Adolfo Pérez Esquivel visitó el Jardín Maternal municipal que lleva su nombre

Adolfo Pérez Esquivel visitó el Jardín Maternal municipal que lleva su nombre

En un encuentro encabezado por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y el intendente Miguel Lunghi, este lunes el Municipio de Tandil descubrió una placa en el Jardín Maternal que funciona en el Club Hípico y que lleva el nombre del destacado referente social y luchador por los derechos humanos.

Del acto también participaron padres, docentes y alumnos del jardín, integrantes de la comunidad educativa de los jardines San Francisco de Asis y 902, alumnos y directivos de la Escuela Nacional Adolfo Pérez Esquivel de Olavarría y de la Escuela Nacional Ernesto Sábato de nuestra ciudad, autoridades de la Universidad Nacional del Centro, funcionarios municipales, concejales y consejeros escolares.

El Jardín Maternal “Adolfo Pérez Esquivel” fue puesto en marcha por el Municipio en julio pasado, como parte de las políticas educativas y de integración social que se llevan adelante en los distintos barrios.

El espacio funciona en un remodelado edificio ubicado en el predio del Club Hípico, donde el Municipio desarrolla un importante espacio social, deportivo y educativo al norte de la ruta nacional 226.

La nueva institución educativa municipal cubre la demanda existente en esa zona de la ciudad y se suma a los tres jardines maternales municipales ya existentes en el barrio Parque Movediza, La Movediza y Las Tunitas.

Está concebido como un espacio que no se limita al cuidado de los niños, sino que desarrolla una acción educativa planificada, sustentada en principios pedagógicos, utilizando métodos que responden a las características y necesidades vitales de los pequeños, como el alimento o la higiene, favoreciendo el crecimiento y desarrollo del bebé mediante actividades con criterio didáctico.

Actualmente la institución funciona con unos 40 chicos distribuidos en dos turnos. Por la mañana de 8 a 12 y por la tarde de 13 a 17.

En su discurso el intendente Lunghi expresó: “para todos nosotros es un honor recibir a un premio Nobel de la Paz, a un mensajero de la paz y a un extraordinario luchador por los derechos humanos como es Adolfo Pérez Esquivel. Gracias por acompañarnos, estar y compartir. El 15 de Julio de este mismo año pusimos en marcha este sueño del Jardín Maternal, una demanda sentida e imprescindible. Nos propusimos como cada día un trabajo conjunto con los vecinos del barrio, las familias de los chicos y la comunidad educativa”.

“Brindar a los niños y niñas las condiciones ambientales, afectivas  y de atención, adecuadas para asegurar su desarrollo integral. Facilitarle al niño una estimulación temprana, acompañada con la interacción con otros niños, permitiendo así socializarse con pequeños de su misma edad, compartiendo juegos, tiempo y diversas actividades. Establecer vínculos con las familias y promover su participación para que puedan aportar ideas, plantear inquietudes y resolver conjuntamente los problemas que se presenten en la crianza de sus hijos, disfrutando a la vez de ser parte del Jardín”, continuó explicando.

El jefe comunal también señaló que “a este espacio altamente significativo decidimos ponerle el nombre del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, un hombre comprometido con las causas más nobles pero además con un trabajo de décadas acompañando a niños y adolescentes. Una prueba de ello es La Aldea de Jóvenes para la Paz del Servicio Paz y Justicia, un proyecto educativo – productivo que cuenta con dos centros, ubicados en los partidos de General Rodríguez y Pilar”.

“Son las acciones concretadas por décadas, en las que Adolfo trabaja sensible y activamente acompañando la defensa de la educación, la preservación del medioambiente y el permanente mensaje de una cultura de paz. Cuatro palabras lo definen a Adolfo Pérez Esquivel: paz, justicia, lucha y esperanza. No son solo palabras, son las causas que le han dado razón a su vida, son sus acciones cotidianas, que refieren cabalmente a Adolfo y su lucha en defensa de los Derechos Humanos. En representación de los vecinos de Tandil, le doy la bienvenida. Lo recibimos con el afecto y la admiración que nos provoca su coherencia que ha sido un credo de vida y un credo de fe en la lucha por una Argentina mejor”, afirmó Lunghi.

