la policía- la mujer buscó ayuda en los diputados Héctor Bárbaro y en Myriam Duarte (PAyS-NE), quien se reunió el sábado 3 de enero con el juez que subroga al de Familia, José Gabriel Moreira -que está en receso por la feria judicial- Carlos Alfredo Cassoni (del Juzgado Civil y Comercial), a quien le explicó que es incomprensible que ante una denuncia de violencia de género, la víctima sea excluida del hogar con su hija menor de edad, y más aún antes de la fecha fijada para la audiencia.

Finalmente, cuando Cassoni se comunicó con su colega y vio el expediente, constató que el juez Moreira había tomado la decisión correcta, es decir, "excluir al hombre de la casa, dejándola en usufructo de la mujer y la niña, hasta tanto se realice la audiencia", y además ordenó una restricción para el policía de acercamiento a 300 metros del domicilio conyugal.

“O sea que el empleado responsable de transcribir la resolución del juez de Familia al oficio que se le envió a la policía, cambió los nombres de lugar: donde estaba el nombre del policía que es quien tenía que abandonar la casa, escribió el de la víctima que debía quedarse y viceversa, un claro hecho de adulteración de documento público”, explicó la diputada Duarte.

Agregó además, que “claramente hay funcionarios judiciales que responden a ciertos amigos en la policía, y ésta modificación en el texto tenía un efecto absolutamente opuesto a la medida dictada por el juez, o sea que constituye una falta muy grave. Finalmente se redactó el oficio correcto, dirigido a las Comisarías de Aristóbulo del Valle y a la de Alba Posse, y le entregaron una copia a la víctima”.

La legisladora recordó que cuando el juez subrogante “accedió a recibirnos un día sábado, no consiguió que nadie del Juzgado de Familia de Oberá fuera a abrirle la puerta, lo que también es una falta grave porque un Juzgado de Familia que atiende asuntos tan sensibles, debería tener siempre garantizada una guardia". Por otro lado, en la Comisaría de la Mujer de Aristóbulo, aún sabiendo que esa orden judicial era un despropósito y que perjudicaba a la víctima y su hija, no la cuestionó, ni protegió a María.

"El límite fue ver que mi hija recibía un golpe"

María relató su historia, parecida al de muchas víctimas de violencia de género: “Mi hija de 2 años y yo fuimos maltratadas psicológicamente con torturas, insultos, amenazas, y vivíamos permanentemente con miedo. Mi marido comenzó a agredirme desde que estaba embarazada. Cuando tenía ataques de ira, empezaba a tirar las cosas al piso, golpeaba las puertas y la nena asustada se quedaba quieta acurrucada a mí", destacó, y recordó que su ex esposo tiene denuncias de otras dos mujeres, una de ellas, madre de su hijo de 11 años.

Expresó que "la última vez, en diciembre fue peor y por eso decidí hacer la denuncia, mi hijita recibió un golpe con un celular en la nariz y a mí me dio una trompada en un ojo. Entonces la levanté en brazos y salí desesperada a buscar ayuda en la Comisaría de la Mujer de Aristóbulo, y casi un mes después recibí una notificación que tenía tres días para irme de la casa con mi hija sin nada. Totalmente desamparada y desesperada sin saber qué hacer, Dios puso en mi camino a los diputados Cacho Bárbaro y Myriam Duarte, y a Muriel Arensburg -que trabaja con ella- quienes fueron al Juzgado de Familia de Oberá y solucionaron todo, porque alguien, amigo de mi ex esposo había invertido el orden de los nombres, y mi hija y yo injustamente íbamos a ser víctimas de una trampa porque el autor de los hechos, el maltratador es un policía. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia la diputada Duarte, y ojalá lo que me pasó a mí sirva para que otras mujeres tengan el coraje de denunciar cuando las maltratan", manifestó María.

Todas las víctimas que sufren violencia de género pueden llamar a la línea telefónica gratuita con alcance nacional 144, que atiende ese tipo de consultas, y está disponible las 24 horas de todos los días del año. Quienes viven en Misiones y padecen violencia de género, también pueden denunciar llamando a la Línea 137 que funciona en la provincia.

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