Aunque sostienen que están a disposición de la Justicia, quieren evitar declarar por el momento. En una estrategia paralela, los hijos de Lázaro Báez se preparan explicar ante la Justicia la próxima semana, sobre sus cuentas en Suiza, pero a su vez, los abogados del empresario K Daniel Rubinovich y Rafel Sal Lari, solicitaron que se suspendan las audiencias de Luciana, Martín, Leandro y Melina. La familia pide además, que la Cámara resuelva en forma urgente si el juez Sebastián Casanello continuará al frente de la causa por lavado de dinero. El 4 de julio comienzan las indagatorias y los hijos que se encuentran en Río Gallegos se dirimían anoche si viajaban por tierra hasta Buenos Aires, o por avión.

Fue un día más intenso que los anteriores. Luciana y Melina Báez,estuvieron en la casa de su madre en Villarino 126, desde temprano. Se trasladaron todo el día en una camioneta Amarok negra, propiedad de su padre. Después del mediodía el movimiento fue mayor: Leandro junto a su abogado Santiago Viola permaneció en la vivienda familiar, encuentro al que se sumó Jesús Simolai abogado y amigo de los Báez. Primos y amigos también ingresaron durante la tarde a la casa, que estuvo bajo la supervisión de dos vehículos con efectivos federales que, sin disimular su presencia, vigilan cada movimiento de los hijos del empresario K y los siguen cuando salen del radio de esos pocos metros, que separan una casa de la otra.

La decisión inmediata es cómo se trasladarán a Buenos Aires, para declarar la próxima semana. Ayer a la tarde la opción que más consideraban, era viajar por tierra. El primer tramo sería hasta Puerto Madryn donde descansarían una noche, para continuar al día siguiente rumbo a Capital Federal. Este itinerario exige que detallen ante la Justicia, en qué vehículo viajarán, dónde van a alojarse en el trayecto y finalmente, qué domicilio fijarán una vez que lleguen a destino.

Así recorrerán los 3.000 kilómetros que separan a Santa Cruz del territorio bonaerense, un viaje que será con custodia policial. Sin embargo, anoche el abogado de Leandro, insistía junto a su defendido, para que Luciana y Melina elijan viajar por avión. Temen cualquier tipo de escrache durante el vuelo.

Ya tienen todos los papeles, además, para el sábado ir al penal de Ezeiza a ver a su padre, algo que hasta ahora sólo hizo Martín y Leandro hace dos semanas. Será la primera vez que el empresario K vea a su cuatro hijos, y lo hará en el peor de los escenarios: Con un pedido de detención y a días de declarar ante la Justicia para explicar sobre el origen de las cuentas en Suiza que movieron 25 millones de dólares.

La estrategia judicial, atraviesa las decisiones familiares, y los abogados de Báez padre, solicitaron que las audiencias sean suspendidas, considerando que la citación del juez Casanello y el informe de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) (con el que se pide la detención de los hijos de Báez por tener cuentas en Suiza), "está planteada en potencial" y “no cuenta con documentación respaldatoria”, pese a que después de la información de inteligencia del organismos, salen los exhortos judiciales.

Este planteo es ratificado desde Río Gallegos por Viola, que dijo a Clarín que la citación "es muy genérica y no especifica qué hecho se les imputa" y que primero debería resolverse “la situación de Casanello si será recusado o no”, antes de declarar. En la misma línea, los representantes de Báez consideran además que el juez "los cita con un informe escrito en potencial que no acompaña prueba documental alguna que respalde lo que dice el informe".

Si no se da lugar a estos pedidos, desde el 4 de julio los hijos de Báez pasarán por los Tribunales de Comodoro Py y esperan llegar con una defensa unificada.