Sin actividad oficial y en silencio, Boudou cumplió su segundo día al frente del Ejecutivo

Sin actividad oficial y en silencio, Boudou cumplió su segundo día al frente del Ejecutivo

Por segunda vez desde que fue procesado, el vicepresidente tuvo que remplazar a Cristina Kirchner. El kirchnerismo volvió a respaldarlo

En menos de 15 días, Amado Boudou debió suplir en dos ocasiones a la presidente Cristina Kirchner en sus funciones. Como la última vez, cuando Cristina Kirchner se encontraba en Brasil, lo hizo con discreción, como si quisiera pasar desapercibido.

Con la mandataria en Venezuela, donde participó de la cumbre del Mercosur, el vicepresidente optó por no asistir a la Casa Rosada en su segundo día al frente del Ejecutivo. Sin actividad oficial programada, permaneció en su despacho en el Senado.

Desde que fue procesado en la causa Ciccone, su nivel de exposición se ha reducido casi hasta lo estrictamente necesario. Pese a las críticas de la oposición y los pedidos del licencia, el grueso del kirchnerismo se esfuerza por defenderlo.

A la cabeza del respaldo se puso hoy el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien consideró que la causa Ciccone "va a terminar sin haberse probado nada de lo que le inventaron".

"No hay ningún motivo" para que Boudou "deje de presidir las sesiones del Senado", evaluó, y lamentó los pedidos de licencia que surgieron de fuerzas no kirchneristas. "Eso no existe en la Constitución nacional. Los senadores deberían ponerse a leer la Constitución antes de hablar", advirtió.

Por su parte, el senador Aníbal Fernández remarcó que "hoy no hay nada que le impida (a Boudou) que siga presidiendo el Senado". Afirmó que "no le consta" que la postergación de la visita a la Cámara alta del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para brindar su informe de gestión, se deba a la situación de Boudou, dado que atribuyó el cambio de fechas a "las vacaciones de invierno".

El propio Capitanich aseguró temprano que "no tiene ningún sentido" vincular la postergación de su informe con la intención del oficialismo de evitar que presida la sesión el vicepresidente. "En el manual de la historia de la estupidez humana pueden buscarse otras razones", sugirió, y remarcó: "Las especulaciones sobre por qué modificamos la fecha no tienen ningún sentido. No me hago cargo de cuestiones ajenas".

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