La actividad inmobiliaria cayó 29 por ciento en la región

La actividad inmobiliaria cayó 29 por ciento en la región

Los datos corresponden al mes de mayo. Pese a que se registró un leve repunte respecto a abril, desde el Colegio de Escribanos de la Provincia aclararon que no se puede considerar como “una recuperación del mercado”. En el quinto mes del año se realizaron unas 7300 transacciones de compraventa.

Según las estadísticas elaboradas por el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, la actividad bajó casi a la mitad en seis años. El sector retrocedió a niveles que no mostraba desde los años setenta.

"La normalización de las actividades en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Provincia de Buenos Aires generó un aumento en los números con respecto a abril, pero no podemos considerar que esto sea una recuperación del mercado", declaró el escribano Jorge Mateo, presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires.

Lo cierto es que el nivel de transacciones del último mes mostró una nueva caída del 29% respecto de igual período de 2013, y 43% si se compara con un buen año como fue 2008. El valor medio escriturado de $316.444, equivalente a 38.590 dólares al cambio oficial y u$s28.203 según la cotización de la divisa en el mercado libre.

"Durante la segunda mitad de abril, empezaron a normalizarse los servicios en el Registro, lo que nos permitió contar con los certificados necesarios para poder llevar a cabo los actos de compraventa e hipotecas que se encontraban pendientes de ejecución", explicó el notario Jorge A. Mateo.

Hablando de la situación del sector, el presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires destacó que "en los cinco primeros meses de este año, el mercado inmobiliario no encuentra un equilibrio que lo lleve hacia adelante; esperamos pronto datos que nos permitan ver posibilidades certeras de una mejora en la actividad".

La consecuencia del fuerte retroceso de las operaciones de compra y venta de inmuebles desde que se impuso el cepo cambiario para la actividad desde noviembre de 2011, determinó el cierre de inmobiliarias chicas, y de filiales de las grandes, con el consecuente efecto de destrucción de empleos.

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