Acompañada por su hija, Cristina pasa el fin de semana en Cuba

Acompañada por su hija, Cristina pasa el fin de semana en Cuba
Llegó ayer con Florencia y una delegación reducida. Participará de la cumbre de la CELAC, que empieza el martes.

Cristina Kirchner pasó casi todo el viaje dentro de la habitación del Tango 01. Cuando aterrizó ya estaba en La Habana y no en la escala que había sido prevista, que no hizo falta porque el viento a favor -de cola, una añoranza- le jugó una buena pasada.

Pero entre las turbulencias de la economía argentina y la ausencia de actividad oficial en esta ciudad, no hubo otras buenas noticias para ofrecer: la Presidenta se metió en su cuarto del octavo piso del Hotel Nacional bien temprano y no se mostró durante toda la jornada.

Desde allí se mantuvo en “contacto permanente” con el equipo económico, según informó anoche una fuente de la comitiva. Por lo visto no le resultará sencillo despojarse de la tensión de Buenos Aires, aun a casi 7.000 kilómetros de distancia y en el marco del encuentro con una treintena de jefes de Estado de la región.

El canciller Héctor Timerman evitó dar información a la prensa y el resto de la delegación acompañó el misterio sobre el motivo del arribo a esta ciudad con tres días de antelación, al punto que por el momento no hay actividad confirmada hasta el inicio de la Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe, el martes.

“Hablo con diplomáticos, no con periodistas”, rechazó Timerman la consulta de los enviados argentinos por la tarde, mientras disfrutaba del clima fresco y agradable, y de la vista al mar del parque del hotel. Evitó dar detalles sobre eventuales actividades antes de la cumbre, y más tarde otros miembros de la comitiva sólo deslizaron que la Presidenta hoy sí se mostrará. Juliana Marino, la embajadora en Cuba, ofreció un menú de actividades culturales, aunque no hubo confirmación. A la delegación acotada -integrada por Timerman, el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, el radical Leopoldo Moreau y el vocero Alfredo Scoccimarro- se sumó Florencia Kirchner, que hasta anoche tampoco se dejó ver.

La cumbre de la Celac y las eventuales bilaterales quedaron cruzadas por la acelerada devaluación que llegó a su pico esta semana y dejó para el lunes la expectativa sobre el efecto que tendrá el anuncio de la flexibilización del cepo cambiario.

La Presidenta fue la primera mandataria en llegar a La Habana, y podría mantener encuentros a partir de hoy. Dilma Rousseff participará mañana de la inauguración del puerto del Mariel, una ambiciosa obra con inversión brasileña, junto con Raúl Castro. Rousseff habló de crisis argentina para asegurar que la devaluación no afectará a su país, término que aquí buscaron relativizar, aunque habrá que ver qué efecto genera (pág 10).

En un primer momento trascendió que la Presidenta descansaba al cabo de su primer viaje al exterior luego de la operación por el hematoma subdural, aunque luego informaron que se mantuvo activa. “Estuvo trabajando todo el día, en contacto permanente con los ministros y secretarios”, dijo anoche una fuente de la comitiva, y precisó que además de la cuestión económica se interesó por las consecuencias del alud en Catamarca y en repasar con Timerman los temas de la cumbre.

Al llegar a esta ciudad, Urribarri insistió en el argumento del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y aseguró que la devaluación la provocó el mercado y no el Gobierno.

Por la tarde, cuando se confirmó que no habría actividad, el gobernador aprovechó para salir a correr. “La invitación de una presidenta de la democracia no se rechaza nunca”, esgrimió Moreau, y aclaró que le avisó del viaje al presidente de la UCR. “Pero pertenezco a una cultura política que hizo mucho por la integración latinoamericana”, agregó, por el viaje con Raúl Alfonsín en 1986, el primero de un presidente argentino a Cuba.

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