La intendente Brunilda Rebolledo confirmó que mientras continúan las tratativas para mudar el basurero de esta localidad se habilitará la construcción de una sexta celda “de corta duración” en el actual emplazamiento, ya que la hondonada donde hoy se depositan los residuos está pronta a completarse, con más del 70 por ciento de su capacidad colmada.

La medida es resistida por un grupo de vecinos debido a que alrededor del vertedero se han instalado en el último período una serie de barrios conocidos en conjunto como Cordones del Chapelco, donde viven unas 6.500 personas, lo cual atentaría contra la salud de esa población más allá de mantenerse los standard de preservación del ambiente mediante su relleno sanitario.

“Aunque todavía nos queda un poco de tiempo y abrigamos la esperanza de contar con un nuevo terreno cuanto antes, la actual celda V está pronta a concluir su capacidad de almacenaje y debemos resolver en lo inmediato dónde se prepara el nuevo espacio para depositar de forma segura la basura que se genera todos los días”, dijo Rebolledo.

“Está el compromiso del gobierno provincial de pagar la adquisición de un nuevo lugar y tenemos a mano la herramienta de la expropiación, porque son conocidas las dificultades de acceso a la tierra, y también está la idea de regionalizar la gestión de residuos con Junín de los Andes y la Administración de Parques Nacionales, pero el tema no es sencillo de destrabar”, agregó la mandataria a “Río Negro”.

“En el ínterin y por el menor tiempo posible pensamos hacer un nuevo vertedero de corta duración, de manera coincidente con lo que propone el Defensor del Pueblo”, confirmó la intendenta.

En ese mismo sentido se expresó días pasados la Defensoría del Pueblo y del Ambiente, a cargo de Fernando Bravo. Lo hizo en un encuentro realizado en la delegación comunal de Cordones de Chapelco que lo reunió con vecinos, concejales y funcionarios del gobierno local.

En la propuesta de la Defensoría, la “celda corta” tendría un plazo de llenado no mayor a los dos años, tiempo en el cual debería instalarse un nuevo Centro de Disposición Final de residuos alejado incluso de las áreas de expansión urbana previstas para el futuro.

“Aún con sus numerosos padecimientos para los vecinos, el relleno sanitario de esta ciudad es de avanzada comparado con otros que en la actualidad funcionan en la provincia, pero sería esa una paupérrima justificación para continuar en las actuales condiciones, sin actuar con firmeza para hacer las cosas cada vez mejor”, dice el documento con la firma de Bravo.

CronologíaLos residuos se depositan desde 1996 en celdas acondicionadas, que primero funcionaron como canteras para la extracción de áridos, en el predio de la firma Werefkin que tiene entrada en el kilómetro 2224 de la Ruta 40. La modalidad en el tratamiento de la basura es del tipo relleno sanitario. A partir de 2005 se gestionó la posibilidad de manejar regionalmente los residuos, para lo cual se inició en 2008 la ejecución de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo primer fruto se vio en 2013 con la inauguración del centro de separación SIRVE y la puesta en marcha de una máquina encapsuladora, que compacta los residuos no recuperables que luego se trasladan al Alto Valle.La medida es resistida por un grupo de vecinos debido a que alrededor del vertedero se han instalado barrios, donde viven unas 6.500 personas.