El calor de la siesta hacía más pesada la quinta jornada del escrutinio definitivo en la sede de la Junta Electoral Provincial (JEP). Cuando el fiscal partidario de Armando Cortalezzi, candidato a edil de San Miguel de Tucumán por el acople oficialista Frente Provincial, advirtió que los números del acta de la mesa N° 1.078, de la escuela Silvano Bores, al sur de la ciudad, no coincidían con sus planillas. Y pidió que se abriera la urna.

Los veedores de otras fuerzas alperovichistas lo miraron de reojo, y algunos hasta protestaron porque en ese lugar se imponía la lista del Frente para la Victoria (FpV), encabezada por Juan Manzur. Cuando los funcionarios de la JEP abrieron la caja de cartón la sorpresa fue mayor, al igual que la indignación de los “compañeros” del fiscal: dentro de la caja no había ni una de las 300 boletas que debía contener; sólo tenía sobres vacíos. Ante esto, la Junta Electoral -integrada por Antonio Gandur y Ana María Rosa Paz- resolvió de oficio declarar la nulidad de la mesa.

Con esta, son tres las urnas que se descartaron por aparentes anomalías desde el lunes. La cifra sin embargo no sería relevante teniendo en cuenta que se llevan escrutadas 307 urnas de las 3.601 que se habilitaron en toda la provincia. Así, se va anulando menos del 1% de lo revisado por el órgano electoral.

Según estimaciones de la Junta, este trámite culminaría el 15 de septiembre. Los únicos resultados disponibles son del escrutinio provisorio, que carece de valor jurídico y fue llevado adelante el Correo Argentino. Ese conteo se detuvo cuando se había revisado casi el 80% de los sufragios, y daba ganador al oficialista Manzur (54,42%) sobre José Cano(40,76%), del Acuerdo para el Bicentenario (ApB).

El escrutinio definitivo hasta ahora se enfocó en mesas de la Capital que no habían sido escrutadas, donde el armado canista salió airoso. En ese distrito, Cano suma el 51,6% y Manzur, 37,2%. “Vamos avanzando, lento, pero vamos avanzando”, explicó el secretario electoral provincial Darío Almaraz. Y agregó que la postura de la Junta es tratar de abrir las urnas cuestionadas por los fiscales partidarios, procedimiento que se aplica en el 50% de los casos. Estas cifras están lejos de generar una nueva votación, como plantean opositores, señaló Almaraz. “El Código (Electoral) es claro: para anular la elección tiene que resolverse la (nulidad de la) mitad de las mesas de una jurisdicción; en este caso, de la Provincia”, afirmó el funcionario.