Acusan a bandas narco por los saqueos en Rosario

Acusan a bandas narco por los saqueos en Rosario
El gobierno santafecino cree que fue un ensayo para demostrar poder; ayer volvió la calma
Los saqueos y ataques a supermercados en la zona sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez dejaron marcas palpables sobre el origen de los desbordes, que desde el gobierno de Santa Fe atribuyen a bandas ligadas al narcotráfico. Estos grupos ensayaron durante 24 horas una demostración de poder en las calles de estas ciudades.

El gobernador santafecino, Antonio Bonfatti, y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, coincidieron en el diagnóstico y la calificación de los centenares de personas que participaron en los intentos de ataques a comercios: "Fueron delincuentes". La frase que ensayó Bonfatti, un día después de una jornada de tensión que dejó 84 detenidos (16 menores fueron liberados anoche), demarcó el terreno político por el que decidió moverse el gobierno santafecino ante los hechos. "No me va a temblar el pulso para disponer de todas las fuerzas para reprimir este tipo de delitos", dijo el mandatario santafecino.

A partir de esa definición, desde el Ministerio de Seguridad santafecino desgranaron una serie de interpretaciones sobre el origen de los hechos, que evitaron encuadrar como saqueos y restringieron a cuestiones "delictivas". "No existió una demanda social", aclararon.

Las pistas que posee el gobierno provincial se encaminan a incriminar a grupos ligados al narcotráfico. Las sospechas apuntan a Los Monos, que lograron dominar la zona sur de la ciudad desde villa La Granada desde fines de los 90.

Esta banda, liderada por la familia Cantero, fue desarticulada en parte tras el inicio de una investigación en la justicia provincial. "Actúan con la ayuda y el apoyo de otras bandas", señalaron. El expediente 913/12 está por cerrarse e ir a juicio. Los Monos están sospechados además de ordenar el atentado contra la casa del gobernador Bonfatti.

Los saqueos comenzaron en la madrugada del miércoles en Villa Gobernador Gálvez, cuando el supermercado chino Hua Ding iniciaba la mudanza del local ante el temor de que volvieran a producirse robos masivos, como en diciembre de 2012.

Los incidentes continuaron hasta la madrugada de ayer y los 80 efectivos de la Guardia de Infantería que estaban apostados en esa zona usaron balas de goma y gases lacrimógenos para descomprimir los intentos por copar el predio. Allí resultaron heridas de bala tres personas y hubo 40 detenidos, entre ellos los cinco encargados del supermercado, donde se secuestraron cuatro armas de fuego, que fueron utilizadas para disparar desde los techos del local. Incautaron una pistola 9 mm, que había sido robada a un policía de Córdoba.

A partir de lo que sucedió en Villa Gobernador Gálvez los intentos de saqueo se trasladaron a la zona sur de Rosario, donde la policía abortó otras incursiones en supermercados, la gran mayoría chinos.

La amenaza de que los saqueos se reactivaran provocó que muchos comercios de ese sector de la ciudad cerraran sus puertas. Los que prefirieron reabrir lo hicieron con custodia policial y privada, armados, y con las persianas bajas, como en Sanguinetti y Aldao, donde en los techos un hombre vigilaba apostado con una escopeta. También se impuso como barrera de defensa el uso de contenedores cargados con tierra en el frente de los locales. En Lamadrid al 1800, otro supermercado chino amaneció cerrado y con un volquete. "A la noche hubo disparos de balas de goma y otras armas también. Fue terrible", contó un vecino. El director de la Federación de Supermercados Chinos, Miguel Calvete, no descartó que detrás de los saqueos o robos a ese tipo de comercios "está metida la interna policial, con mano de obra desocupada"..

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