Adolfo Rodríguez Saá: “Quedan cosas por hacer, los invito a trabajar unidos”

Adolfo Rodríguez Saá: “Quedan cosas por hacer, los invito a trabajar unidos”

El Senador Nacional disertó en Concarán. Contó experiencias y nuevas metas durante la charla “Tres claves para el futuro exitoso de San Luis".

Encuentros, emociones y expectativas. Las tres sensaciones se mezclaron el viernes por la noche en Concarán, cuna de dirigentes históricos de San Luis, la localidad que Adolfo Rodríguez Saá visitó para ofrecer la charla “Tres claves para el futuro exitoso de San Luis”, la disertación que impulsa la fundación Fisal y que mantiene al ex gobernador puntano de gira por toda la provincia. Allí, en el salón municipal Ítalo Sergiani, además de encontrarse con viejos militantes peronistas, el senador nacional también mantuvo diálogos con jóvenes del pueblo, a quienes, durante su clase, dio consejos instándolos a luchar por sus sueños personales sin perder la mirada en los anhelos sanluiseños.

 

Luego de recibir cálidos saludos a su llegada, Adolfo se paró frente a su atril y anticipó que, por el lugar que visitaba, se saldría varias veces del libreto que había preparado especialmente para la ocasión. “Concarán es un lugar especial para mí. Y es especial porque es la tierra de un gran gobernador: don Elías Adre, peronista, un enamorado, un apasionado de Concarán. Cuando venía para acá recordé aquellos viajes por ruta de tierra que hacíamos en los años setenta. Mis primeros pasos en la política los di aquí. No puedo dejar de recordar a don Sinibaldo Franco, del Departamento San Martín, otro dirigente histórico. No puedo dejar de recordar a doña Amalia de Sergiani, casi una vocera de las necesidades de esta localidad. Antes, para el interior, todo era más difícil. No sólo por las distancias físicas, también había distancias espirituales. El interior luchaba por ser escuchado frente San Luis capital y a Villa Mercedes. Para eso armó la Liga del Norte, era una unidad de todos los pueblos para reclamar por sus derechos. Cuando era diputado defendí proyectos para esta zona y como gobernador inauguramos aquí el hospital, algo maravilloso. Lo mismo que en Buena Esperanza. Nos criticaron, pero el tiempo nos dio la razón. Este lugar es cuna de dirigentes, incluso de la oposición, como don Juan Villegas y luego su hijo Orlando, gente que ama a su pueblo, a su provincia”, recordó Adolfo.

 

“No puedo olvidar a doña Amalia de Sergiani cuando, con todo su señorío, me hacía reclamos para su pueblo. Pero no eran inquietudes personales, ni sectarios. Eran para su tierra, para su gente. Ella pedía caminos, libros, educación. Eso es valioso para los jóvenes, es lo que deben imitar. Ella miraba por el progreso de su pueblo”, remarcó.

 

Más tarde el senador nacional se refirió a los sueños que, en sus inicios como gobernador, persiguió junto a sus primeros equipos del Ejecutivo: “Nosotros empezamos este camino soñando, éramos un grupo de soñadores que queríamos para San Luis diques, caminos, autopistas, acueductos, hospitales, fábricas, empleo para nuestra gente. Soñábamos con transformar San Luis”, recordó. “Me decían ‘no se puede, Adolfo’, pero demostramos que sí se podía. Logramos transformar Concarán, transformamos toda la provincia”, añadió.

 

“Teníamos treinta años, éramos jóvenes. Y desde la adversidad logramos conquistar los sueños. Nos costó mucho trabajo, pero pusimos el esfuerzo. Por supuesto que había discusiones entre nosotros, debatíamos, pero eran por nuestros sueños. Levantamos nuestra autoestima, porque sin ella es muy difícil lograr el éxito”, reflexionó Rodríguez Saá.

 

“Todos tenemos que defender lo logrado más allá de la política. Como lo hacía don Juan Villegas o doña Amalia, que no sé qué bandera política tenía, pero que reclamaba por obras para su Concarán. Eso tienen que saber ustedes, los más jóvenes”, agregó Adolfo con la mirada puesta en un grupo de chicas y muchachos que lo escuchaban.

 

Casas con justicia social

 

En otro momento de su disertación, Adolfo mostró su experiencia para resolver problemas de gestión y utilizó, con un caso puntual, un problema del que hoy se habla en Concarán. “Antes de venir me dijeron que acá nos podía esperar una protesta de un grupo de gente por un inconveniente con viviendas. Consulté cuál era el problema y me contaron que hay cinco adjudicaciones de casas que obtuvo gente que, aparentemente, tiene el dinero o los medios para tener su casa de otro modo y que, por ello, serían desadjudicados. Esto se resuelve muy simple. Esa gente, si considera que la desadjudicación es injusta, tiene que presentar un recurso. Y si tiene razón, la casa será suya. Si no tiene razón, la vivienda irá para la gente que sí la necesita. En estos casos hay que considerar la justicia social. Bajo ese principio se resuelven todos estos problemas. Por eso no tuve inconvenientes en venir, en San Luis se puede actuar con libertad y justicia social. Por eso vine tranquilo y sonriente a Concarán”, sostuvo.

 

“No sé si esto que dije enojará a alguien, pero a los intendentes, concejales o legisladores siempre les digo lo mismo. Si pueden tomar mi experiencia para gobernar mejor, tómenla. Es simple, hay que analizar las cosas con justicia social. Por eso hay libertad y tranquilidad en San Luis”, subrayó.

 

Los hospitales de Alberto

 

En otro tramo de la charla, Adolfo detalló la principal herramienta que llevó a San Luis al éxito: la buena administración de los recursos. “Muchos, en otras provincias o países, me preguntan cómo hicimos para llevar a la provincia a lo que es hoy y el secreto es que tenemos una escuela de administración. Desde 1990 entre gastos corrientes e inversiones en infraestructura tenemos equilibrio. Son cincuenta y cincuenta, algo único en el mundo. Hace días me dijeron que Alberto contará, para 2017, con un presupuesto de 22 mil millones de pesos. Yo no sé qué obras hará. Sí se que hará muchas, porque destinará la mitad de ese dinero, 11 mil millones, para infraestructura”, remarcó ovacionado.

 

“Yo sabía que Alberto tenía pensado hacer once hospitales y me puse feliz. Pero el otro día en un congreso del PJ, Alberto reveló que construirá dieciséis. Le saqué el micrófono y le dije ‘Alberto, ¿no eran once?’. Y respondió: ‘Dije once, pero ahora haré dieciséis. Quiero que cada pueblo puntano tenga su propio hospital’. Y recordé cuando, hace treinta años, nosotros soñábamos con tener un botiquín en cada pueblo. Ahora, tres décadas después, San Luis puede construir un hospital para cada localidad. Se puede y por eso necesito que los jóvenes se pongan a pensar en su futuro, en el porvenir de su provincia. Quedan cosas por hacer y las tenemos que hacer y los invito a hacerlas juntos, unidos”, expresó.

 

Luego de la ovación del público Adolfo tomó aire y reiteró: “Escúcheme, Concarán. Lo repito para que se entienda. ¡Lo que queda por hacer, tenemos que hacerlo unidos…unidos!”, subrayó.

Comentá la nota