Por ahora, desde la Municipalidad solo confirman que están trabajando técnicos de la Dirección de Hidráulica y del Acueducto del Río Colorado.

El secretario de Obras Públicas, Mario Cortina, confirmó que técnicos de la Municipalidad santarroseña y de AdC SAPEM están trabajando en los aspectos técnicos del convenio. Pero no brindó más información: “Acordamos que íbamos a hablar cuando haya novedades para anunciar”, dijo. Ante las consultas sobre los aspectos que estaban acordando y consensuando, el secretario municipal fue hermético.

El texto del borrador del traspaso fue remitido el 4 de enero. El gobernador Carlos Verna le dio volumen institucional, cuando en el mensaje de inauguración del período adelantó la propuesta de la colaboración de la Provincia al mantenimiento del acuífero Santa Rosa-Anguil-Uriburu.

Pero ese primer borrador fue rechazado en forma terminante por un sector del bloque del FrePam. Las críticas fueron muy duras, que incluían cuestionamientos a la decisión política del intendente Leandro Altolaguirre de ceder el manejo del acuífero a la firma que está cuestionada por el reiterado desabastecimiento de agua potable de la capital provincial por las roturas del acueducto.

Hubo una conferencia conjunta entre el presidente de AdC, Juan Mecca, y el intendente santarroseño, pero esto no aceleró el tratamiento. Después el propio intendente fue a respaldar el convenio a la comisión al pedir la aprobación.

Otros planteos realizados por los concejales disidentes fueron estrictamente técnicos: la falta de determinación del precio que tendrán que pagar los santarroseños y la falta de precisión en el plan de obras que supuestamente realizaría la empresa provincial. Estos son los puntos que deberá conformar la nueva redacción del convenio.

El avance del acuerdo que firmarían la Municipalidad y AdC es lento en la parte técnica, por los tiempos que ya consumió redactar el convenio definitivo. Hablar de cuestiones “técnicas” es, a veces, una salida cuando la parte política se empantana.

El final se puede precipitar. Nadie se arriesga a responder si el convenio está herido de muerte. Pero el intendente Altolaguirre tendría los votos -con el apoyo de la oposición-, para la aprobación del convenio de traspaso. Sería una arriesgada maniobra en la que debería poner en la balanza los costos de no tener el respaldo de todo su bloque.