El debate por la rendición de cuentas del año último contó ayer con una diversidad de condimentos propia de la campaña hacia las elecciones de octubre. La oposición más dura rechazó el proyecto enviado por el Ejecutivo y desde el oficialismo se insistió en hablar de un voto “político”.

En el recinto había 21 concejales. Faltaban el duhaldista Ariel Martínez, el pejotista Pedro Ramírez y Juan Carlos Giffoni, que responde a la línea conducida por el candidato a intendente Julio Rubén Ledesma; todos, según se anunció por Secretaría, estaban “ausentes con aviso”. Sin embargo, ya empezada la reunión legislativa ocuparon sus bancas Martínez y Ramírez.

La concejal Mónica Noguer, que preside la Comisión de Hacienda, fue la encargada de brindar números globales de los gastos realizados durante 2010. Mencionó entonces que la recaudación subió en un 35,4% con respecto a 2009 y los ingresos por coparticipación sumaron $427.891.000. En tanto que por las tasas de seguridad e higiene y Servicios Generales se recaudaron respectivamente $159.614.000 y $164.669.000.

En cuantos a los gastos, que según Noguer fueron similares a los de 2009, en Obras Públicas se realizaron inversiones pro 495.787.000; mientras que en el área de salud los egresos fueron de $289.000.000. Cabe apuntar que ambas áreas acarrean cerca del 70 por ciento del total de los gastos comunales.

Entre otros detalles brindados por la edil, se supo que la Secretaría de Gobierno tuvo gastos por $78.630.000, la Secretaría de Cultura $30.300.000, la Jefatura de Gabinete $25.355.230, y la Secretaría Privada $2.800.000.

Las objeciones

El primer opositor que se plantó de manera negativa fue Edgardo Lobos, de la Coalición Cívica. Bajo los lineamientos plateados de antemano sobre las reasignaciones de partidas ejecutadas desde la intendencia, el edil se refirió de lleno a la salud pública: “Volvió a pasar los de todos los años -dijo-, se presupuestó un 31% y se gastó mucho menos”.

“Hablamos de un superávit municipal y tuvimos que alquilar tres ambulancias, y no tenemos anestesistas ni médicos en las salas de salud”, aportó el edil a la vez que se mostró a favor de las obras públicas desarrolladas en el distrito, aunque criticó: “Apuestan a la obra pública porque es lo que se ve, la salud no se ve”.

En sintonía se mostró Sandra Oviedo, de Libres del Sur, empero con objeciones más amplias. La concejala habló de reasignaciones de fondos que luego no son ejecutados, realización de obras que no se detallan en cuanto al lugar de desarrollo, y trabajos llevados a cabo por cooperativas sin documentación que certifique las obras que se realizan.

“A nuestro entender esta rendición de cuentas es un dibujo porque no se condice con la realidad, y nos parece una falta de respeto”, se quejó Oviedo.

El monobloque que preside el empresario inmobiliario Ricardo Maidana, en tanto, explicó su voto negativo desde una perspectiva ejecutiva. “Debería fortalecerse el acceso a la información, no debería darse la información de manera parcial”, sostuvo el edil pidiendo “herramientas y recursos” que les permita a los concejales de la oposición “ayudar a la gestión”. Maidana explicó entonces que tenía “dificultad de acompañar”.

Basándose en la escasez de tiempo de la que también habló el inmobiliario, el concejal duhaldista Ariel Martínez mostró otra vez una actitud al menos criticable. Sin hacer ninguna objeción a la rendición de cuentas, pero tampoco avalando lo ejecutado desde el Gobierno municipal, el concejal se abstuvo de emitir su voto.

“Sería un acto irresponsable aprobar la rendición, pero también sería irresponsable rechazarla”, se pronunció el precandidato a intendente.

El concejal disidente Fernando Asencio le consultó entonces al presidente del cuerpo si era legítima la abstención de Martínez. “Es como si estuviera ausente”, explicó Daniel Castro. Más claro imposible.

El bloque Acuerdo La Matanza contó con la intervención de sus dos integrantes. Gustavo Ferragut, que es parte de la Comisión de Hacienda, utilizó la ironía para decir que “un balance nunca le va a dar mal a un contador”.

Aprovechando el anuncio sobre la puesta en marcha en la creación de 11 polideportivos para el distrito, el concejal del GEN pidió que el “poder político local tome la decisión de esperar para la realización de esos centros, y antes recupere 11 salas de salud de La Matanza”.

“Un asfalto puede esperar, pero una sala de salud no porque eso deriva en una muerte como ya ha ocurrido”, fustigó Gustavo Ferragut.

El presidente de esa bancada, el radical Manuel Atencio, sostuvo que su espacio no podría acompañar “algo que está mal hecho desde un principio” bajo un “presupuesto erróneo”.

“El talón de Aquiles de esta gestión sigue siendo la salud”, insistió Atencio remarcando que “se amplió en más del 60% el presupuesto y para salud se destinó poco y nada”.

“La salud primaria del distrito se cae a pedazos”, afirmó el edil ironizando que “el mejor hospital de La Matanza se llama (Francisco) Santojanni”, en referencia al nosocomio que se encuentra en la ciudad de Buenos Aires.

El bloque Unión Peronismo Federal que integran Adrián Verdini y Fernando Asencio también rechazó la rendición de cuentas 2010; el presidente de esa bancada ocupó un extenso tiempo de la sesión para remarcar gastos que, a simple vista, dijo no entender

(Ver el “PF sembró las dudas”).

“Es imposible de avalar”, fue el escueto aporte de la concejala Silvia Balkowski (Solidaridad e Igualdad) para exponer su voto negativo.

Puesta a consideración, la rendición de cuentas del año último fue aprobada sólo por el oficialismo con un total de 14 votos a favor, 8 en contra y una abstención. Los números muestran a las claras las dificultades que podría encontrar el gobierno de Fernando Espinoza el año próximo, tras las elecciones generales de octubre.