Acueducto: ofertas de todos los colores

Casi como parte de un sueño, que espera no convertirse en pesadilla, veinte empresas participaron de la licitación para construir el acueducto que se convertirá en la fuente complementaria (más que alternativa) para la provisión de agua a nuestra ciudad y la región.

Unidas algunas de ellas entre sí, presentaron 12 ofertas para una obra con un presupuesto oficial de 5.600 millones de pesos, lo cual da cuenta de lo ambicioso del proyecto que captará el agua a la altura de Pedro Luro y la conducirá por bombeo durante 140 kilómetros hasta la ciudad.

Los participantes son todos pesos pesados de la construcción. Empresas de mucha trayectoria, de gran capacidad financiera, con experiencia en este tipo de trabajos. 

Así surge además de las exigencias impuestas por el pliego, que no daba lugar a empresas que no respondieran a esos condicionamientos.

Hubo varias cuestiones llamativas, pero también alentadoras. Por un lado, a pesar de haber transcurrido 18 meses de haberse establecido el presupuesto oficial, referido a valores de enero de 2017, más de la mitad de las propuestas permanece debajo de ese valor.

Desde la Provincia de Buenos Aires aseguran que eso es consecuencia de varias modificaciones realizadas al proyecto, de haber abierto la compulsa con libre acceso a los pliegos -lo que puede evitar algún tipo de arreglo previo irregular entre participantes- y de corregir modismos que podían llevar a elevar los precios.

Viene ahora una etapa delicada, ya que una comisión deberá evaluar cada una de las ofertas, de modo de no dejar que sea únicamente el precio el elemento que defina la adjudicación, sino que esto sea el resultado de un análisis medular, serio y con conocimiento, que imponga la condición de la propuesta “más conveniente” antes que la “más económica”.

Varias de las empresas participantes enfrentan causas por corrupción, otras tienen antecedentes que pueden cuestionar su seriedad y algunas han cotizado tan bajo que pueden generar dudas sobre su posible cumplimiento.

Es de esperar entonces una definición, que tampoco se debiera extender tanto en el tiempo, para que, quizá antes de terminar el año, se vea la primera palada de una obra llamada a garantizar el futuro de toda nuestra región.

Comentá la nota