Calidez, cariño y admiración. Esos tres sentimientos le prodigó la gente de San Francisco del Monte de Oro al senador nacional Adolfo Rodríguez Saá en su visita a la localidad. Fue anteanoche, cuando llegó al norte provincial para disertar sobre las "Claves para el futuro exitoso de San Luis", la charla que impulsa la fundación Fisal y que lo mantiene, una vez más, de gira por todos los distritos puntanos.

La llegada y el egreso del ex gobernador a la histórica Escuela Normal "Domingo Sarmiento" fueron idénticos: la gente lo recibió y despidió entre abrazos, besos y fotos. Chicos y grandes, además de escucharlo con atención durante 80 minutos, no quisieron perder la ocasión de compartir un momento con él y cruzar algunas palabras.

La recepción primero estuvo a cargo del intendente sanfrancisqueño, Juan Carlos Eduardo, y luego, previo a la disertación, la directora de la escuela, Roxana Camargo, le pidió que firmara el libro de visitas ilustres que ha recibido el colegio y luego le entregó un regalo.

De saco gris, pantalón oscuro y camisa clara, Adolfo se paró frente a su atril y comenzó a desandar sus experiencias como primer mandatario provincial, dirigente peronista y legislador nacional, pero también contó momentos de su juventud y la lucha por conquistar sus sueños.

En el auditorio había muchos adolescentes que escucharon sus consejos y su aliento a trabajar duro por ellos, su familia y su terruño. En ese tramo de la charla valoró la misión que cumplió la localidad con la educación nacional. "Vengo a hablar de nosotros, de ustedes. San Francisco es la cuna de la escuela argentina. Acá, en este pueblo, empezó a enseñar Sarmiento, el gran maestro argentino. Ese enorme presidente que tuvimos. Aquí nació la escuela pública argentina. De acá surgieron y se prepararon los maestros y maestras que salieron luego a enseñar por todo el país. Como aquella primera maestra que tuvo el presidente Raúl Alfonsín en Chascomús o como Carolina Tobar García, que soñaba con estudiar medicina. Pero se recibió primero de maestra y luego sí pudo concretar su sueño de convertirse en médica. Fue psiquiatra, se capacitó hasta en Estados Unidos y fue una pionera al crear las escuelas especiales. Ella luchó por su sueño y ustedes, chicos, tienen que seguir su ejemplo", reveló.

En otro momento de su mensaje Adolfo evocó sus épocas de estudiante de derecho junto a Alberto. "Mi padre me dijo 'Adolfo estudiá para maestro. Eso te va a servir por si me pasa algo'. Le hicimos caso con mi hermano. Y cuando estudiábamos derecho, Alberto entró a trabajar de maestro de dibujo y al mismo tiempo estudiaba. Se bancaba sus estudios y me bancaba los míos. ¡Qué hermano!, ¿no?. ¡Qué hermano!", reflexionó, sonriendo, ante el aplauso del público.

Defender los liderazgos

Luego, el senador profundizó sobre las renovaciones institucionales, el rol de los jóvenes y de las mujeres: "Yo propuse al partido al que pertenezco que el cincuenta por ciento de cargos sea integrado por mujeres. Y fomenté que los jóvenes, en un cincuenta por ciento, también ejerzan responsabilidades. Hay que darle lugar a la sangre nueva, a la mujer para que convivan con aquellos que tenemos experiencia. Pero no tengo miedo a perder mi lugar, al contrario. Yo defenderé mi lugar trabajando. Cuidaré mi espacio con trabajo, con proyectos, con energía y amor. No tengo por qué temer si continúo trabajando", remarcó en una clara alusión a los liderazgos.

"Ustedes, los chicos, tienen que soñar, soñar en grande por ustedes y sus familias, por su pueblo, por San Luis. Pero trabajen duro, sostengan el esfuerzo, que no les digan que no se puede. Yo les digo que sí se puede. Con sacrificio, pero con la verdad y siempre con respeto", aconsejó Adolfo.