A pesar de su aprobación, el proyecto comenzó a sumar quejas de los vecinos quienes ya reunieron más de 10.000 firmas para exigirle al gobierno de Posse que dé marcha atrás con la ordenanza cuyo destinataria sería la construcción de unas 400 viviendas provocando graves conflictos con los servicios públicos.

Por su parte, ante los argumentos del Jockey Club de Buenos Aires, propietario del predio, para vender esas tierras, trascendió una carta enviada por la Comisión Directiva a los socios de la institución el 9 de julio pasado, en la que dice que “se evaluará la inversión en uno o más predios, de hasta 200 / 300 hectáreas, ubicados preferentemente en la zona Norte del Gran Buenos Aires, en un radio de hasta 100 km de la Capital Federal” y que “los fondos provenientes para tal operación provendrán de la venta de la esquina de Av. Márquez y Av. Santa Fe”.

Es decir, con la venta de los 43 mil metros cuadrados de espacios verdes en San Isidro, la institución planea invertir en otras instalaciones, contradiciendo sus argumentos.

Al conflicto se le suma la interna del Frente Renovador local entre el intendente Posse y la concejala Marcela Durrieu, suegra de Sergio Massa. “Esperemos no tener que frenar las obras de apuro con el dictado de una medida cautelar”, amenazó la edil.

Esta puja se ve atenuada con la participación del senador provincial Sebastián Galmarini quien semanas atrás presentó un proyecto en el Senado bonaerense para declarar al predio del Hipódromo “Espacio Verde de Interés Provincial”.