Se abre el debate local sobre las fiestas electrónicas

Se abre el debate local sobre las fiestas electrónicas

Una concejala del FpV presentó un proyecto para prohibir esa movida en la capital. Los productores critican severamente la iniciativa

“¿Cómo vas a prohibir una obra de arte? ¿Por qué mezclar la música, que es algo tan lindo, con flagelos mundiales como el narcotráfico y la adicción a las drogas? ¿Por qué (los políticos) no se meten con cosas más grandes?”. Hay bronca y desánimo en las preguntas que formula el productor de eventos Agustín Muñoz. La de él es una de las tantas voces que ayer se levantaron contra el proyecto de ordenanza que pide prohibir las fiestas electrónicas en la capital tucumana.

La autora de la iniciativa es Graciela Suárez, concejala del Frente para la Victoria (FpV), que señaló ante LA GACETA que su propuesta está basada en la tragedia que ocurrió en Costa Salguero el último fin de semana. “Esos jóvenes entraron a una fiesta con alegría y terminaron muertos. Eso nos motivó a hacer esta ordenanza”, explicó la también presidenta de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante. El proyecto lleva las firmas de todos los ediles del FpV, a excepción de la de Juan Luis Pérez.

“Es un proyecto para prevenir, no es en contra de nadie. Me informaron que en distintos boliches hay música electrónica, no tenía conocimiento de eso. También sabemos que en varias fiestas proveen drogas a los chicos. Estamos trabajando; es una manera de prevenir -insistió la concejala-. Sólo estoy preocupada como funcionaria, madre y abuela”.

Tapar el sol con un dedo

Ni bien dada a conocer, la iniciativa de Suárez generó gran repercusión y polémica en las redes sociales y, específicamente, entre los referentes locales de la música electrónica. “Hay una falta de información terrible. Se está metiendo a la música en el medio y no tiene nada que ver. ¿Cuántos muertos hubo en festivales como Ranchillos? ¿Cuántos por gente que se alcoholiza y produce accidentes viales? ¿Por qué quieren tapar el sol con un dedo? ¿Por qué un político se aprovecha del momento para hacerse ver?”, cuestionó Muñoz, que desde el año pasado, junto con un grupo de amigos, organiza la fiesta electrónica Real Beat.

“No se están concentrando en el real problema: el narcotráfico y los efectos de la droga en la gente. Estigmatizan todo un género musical y a quienes hacemos las cosas con puro amor por culpa de una minoría que no sabe controlarse y que no es responsable de sus actos. ¿Por qué no se meten en las villas? Si todos sabemos lo que está pasando en la calle”, reclamó.

Muñoz resaltó, además, que la movida electrónica porteña es muy diferente a la que tiene lugar en las provincias. “En Buenos Aires el ambiente está muy contaminado por gente que no entiende el género y que aprovecha ese espacio para hacer cosas que no tienen nada que ver con él; son desde personas que pagan su entrada hasta organizadores. La música no mata a nadie. Al contrario: te hace sentir bien, te da felicidad, te induce a ser creativo”.

Gustavo Filgueira, más conocido como DJ Titán, recalcó que la mejor forma de evitar tragedias como la de Costa Salguero es informar. “Me parece necesaria la intervención de gente que sepa, de profesionales de la salud que expliquen qué pasa si consumís determinada sustancia. Pero aquí sucede que el solo hecho de hablar de drogas ya es tabú y eso genera desinformación. Y la desinformación deviene en estas consecuencias. Necesitamos alguien que hable de esto de manera coloquial, para que todos entiendan. Informar acerca de drogas no es hacer apología”.

Respecto del proyecto de Suárez, Titán opinó: “en Tucumán, desde el caso Lebbos en adelante, la solución a todo es prohibir. Siempre se decide prohibir en vez de prevenir, tratar un problema en profundidad o minimizar daños. Esta propuesta proviene de una persona desinformada y apunta a esquivar el bulto. El movimiento cultural no tiene nada que ver con lo ocurrido; el problema no es la música, sino las personas que tienen un hábito dañino para sí o para los demás”.

El recuerdo de las 4AM

También la concejala Sandra Manzone (Coalición Cívica-ARI, dentro del interbloque ApB) se manifestó en desacuerdo con la iniciativa de Suárez. “Me recuerda mucho a la ley de las 4AM, que pretendía combatir la inseguridad cortando la libertad de los jóvenes. En este caso, estamos hablando de narcotráfico y adicciones; prohibiendo las fiestas no se soluciona el tema. Es una visión reduccionista”.

La edil advirtió también que hay un error en la formulación del artículo 1 de la ordenanza, que señala que, de ser aprobada, la Dipsa sería la encargada de denegar la habilitación de estos eventos, cuando eso le corresponde hacer a la Dirección de Ingresos Municipales y a Catastro.

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