Acueducto: ¿se cae el juicio por las coimas?

Pidieron la nulidad del juicio por las coimas en el Acueducto del Río Colorado  porque la prueba es un talonario robado al ingeniero Carlos Oppezzo. Los jueces Alejandra Ongaro, Miguel Angel Gavazza y Elvira Rosetti definirán en la audiencia del próximo viernes si aceptan la nulidad y el juicio se cae o si continúa el debate. Este miércoles declaró el principal denunciante de las coimas, Omar Lara, quien sostuvo que los cheques eran parte de la “igeniería” del “robo del siglo”.

 

El juicio por las coimas del Acueducto del Río Colorado podría caerse. En la audiencia de este miércoles, los defensores de los acusados, Enrique Romero Oneto y Carlos Oppezzo, pidieron la nulidad de la prueba principal con el argumento de que las focotopias de los cheques que recibía el ex asesor y coordinador de la COTARC de parte del inspector de la obra, fueron obtenidas de una chequera que le robaron a Oppezzo de su oficina. El fiscal Jorge Marcelo Amado admitió que el debate solo puede continuar si no se la considera “una prueba central” dentro de la acusación y se la descarta como “una prueba más”.

Los jueces Alejandra Ongaro, Miguel Angel Gavazza y Elvira Rosetti definirán en la audiencia del próximo viernes si aceptan la nulidad y el juicio se cae o si continúa el debate. Este miércoles declaró el principal denunciante de las coimas, Omar Lara (foto), quién sostuvo que los cheques eran parte de la “igeniería” del “robo del siglo”.

El juicio se desarrolla en la Cámara del Crimen Nº 1 del Centro Judicial. El exfiscal de Investigaciones Administrativas, Romero Oneto, y Oppezzo, están acusados por el delito de cohecho pasivo y activo, en forma continuada, durante la construcción del primer tramo del Acueducto del Río Colorado. La defensa del primero la ejercen los abogados Sebastián País Rojo y Carolina Ghione, y la del segundo, Mariano Alberto Alomar.

Romero Oneto formaba parte de la COTARC, que debía controlar al jefe de inspectores, el ingeniero Oppezzo. Este último le entregó durante cinco años, entre 1998 y 2003, al menos 59 cheques por un total de 86.362,50 pesos. A cambio de ese “sobresueldo”, según la acusación, se favoreció con el contrato original de la inspección por 4,1 millón de pesos y las sucesivas ampliaciones de ese contrato

Pedido de nulidad

Los abogados defensores pidieron la nulidad del juicio después de que Oppezzo declarara en indagatoria que la causa se inició con fotocopias de una chequera que le robaron de su oficina. También Lara en su delcaración dijo alguien que trabajaba con Opezzo se la entregó en forma anónima en un sobro dos meses antes de que presentara la denuncia, en diciembre de 2005.

Los defensores plantearon que una prueba obtenida en forma ilícita vulnera las garantías constitucionales de los acusados. El fiscal Amado compartió ese argumento, aunque dijo que “tendría que haberse planteado mucho antes” del juicio y llamó la atención por la demora en la denuncia policial del hecho. “Parece un recurso defensivo más que una exposición con fundamento”, evaluó.

De todos modos, reconoció que no puede “no puede permanecer como prueba central” en un juicio algo que fue robado.“Si es una prueba más, entonces eventualmente podrá sacarse esa prueba y continuar la investigación”,opinó.

“El robo del siglo”

El docente Omar Lara (actual director del Colegio Ciudad de Santa Rosa) contó cómo le llegó la documentación probatoria a sus manos: relató que primero le dejaron un sobre con fotocopias en su casa particular, luego se encontró con una persona -a la que no pudo identificar- en una estación de servicio de General Pico. Allí le entregó en manos más documentación dentro de un CD. “Me entrega documentación de la computadora del ingeniero Oppezzo”, reveló. “Me dijo que se había tenido que ir de la provincia. Yo le creí porque estaba muy asustado. Esa persona confiaba en nosotros porque nos había escuchado de hablar del tema”, recordó Lara.

Según relató el denunciante, acudió a esa cita con un abogado amigo porque tenía “miedo”. Luego de chequear la información y comprobar que era verdadera, dijo que hizo tres copias de todo y las entregó en un diario, en la legislatura y en la justicia.

Lara sostuvo que los cheques “tenían que ver con la obra del siglo, el robo de siglo”. Dijo que hacía un tiempo que desde la CTA, cuya conducción compartía con Ricardo Caso, venían hablando de la corrupción en torno al acueducto. Él también era secretario del boque del Fregen, y con el diputado Mario Cayre intentaron saber cuánto había costado el acueducto que inicialmente se presupeustó en 136 millones de pesos, aunque nunca pudieron averiguarlo oficialmente.

Lara le dijo a los jueces que se siente “burlado” porque la causa es solo por 59 cheques y otras dos denuncias por la corrupción en el acueducto nunca avanzaron.

Contó más detalles del encuentro con la persona que le entregó las pruebas. “Ese hombre estaba asustado. Me contó la ingeniería, el sentido de los cheques. Por eso yo quería que se investigue una asociación ilícita formada para llevarse fondos públicos de la provincia”, dijo. “Esta persona calculaba que el acueducto había costado 800 millones de pesos y el 40 o 50% se ha ido en corrupción”, acotó.

“Estos cheques desnudaban esta ingeniería. Era necesaria la firma de Romero Oneto”, reafirmó.

Cuando los defensores le preguntaron si no había sospechado que la pruebas que le entregaron anonimamente eran producto de un robo, respondió: “No, no sospeché para nada”.

Caso acompañó

El exsecretario general de la CTA, Ricardo Caso, contó este miércoles que se limitó a acompañar a Lara en la denuncia desde esa organización. Pero que el sobre con las fotocopias de los cheques no las recibió él.

También declaró el ingeniero Roberto Ambrosino, que fue coordiandor de la COTARC a partir de 2004. Se limitó a explicar que la función del asesor era “dar el encuadre legal” a las decisiones que tomaban los ingenieros.

Para la audiencia prevista para el lunes, está citado el exsecretario de Obras y Servicios Públicos, Raul “Tuti” Rodríguez, que actuaba como presidente de la COTARC.

Ocho años después,

Oppezzo denunció un robo

El acusado Opezzo pidió declarar luego de escuchar a Lara. Le dijo a los jueces que el 16 de abril del año pasado, por consejo de su abogado, hizo una exposición en la Seccional Tercera porque ocho años ante le habían robado el talonario de su chequera y sacado información de la computadora de la oficina de la calle Garibaldi que ocupaba como inspector de la obra del Acueducto. “Es información privada. Vulneraron mis derechos. Sacaron fotocopias y allí comenzó el caso. Esa prueba es inválida ya que fue robada para perjudicarme”, planteó.

Cuando los jueces y el fiscal le preguntaron porque había tardado tantos años en denunciar el hecho, admitió que lo hizo ahora “porque constituye un documento válido para la causa que se está llevando adelante en este momento”.

Prescripción

Las defensas de Carlos Oppezzo y Romero Oneto habían planteado el martes en el inicio del juicio la prescripción de la causa. Pero el fiscal Amado rechazó el pedido por extemporáneo y los jueces definirán el planteo al final del debate.

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