En un nuevo y poco entendible "fratricidio político", después de recibir un voto de desconfianza de la dirección de su propio partido, el primer ministro italiano, Enrico Letta, anunció ayer su renuncia .

De 47 años y al frente de un gobierno de coalición desde fines de abril pasado, Letta decidió tirar la toalla al cabo de una jornada de lo más traumática para su agrupación, el Partido Democrático (PD), de centroizquierda, que le bajó el pulgar a su gobierno en una crucial votación.

El artífice de la puñalada en la espalda a Letta fue el secretario general del PD y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, de 39 años, que desde hace meses intentaba "serrucharle el piso" y que aspira ahora a convertirse en el futuro nuevo premier de Italia y el gobernante más joven de Europa.

Aunque resulte difícil de explicar, Renzi podría pasar a ser el nuevo primer ministro de Italia en los próximos días, sin que haya elecciones anticipadas, sino en una jugada parlamentaria que deberá contar con el visto bueno del presidente del país, Giorgio Napolitano. Será él quien, luego de recibir hoy la dimisión de Letta, analice si existe la posibilidad de que Renzi pueda formar un nuevo gobierno luego de una ronda de consultas que deberá iniciar con las diversas fuerzas políticas del país. Ese camino, de todos modos, podría encontrar diversos inconvenientes, en un escenario de lo más volátil y caldeado como el italiano. En los últimos 10 años, por ejemplo, Italia tuvo cinco gobiernos diferentes.

Después de semanas de una convivencia imposible y de una guerra subterránea llena de golpes bajos, Renzi, considerado un político de estilo "nuevo" y que en diciembre pasado se convirtió en jefe del partido en elecciones primarias, decidió darle a su compañero de partido la puñalada final.

En una reunión de la dirección del PD, a la que Letta no asistió y definida como una "rendición de cuentas", Renzi, que siempre criticó al premier por su "inmovilismo", pidió un nuevo gobierno para salir del "pantano".

"Si Italia pide un cambio radical, o este cambio lo expresa el PD o no lo hará nadie. Les pido que salgamos todos juntos del pantano", dijo Renzi, al presentar, ante los 140 miembros del PD, su plan de acción para desbancar a Letta.

En su discurso, Renzi, con estilo desenfadado y sin corbata, agradeció la labor del premier saliente. Éste había asumido hacía diez meses la difícil tarea de liderar un gobierno contra natura, junto a la derecha, después de dos meses de limbo político tras las elecciones que habían dejado un resultado de ingobernabilidad. Sin embargo, Renzi, que acusa a Letta de no haber hecho las reformas que necesita con urgencia el país, golpeado como nunca por la recesión, acusó a su gobierno de haber precipitado a Italia en "una fase de dificultad".

En vez de convocar a elecciones anticipadas, porque con la actual ley electoral podría darse un escenario de ingobernabilidad parecido al que hubo tras las elecciones nacionales del año pasado, Renzi pidió abrir una "nueva fase" que dure hasta 2018.

"El objetivo es poner en pie un gobierno que esté hasta 2018 y que lleve a cabo cambios en la organización del Estado y reformas constitucionales para que Italia recupere competitividad y valor", adelantó Renzi.

El alcalde de Florencia aseguró que era consciente de que pasar a ser primer ministro sin elecciones podría llegar a costarle políticamente, porque diversos sondeos en los últimos días indicaron que la opinión pública no entiende que haya un cambio de gobierno sin que haya una votación.

"Estos días recibo mails de gente que me dice que corro el riesgo de quemarme. Pero quien hace política tiene la obligación de arriesgar", dijo. "Dicen que tengo una ambición desmedida, y es verdad: tengo la ambición de que Italia cambie", agregó.

La tensión, que existe desde siempre entre Letta y Renzi, dos políticos jóvenes, pero diametralmente distintos, llegó al punto de no retorno anteayer. Después de una reunión de dos horas cara a cara en Palazzo Chigi, sede del gobierno, quedó patente su desacuerdo en cuanto al futuro político de Italia. Luego del encuentro, en una conferencia de prensa Letta anunció que jamás dimitiría sin que antes, "a rostro descubierto", la dirección del PD certificara que ya no lo apoyaba."

La puñalada fratricida contra Letta llegó ayer pasadas las 18. Entonces, la dirección del PD, por 136 votos a favor y tan sólo 16 en contra, aprobó la petición de Renzi de que "el compañero" Letta dejara de ser premier. Minutos después, en un comunicado, Letta anunció su dimisión, que sumió a Italia en un enésimo período de incertidumbre política.

LOS PERSONAJES DE LA CRISIS DE GOBIERNO

Enrico Letta

Primer ministro saliente

Tras recibir un voto de desconfianza de la dirección de su propio partido (PD), ayer anunció su dimisión. La crisis se desató por la presión del secretario general del partido, Renzi, que aspira a ser premier.

Giorgio Napolitano

Presidente italiano

Analizará la posibilidad de que Renzi forme gobierno. En Italia una crisis de gobierno no implica que las instituciones corran peligro o el sistema político sufra un terremoto; es un cambio de nombres y de políticas.

Silvio Berlusconi

Ex primer ministro

Participó en las sombras de la maniobra política para que Letta dimitiera; el mes pasado se reunió con Renzi para reformar la ley electoral.