A su turno Adolfo Pérez Esquivel manifestó: “es un honor estar con ustedes y les agradezco mucho y quiero aclarar algunas cosas. Yo agradezco los reconocimientos, pero incluso cuando me dan el premio Nobel lo asumo en nombre de los pueblos de América Latina, no es un trabajo individual, no es de una persona, es un trabajo compartido por miles de personas, indígenas, campesinos, religiosos y educadores que caminamos juntos tratando de cambiar un mundo violento por un mundo donde podamos reconocernos como hermanos y hermanas”.

“Les agradezco todo esto que hacen y que motiva, porque esto nos tiene que ayudar a crecer y a pensar. Como educador, fundamentalmente lo que soy, creo que la educación comienza por estos niños, desde que nacen. Esto les va generando otra mirada, otra forma de comprender la vida y lamentablemente estamos en sociedades violentas y tenemos que cambiarlo por una cultura de paz y para esto hay que generar conciencia crítica y valores”, aseguró.

Además el premio Nobel de la Paz continuó diciendo: “espero que todo esto que hacen con el jardín maternal y con otros que el Municipio ha generado en distintos lugares pueda ayudar a construir la paz, no como la ausencia del conflicto, sino con trabajos concretos y el caminar de los pueblos”.

“La democracia no se regala, la democracia se construye, y se construye con el derecho a la igualdad para todos y todas, es la única forma de construir la democracia. La democracia son valores indivisibles de los derechos humanos, no solo los derechos humanos de lo que pasó en la dictadura, lo que está pasando hoy en la vida de los pueblos”, añadió.

Finalmente afirmó que “es posible un mundo mejor, es posible cambiar una sociedad violenta por una sociedad solidaria. Es posible porque todos y todas estamos comprometidos desde la educación, desde lo social y desde lo político. No hay que tenerle miedo a la política, estoy hablando de la política con mayúsculas y no la poliquetería. La política como la búsqueda del bien común de una sociedad, la política cuando está al servicio del pueblo tiene validez, la invalidan aquellos que hacen un mal uso de la política. Les deseo mucha fuerza, mucha esperanza y como decimos en América Latina, hasta la victoria siempre”.

Durante el encuentro una de las alumnas de sexto año de la Escuela Nacional Adolfo Pérez Esquivel de Olavarría leyó unas palabras que escribieron para él, en las que resaltaron la importancia de las instituciones en la vida de las personas, especialmente el jardín y la escuela que crean un vínculo de pertenencia que dura toda la vida.

En ese sentido remarcaron “el orgullo y la dicha” que les da que una de las instituciones que ellos eligieron lleve el nombre de Adolfo Pérez Esquivel. “Por eso debemos trabajar todos los días para construir un espacio que sostenga y defienda los ideales del hombre al cual elegimos como referente, que dedicó su vida, y aún hoy lo sigue haciendo por la defensa e igualdad de los pueblos. Por este motivo es que lo acompañamos hoy, por el sentido de pertenencia y porque Adolfo ya es parte de nosotros y de nuestras vidas. Y en agradecimiento a su constante presencia y su compromiso con la institución y los estudiantes, siempre que nos sea posible estaremos junto a él, para de alguna manera contribuir a su lucha”, indicaron.    

Antes del descubrimiento de la placa identificatoria, el intendente Lunghi entregó a Adolfo Pérez Esquivel una réplica de la Piedra Movediza, símbolo de la ciudad. Los chicos del Jardín Maternal y la directora de la institución Eliana Grill también le obsequiaron un presente realizado por ellos mismos, al igual que hicieron los integrantes del Centro Cultural Atrapasueños.

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