“El CCK no se abre sin sus trabajadores”

“El CCK no se abre sin sus trabajadores”

Dirigentes políticos y gremiales, artistas, militantes y autoconvocados acompañaron la marcha realizada por trabajadores del centro cultural, que sufrieron 700 cesantías. Repudiaron “cualquier descalificación” a sus tareas y reclamaron mantener sus puestos.

“Que se sepa, señoras y señores, el Kirchner no se abre sin sus trabajadores”, coreaba una multitud ayer por la tarde, a medida que avanzaba sobre la calle Alem con una extensa bandera con otro lema: “Mi trabajo son tus derechos”. El titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi, despidió por Twitter al 85 por ciento de los 700 trabajadores del Centro Cultural Kirchner, quienes realizaron un acto en las puertas del ex Palacio de Correos. Los acompañaron miles de personas, entre ellas figuras de la cultura y de la política, y además recibieron gran cantidad de adhesiones de espacios de distinta índole. Lombardi los había acusado de “ñoquis” y ellos respondieron: “Repudiamos cualquier descalificativo a nuestra labor. Somos trabajadores que queremos seguir trabajando con entrega y dedicación”.

“Todos dimos y daremos un esfuerzo extra, porque ésta es la manera de sostener el centro cultural más grande de Latinoamérica”, decía el documento que leyeron ayer, sobre la calle Alem, a la que cortaron por un rato, parcialmente. Volvieron a exigir que las autoridades atiendan a los gremios que apoyan su lucha (ATE y UPCN) y, además, pidieron “canales oficiales de comunicación”, para no tener que enterarse por Twitter de su situación laboral. Otro punto importante es que repudiaron el despido “sistemático” de trabajadores del Estado. Exigieron la continuidad laboral de todos los trabajadores del CCK. “Si es menester revisar nuestros contratos, que sea mientras seguimos trabajando. No le tenemos miedo a una revisión. Tampoco somos una herencia kirchnerista como dice Lombardi. Somos trabajadores. Hemos sido contratados por nuestra experiencia, conocimientos específicos, profesiones y aptitudes”, se definieron.

Los trabajadores del CCK continúan en estado de asamblea permanente. En el acto se veían banderas de Patria Grande, ATE, Seamos Libres, la CTA, La Cámpora, Kolina y CEO.

Carteles de cartón escritos con fibrón negro sintetizaban el espíritu de la movida: “El CCK no se abre sin los trabajadores. Renovación de los contratos”, “continuidad laboral del 100 por ciento de los trabajadores”, “pase a planta permanente de los contratados sin concurso”, “la cultura no es un gasto”, “no sobran trabajadores públicos, falta un Estado presente”. El rostro de Lombardi se multiplicaba en otros cartones, que lo tildaban de “rufián” y “chanta”. Bombos y redoblantes acompañaban cánticos y cada tanto algún bocinazo empático. Llamaba la atención un micro con uniformados que estaba estacionado sobre Bouchard. En las puertas del CCK custodiaba la Policía Federal.

Desde el sábado, sólo un grupo reducido de empleados puede ingresar al CCK. El martes por la noche, Lombardi twitteó su decisión de no dar continuidad al 85 por ciento de los contratos de 700 trabajadores del espacio. Argumentó que esos contratos se habían generado por “triangulación” con las universidades de San Martín, Tres de Febrero y La Matanza. “Los trabajadores no elegimos la forma de contratación. Fuimos contratados a través de esa modalidad, pero para responder al CCK y cumplir tareas específicas. Esa argumentación, para validar despidos, es un error”, explicó Julia Zurueta, delegada de los trabajadores. Antes de las elecciones, para garantizar su continuidad laboral, los que dependían del Ministerio de Cultura firmaron contratos con esa cartera hasta diciembre de 2016, que “no están siendo reconocidos por Lombardi”. Un grupo más pequeño de empleados del CCK dependía del Ministerio de Planificación.

Según Lombardi, a los trabajadores “vinculados directamente al CCK” se les renovaría el contrato entre uno y tres meses, según lo establecido por el Ministerio de Modernización. Se refiere a quienes se desempeñaban bajo otra forma contractual, “la contratación directa del Estado, con caducidad de un año”, explicó Mariana Sierra, delegada de ATE y de los trabajadores de Planificación. Incluso los contratados mediante la ley marco, están siendo entrevistados y evaluados respecto de la continuidad en sus puestos.

La lista de adhesiones leída en el acto era extensa. Las Abuelas de Plaza de Mayo y las Madres-Línea Fundadora hicieron llegar mensajes. Al acto asistieron Horacio Fontova, Norberto Gonzalo, Andrés Larroque, Myriam Bregman, Gabriela Cerruti, Luis Zamora y Martín Sabbatella. Otros oradores fueron el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, y el delegado de ATE Marcelo Frondizi. Yasky dijo que “el gobierno de la derecha” comenzó despidiendo trabajadores del Estado, “como la dictadura militar de 1976”. “El neoliberalismo necesita destruir el Estado popular. Hay que luchar para parar esta mano”, expresó. Frondizi exigió una mesa de negociación. “Si creen, Lombardi y compañía, que vamos a ir con los pantalones en el suelo se confunden. Vamos a ir con la voluntad organizada de todos los trabajadores y compañeros que están presentes acá”, remarcó.

En declaraciones a Página/12, Sabbatella sostuvo que los despidos en el CCK conectan con una “avanzada de un gobierno antipopular que quiere ir contra todos los símbolos de estos doce años”. “Van contra el legado y la memoria, quieren clausurar el proceso de transformación que vivió la Argentina.”

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