Acoso laboral, reflejo de la violencia social

Acoso laboral, reflejo de la violencia social
El comercio y la gastronomía son los rubros más afectados en Mar del Plata y la mayoría de los gremios recibe denuncias por casos de maltrato. Son las mujeres las que conforman la población más perjudicada. Datos y la palabra de especialistas sobre una problemática para prestar atención

Ya sea por el aspecto físico, la ideología política, la elección sexual, una discapacidad, la edad o el barrio de residencia, la discriminación en el trabajo consiste en toda distinción, exclusión o preferencia que apunta a alterar o anular la igualdad de trato en el empleo y la ocupación. Sumado a esta situación, por la cual varios gremios de la ciudad reciben hasta cinco denuncias mensuales, existe también otra problemática -directamente vinculada a la anterior- que afecta a buena parte de los marplatenses: el acoso laboral, conocido como “mobbing”, está presente en gran parte de los rubros, aunque las mujeres que se desempeñan en la actividad comercial y gastronómica son actualmente las más damnificadas.

Trabajar es sin duda uno de los actos más nobles y dignificantes. El trabajo le permite a cada ciudadano desarrollarse personal a intelectualmente. Pero además, la actividad laboral es un fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad moderna y, en este sentido, el “mobbing” o acoso no es más ni menos que un ejemplo de la violencia que aqueja a las ciudades.

La discriminación laboral, en tanto, es un factor que de acuerdo a funcionarios y dirigentes gremiales de la ciudad, “contribuye al desempleo”, en una localidad donde según el último informe del Indec, la cifra llega al 9% e implica que alrededor de 28 mil marplatenses no tienen trabajo.

Ambas problemáticas, el “mobbing” y la discriminación laboral, si bien se encuentran directamente vinculadas, ante la Justicia “son dos figuras legales totalmente diferentes”, según precisó la abogada laborista Paula Trassens.

La especialista señaló que actualmente existe una importante cantidad de casos de acoso laboral en Mar del Plata, con el objetivo de “desgastar al empleado y que finalmente se vaya”, ahorrándose así el pago de la indemnización.

En Mar del Plata, sindicatos afines a la gastronomía y el comercio -dos de los rubros más castigados por esta problemática- reciben alrededor de cinco denuncias por mes, mayormente de mujeres, tanto por casos de acoso como de discriminación. Sin embargo, el resto de los gremios reconoce que “mobbing” se encuentra inserto “silenciosamente” en todas las actividades y que son más los casos que ocurren que los que se denuncian.

COMERCIO: DISCRIMINACIÓN Y MALTRATO

El comercio, debido a su dimensión, resulta uno de los rubros más damnificados por ambas problemáticas. Brian Cardoso, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Supermercados, Hipermercados y Afines (Sintrasuphya), precisó que el gremio recibe entre 4 y 5 denuncias por mes por casos de abuso en el trabajo.

De acuerdo con el dirigente, las víctimas mayormente son mujeres de mediana edad que se desempeñan en comercios “pequeños”, con una planta inferior a los diez empleados.

“Es muy difícil que los hombres denuncien. Son más las mujeres las que plantean su reclamo. Y seguramente serán más los casos de los que en realidad se denuncian”, aseguró Cardoso, al tiempo que explicó que la Secretaría de Acción Social del gremio es quien se encarga de atender a cada damnificado.

En general, el acoso en este tipo de comercios se presenta en forma de maltrato verbal, con empleadores que niegan la realización de ciertas tareas o bien que generan enfrentamientos con sus propios compañeros.

¿El objetivo de este maltrato? Según el titular del Sintrasuphya, “que la persona renuncie, se vaya y el empleador no tenga que abonar una indemnización”.

Ante cada denuncia, el asistente social y el terapeuta del sindicato “atienden a la víctima, porque generalmente llega con depresión o baja autoestima”, y luego “se hace la denuncia a la empresa para mediar y evitar que la persona renuncie”.

Por su parte, el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) de Mar del Plata, Guillermo Bianchi, advirtió en primer lugar que “el trabajo es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad moderna” y aclaró que “el mobbing no es más que la violencia que se vive”.

El dirigente gremial reconoció que “lamentablemente existen muchos casos de discriminación laboral y de acoso”, aunque reparó en que “antes el mobbing tenía cierta inmoralidad entre quienes lo ejercían, pero hoy el maltrato ganó cierta legalidad o naturalidad”.

Bianchi se encargó de exponer algunos de los ejemplos más comunes de abuso laboral que ocurren dentro de la actividad comercial de Mar del Plata: “Obligar a hacer horas extras a un empleado sin pagarle, es violencia. Encontramos muchísimos casos de despidos discriminatorios hacia mujeres embarazadas. Recortar las vacaciones e impedir que una persona pase tiempo con su familia, es otra forma de maltrato”.

En la misma línea, el secretario gremial del SEC señaló también que se registran “muchos casos de discriminación por condición sexual, incluso a partir de la burla de los propios compañeros” e indicó que “el acoso sexual para conservar el empleo o conseguir un ascenso, es algo que lamentablemente sigue ocurriendo”.

A su entender, el maltrato psicológico “es el peor”, debido a que “deja una huella en la mente” y “termina enfermando a la persona. El trabajo es la actividad más noble, pero eso no implica que quien te contrata sea dueño de tu trabajo”, completó.

GASTRONOMÍA DE EXHIBICIÓN

Un conflicto similar al del rubro comercial se presenta dentro de la actividad gastronómica de Mar del Plata, donde además de la discriminación se promueve la “exhibición” de las mujeres que desempeñan esta tarea, a partir de las vestimentas que son obligadas a usar, y que constituyen otra forma de abuso laboral.

