En este sentido, se acordaron las acciones necesarias para evitar la dispersión y mantener el estado de sanidad vegetal que rige en esta parte de la provincia.

El acuerdo se firmó entre las entidades del sur, el ISCAMEN, el SENASA y el Instituto Nacional de Vitivinicultura y consta de una serie de recomendaciones que deberán tenerse en cuenta para este objetivo común de proteger los departamentos productores de uva.

En este marco, el primer punto acordado es la utilización de feromonas a partir del mes de septiembre, combinada con un tratamiento químico con productos específicos, al momento de la primera alerta emitida por los organismos técnicos competentes.

Asimismo, se detalló que se deberá realizar la cosecha completa en esta época sin dejar melesca, aceptar la eficacia del uso de bromuro de metilo como tratamiento cuarentenario, sensibilizar el trampeo y fortalecer las barreras sanitarias internas.

También acordaron incrementar, mediante inspectores especializados, las constataciones y actas de infracción frente a eventuales irregularidades detectadas, a fin de que ningún productor no permita, por omisión del cumplimiento de la regulación legal vigente, la difusión de las plagas.

Otro punto tratado es el refuerzo de los programas de difusión, concientización y capacitación para los productores, a través de reuniones y medios de comunicación, en los momentos en que deban realizar los tratamientos.

Finalmente, se destacó que “no se recomienda la utilización de agroquímicos durante la cosecha o inmediatamente después de ésta, debido a que no serían suficientemente efectivos para el control de la plaga y generan, en cambio, un alto impacto ambiental y económico”.