En lo que va de abril, 21 personas fueron asesinadas durante asaltos ocurridos en territorio bonaerense y en la Capital. Al menos 16 de esos 21 homicidios cometidos en ocasión de robos ocurrieron en el conurbano bonaerense y sólo un asesinato tuvo como escenario la ciudad de Buenos Aires. El resto de los hechos de sangre ocurrieron en las ciudades de Mar del Plata, Salto, Saladillo y Bahía Blanca.

Según las cifras publicadas por la Procuración General ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, durante los doce meses de 2013 se registraron 59 homicidios en ocasión de robos.

Entonces, estos 21 asesinatos representan cuatro veces más homicidios ocurridos durante asaltos que los que se registraban mensualmente el pasado año, de acuerdo con las cifras oficiales.

Esta estadística, que corresponde sólo a los asaltos que terminaron en homicidios que fueron publicados por los distintos medios de comunicación, reveló un preocupante aumento del nivel de violencia en los robos ocurridos en territorio bonaerense. Dicha cifra no incluyó los hechos de violencia de género ni los que tuvieron como móviles relaciones interpersonales.

El crecimiento de los homicidios en ocasión de robos se produjo en medio de la decisión del gobernador bonaerense, Daniel Scioli , de declarar, el 5 de este mes, la emergencia en seguridad para el territorio provincial.

Cuando el jefe del Poder Ejecutivo bonaerense resolvió adoptar esa medida, en la provincia se había registrado una serie de episodios en los que varios vecinos, ante la falta de acción de la policía y la Justicia, decidió agredir a ladrones durante asaltos y luego de que un grupo comando asaltó la sucursal Bernal del banco Comafi.

Pero en los últimos diez días el escenario cambió y la situación se agravó. Desde el domingo de la semana pasada hasta ayer trece vecinos de la provincia de Buenos Aires fueron asesinados durante robos.

Gustavo Vega, Javier Gallardo, Héctor Benito Sangregorio, Horacio Romero, Juan Ávila, Néstor Bauza, Luis Boemo, Marisol Oyhanart, Marcelino Schereiners, Marcelino Antonio Sunde, Hernán Pablo Alonso, Manuel Cufré y un quiosquero de Monte Chingolo, cuya identidad no trascendió, fueron los trece bonaerenses asesinados en distintos asaltos durante los últimos diez días.

De las trece víctimas mencionadas, dos eran policías. Romero se desempeñaba en la comisaría 46a. de la Policía Federal y lo mataron el último fin de semana, cuando se resistió a que le robaran la moto en el momento en que llegaba a la casa de su novia, en la localidad de Pablo Podestá, mientras que Ávila fue baleado por dos ladrones que intentaron robarle su automóvil en la localidad de Los Polvorines.

Boemo, de 63 años, fue asesinado en su bar de Villa Ballester, mientras que a Vega, de 55 años, lo mataron de un balazo en el pecho cuando guardaba su Volkswagen Bora en su casa, situada en El Palomar.

Entre las víctimas figura el remisero Schereiners, de 30 años. Lo asesinaron el 16 de abril. Cuando salía con su Renault 19 de su casa, en Florencio Varela, fue interceptado por dos delincuentes que lo apuñalaron para robarle su vehículo.

Al chacarero Marcelino Sunde, hermano de Rafael, un conocido dirigente de la Federación Agraria Argentina, lo asesinaron ayer durante un robo en su establecimiento del partido de Salto. Un grupo de delincuentes le disparó cuando ingresaba en su campo.

A comienzos de este mes también asesinaron a un remisero que se resistió a un asalto en la esquina de Guatemala y Parral, en San Justo, y a Martín Ledesma, un vecino de Rafael Castillo al que mataron porque intentó impedir que un grupo de delincuentes entrara en su casa.

En La Plata, el comerciante Pedro Moabro, de 62 años, fue asesinado en un robo, cuando atendía su quiosco situado en la esquina, de 29 y 63. En la misma ciudad mataron a Elvira García Pérez, de 77, en un asalto en su casa. En tanto, en Monte Grande fue asesinada la peluquera Teresa Quiroga. En Loma Hermosa, Julián Balbuena, de 58 años, fue asesinado cuando quiso impedir que tres delincuentes asaltaran a sus inquilinos.

"INSEGURIDAD CRUEL", DIJO SCIOLI

LA PLATA.- El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, reconoció ayer que existe en la provincia una "inseguridad cruel", debido a la combinación de armas y drogas. "Es necesario volcar a la calle mayores esfuerzos para la prevención." Lo dijo durante el acto de reincorporación de 300 agentes penitenciarios que se suman a otros 300 que volvieron a la función pública la semana pasada y que realizarán custodias en edificios públicos; en tanto, los uniformados de la policía que hoy están asignados a esos objetivos trabajarán en la prevención de delitos en las calles..