La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Republica Argentina (Uthgra), recibe también unas 5 denuncias por mes por casos de discriminación laboral, y entre 6 y 7 por hechos de acoso, según confirmó su secretaria general en Mar del Plata, Mercedes Morro. En ambos casos, las mujeres encabezan las listas de denunciantes.

La dirigente gremial advirtió primero que “la buena presencia debería ser ir bien vestido, higiénico y peinado, y no ser rubio de ojos celestes”, y reconoció que “existen casos de discriminación laboral hacia personas mayores, gente obesa o personas que no encajan en determinados rasgos estéticos, por así decirlo”.

Morro destacó que entre las camareras “se destaca el acoso”, fundamentalmente “entre las chicas que las exhiben y las hacen usar polleras cortas, entre otras prendas, para atraer clientes”.

La situación se repite también dentro del rubro hotelero. “Hemos tenido casos de hoteles de alojamiento en los que se le pide a la mucama que entre a la habitación cuando hay una pareja adentro. Han venido chicas llorando contando este tipo de situaciones”, comentó la secretaria general de Uthgra.

En relación a la cantidad de hechos que se denuncian formalmente, Morro explicó que “lo que ocurre es que en Mar del Plata no sobra el trabajo y eso hace que tanto hombres como mujeres deban acceder a cumplir ciertos requisitos de los empresarios en lugar de denunciar estos casos, para conservar el empleo”.

En definitiva, la gastronomía presenta un similar nivel de denuncias formales mensuales por casos de “mobbing” y discriminación laboral que la actividad comercial. Desde ambos rubros advierten sin embargo que la cantidad de hechos de este tipo que tienen lugar es inferior a la que llega a ser denunciada ante autoridades gremiales, judiciales o municipales.

MÁS DISCRIMINACIÓN, MÁS DESEMPLEO

Dirigentes sindicales, funcionarios municipales y representantes del Poder Judicial de Mar del Plata consultados por este medio coincidieron en que los casos de discriminación laboral “contribuyen a generar más desempleo”.

De acuerdo con el último informe del Indec, difundido días atrás, la ciudad presenta al día de hoy un 9% de desempleo, lo que significa que alrededor de 28 mil marplatenses no tienen trabajo.

La discriminación laboral comprende el trato de inferioridad a personas por motivos ajenos a su capacidad dentro del ámbito de la libertad de trabajo y derecho al mismo.

Negarle entonces el trabajo a una persona que está capacitada para el puesto a partir de una discapacidad, por sus características físicas, su ideología política, su elección sexual o edad, como si el trabajador tuviese una “fecha de vencimiento” para el mercado laboral entre otros motivos, constituye para los especialistas “una forma más de fortalecer el desempleo” en una de las ciudades que mayor cantidad de personas sin trabajo presenta en el país.

“La discriminación física es muy difícil de probar”

Agustina Palacios – Oficina de Derechos Humanos

La titular de la Oficina de la Dirección General para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Agustina Palacios, reconoció que tanto la discriminación laboral como el “mobbing” son problemáticas con importantes antecedes en la ciudad.

De acuerdo con la funcionaria municipal, “la discriminación, sobre todo cuando es a partir de las características físicas de la persona, sabemos que existe pero siempre es muy difícil de probar”.

“Mayormente las víctimas son mujeres en situación de vulnerabilidad”, alertó Palacios, quien recordó que “se han detectado casos en los que a una persona no se le quiere dar un cargo más alto, por el hecho de ser mujer”.

Asimismo, la titular de la Oficia de Derechos Humanos advirtió que los casos de discriminación por discapacidad “son muy frecuentes”, al igual que entre las personas trans, a quienes “les resulta realmente muy difícil conseguir empleo”.

Pese al crecimiento de organizaciones que trabajan sobre la inclusión y la igualdad de género, si bien ha disminuido la problemática entre personas trans o con una discapacidad, aún se registra una importante cantidad de casos en Mar del Plata.

“El acoso existe cada vez más al haber tanta desigualdad laboral”

Fabián Giovannello - CGT Mar del Plata

El secretario gremial de la CGT Regional Mar del Plata, Fabián Giovanniello, aseguró que la “mayoría de las víctimas (de abuso laboral) son mujeres” y puso como ejemplo la situación que aqueja al rubro gastronómico. “Antes existían los mozos de oficio, señores que hacían años trabajaban, y ahora contratan todas jovencitas, le hacen poner polleritas o calzas insinuantes para atraer a clientes”, señaló el dirigente.

El referente de la central obrera local consideró a su vez que “el acoso existe cada vez más al haber tanta desigualdad laboral, desocupación y precarización”, y advirtió que el problema “ocurre en todos los rubros”.

Si bien se refirió a la presencia de un “equilibrio” a través de distintas campañas y trabajos realizados a través del Gobierno y el “accionar frecuente” de los distintos sindicatos, reconoció que persisten “desigualdades de género y de salarios por actividad”.

Persecución sindical

Tanto Carlos Díaz, secretario general de ATE, como Guillermo Bianchi, secretario gremial de Empleados de Comercio, reconocieron que aún persisten “casos de persecución sindical” dentro de distintos gremios.

El dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado indicó que “todo comienza cuando se empieza a infundir el miedo a la posibilidad de rescindir contratos, por ejemplo en medio de una negociación salarial, y ese temor se naturaliza”.

A su turno, el representante del SEC advirtió que “la persecución por ideas políticas existe dentro de algunos sindicatos”, y precisó que también tiene lugar “el dedo acusador dentro de la empresa por estar afiliado o ejercer un cargo dentro del gremio”.

De cualquier manera, la persecución sindical constituye sin duda otra de las formas de discriminación laboral y a su vez de maltrato dentro del ámbito de trabajo.

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