Según informaron las fuentes policiales, el intento fue descubierto alrededor de las 11 de la mañana de este martes, cuando sorpresivamente se ordenó una exhaustiva requisa del pabellón número 3, que albergaba unas 18 personas detenidas.

 

La requisa no sólo fue en las pertenencias personales y camas y colchones de cada detenido, sino que se extendió también a los sanitarios y en cada conducto de calefacción de cada celda.

Es así que descubrieron que los conductos estaban preparados para que las personas ganen el exterior, hacia el patio trasero del edificio.

En forma inmediata se produjo la urgente evacuación de todo el pabellón y el inmediato traslado de los detenidos hacia otros pabellones y eventualmente hacia otras dependencias policiales de la ciudad. Ya más calmos y contabilizando que no faltaba nadie, se dispuso personal para las reparaciones respectivos de los daños causados, según informaron escuetamente las autoridades policiales.

Ante el acercamiento de las fiestas de fin de año, los celadores saben que es un tiempo más sensible, más propenso a la búsqueda de la libertad. Por eso se trabajó más en la prevención.

Entre los reos del pabellón 3 más conocidos se encuentran Oscar “el Padrino” Almonacid, detenido por una causa de drogas, y su hijo Daniel Almonacid, condenado por la tentativa de homicidio del policía Jorge Ríos.

Otro alojado allí era Jonathan Díaz, el apodado “asaltante de las muletas”, que ya en una oportunidad se había escapado por un plafón de iluminación.

Este martes todos los internos de dicho pabellón fueron reubicados para realizar estudios sobre los daños. Los trasladaron a las distintas comisarías de la ciudad hasta que se concreten las reparaciones necesarias.