Las idas y vueltas, como las internas dentro del oficialismo, por el abrupto cambio de postura en tan solo dos semanas por la adhesión -y posterior anulación- de la Provincia al protocolo nacional de interrupción del embarazo, quedaron plasmadas en el Boletín Oficial Bonaerense. En el día de hoy, apareció la inclusión provincial a través de la resolución 2.095 con la firma de la ministra Zulma Ortíz y, reglones después, la medida anulada con la rúbrica de María Eugenia Vidal.

La única mujer del gabinete había aceptado a mediados de octubre que la Provincia finalmente adhiriera al programa elaborado por el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de Nación en abril de 2015. Esto ocasionó una división interna.

Por un lado, la ministra no habría consultado la decisión, lo que habría molestado de sobremanera a la gobernadora, quien luego tuvo que poner la cara y la firma para anular lo acontecido.

No fue sólo esto lo que forzó a la gobernadora a modificar la decisión. Dentro de su propio gabinete dos ministros se opusieron fuertemente. Con más ahínco, Julio Conte Grand, secretario de Legal y Técnica, por cuestiones netamente religiosas: sus vínculos al Opus Dei. El otro es el recientemente ingresado peronista y ministro de Producción, Joaquín De la Torre. El área detractora, terminó ganando la pulseada.

Pero el otro actor de relevancia que influyó fuertemente para el acontecer de este mamarracho político, fue la Iglesia, que le habría transmitido su malestar a Vidal al conocerse la noticia. Incluso, en junio de 2015, al sentenciarse la norma nacional, el Episcopado argentino ya había dado a conocer su postura al enviar un comunicado en el que señaló que en pos de “procurar caminos de encuentro para salvar la vida de la madre y su hijo, y de buscar opciones verdaderamente terapéuticas y alternativas, las autoridades obligan a impulsar el aborto”.

En este marco y en el intento de que la bandera del diálogo siga flameando, está claro que aquién no se quieren poner en contra es al Papa Francisco. Más aún luego de que Mauricio Macri lograra recientemente y en cierto punto recomponer el vínculo o al menos que deje de ser noticia las malas migas entre ambos luego de la segunda reunión desde que es Presidente. Pero sobre todo Vidal así lo desea. Ambos mantienen una excelente relación desde sus labores en la Capital Federal, ella como Ministra de Desarrollo Social y él como Arzobispo. En este contexto, la actual gobernadora salió a decir, a partir de la cancelación de la adhesión al protocolo de aborto no punible, que el Estado bonaerense "ya tiene un protocolo" que sigue los parámetros establecidos por la Corte Suprema para el tema.

En cuanto a Ortíz, el asunto no finalizaría allí. Una vez más, suena su nombre para ser reemplazado dentro del gabinete. Luego de lo acontecido, el rumor tomó más fuerza. La decisión, no estaría vinculada a las elecciones de 2017. Sería una cuestión más de tipo personal de Vidal. A eso hay que agregarle que no se escucharon voces en defensa de Ortíz. Caso contrario al de Edgardo Cenzón (Infraestrcutura), con quién recientemente la gobernadora mantuvo una larga reunión para convencerlo infructuosamente de que modifique su decisión.

Incluso hay más. Algunos medios se arriesgan a dar el nombre de su reemplazo. Sería un intendente peronista recientemente incorporado a las filas de Cambiemos provinciales. El jefe municipal de Azul, Ismael Passaglia, podría convertirse en el segundo miembro del PJ, junto con De la Torre, en el gabinete bonaerense.