De 2013 a 2017, del éxito al fracaso: los números del franco declive del Frente Renovador

El armado del tigrense tuvo un serio retroceso en la última elección. Colocó la cuarta parte de los diputados nacionales de 2013 y perdió gravitación en la Legislatura y en los concejos. Dificultades a futuro.

En pleno esplendor de su figura, en 2013, Sergio Massa contaba con 20 intendentes que le respondían cuando rompió con el Frente para la Victoria. Cuatro años después, y dos elecciones mediante, llega a once, y es una incógnita si podrá conservarlos. 

El Frente Renovador entró en crisis a partir de la pérdida de competitividad electoral en la que quedó sumergido después del 22 de octubre. Antes de que transcurriera una semana ya se escuchaban pases de factura. En la política mandan los resultados, y los dirigentes ponen a prueba su olfato en cada turno.

Fuera de la pelea por el Senado nacional, el tigrense alcanzó a colar la cuarta parte de los 16 diputados que metió en 2013 para el Congreso. El crudo panorama se ve en otras categorías. La batalla por la Primera sección, su histórica base, es la que más lo expone: pasó de ingresar 5 senadores para la Legislatura en 2013 a ninguno en 2017.

A menos de una semana de la elección, la crisis resonó en el Senado bonaerense: cuatro legisladores presentaron el jueves 26 la renuncia al bloque y comunicaron la decisión de armar uno nuevo. Rápida de reflejos, la cúpula sacó un comunicado en el que anunció su expulsión por falta de compromiso.

La crisis del espacio es, asimismo, coletazo de la situación por la que atraviesa el peronismo, que no encuentra conductor. Sólo una veintena de alcaldes no vidalistas triunfaron en sus distritos el domingo 22, y de ellos, sólo tres corresponden al FR: Luis Andreotti (San Fernando), Javier Osuna (Las Heras) y Alexis Guerrera (General Pinto). 

La derrota en Tigre agrega otro condimento al escenario. “Ninguno sacó los pies del plato, todavía”, confió a La Tecla una fuente partidaria. Hasta ahora, todos los alcaldes figuran en el grupo de WhatsApp en el que, además de Massa, están reunidos los que tienen responsabilidad territorial. 

Algunos arrastran molestias de hace tiempo, y los encuentros deberán servir para limar asperezas. El jefe comunal de Chivilcoy, Guillermo Britos, todavía conserva la rabia del cierre de listas. Unico ganador en 2015 con el sello del espacio en la Cuarta, pretendía el primer lugar seccional, pero fue para el exintendente de Junín Mario Meoni, quien, de todas maneras, no consiguió la banca.

En diálogo con este medio, Britos puso reparos a futuro. “Estoy en el Frente Renovador y voy a seguir estando, salvo que Massa cometa algún error o tome decisiones que yo no comparta”, señaló.

La estructura local desde la que Massa supo construir su liderazgo, a partir del famoso “Grupo de los 8”, quedó debilitada por las fugas, especialmente a Cambiemos, así como por el declive de los últimos dos comicios. En 2015 ingresó la mitad de los 358 concejales que había logrado dos años antes; ahora son poco más de 100 los massistas que tendrán representación en los deliberativos locales.

Para el consultor Sergio Doval, director de Taquion Research & Strategy, Massa “debe desconcentrar su liderazgo en múltiples liderazgos, que es una de las cuestiones más valoradas por la gente”. Varios exiliados, por caso, han apuntado contra la forma que tiene el tigrense de ejercer el poder.

“A pesar de tener un excelente equipo, no tiene distintos interlocutores de peso. Está asociado a la genética del peronismo: un liderazgo unívoco, que no da lugar a otras voces”, agregó Doval.

En el peronismo

“El futuro del Frente Renovador está más en su retorno al peronismo que en continuar como fuerza independiente”, reflexionó para La Tecla el analista Rosendo Fraga, director del Centro Unión para la Nueva Mayoría.

El pensamiento tiene adeptos internos. La decisión, sin embargo, no incluye a todos, pues varios dirigentes provienen de otras extracciones partidarias. “El desafío es la unidad del justicialismo”, sintetizó un intendente. La posibilidad representa un escollo: Massa manda en su casa, pero en el PJ, donde son varios los caciques, quien lleve las riendas tiene que tener chapa de ganador. 

“Sergio tiene un rol de liderazgo natural. El tiene la conducción del espacio, y si toma otra posición será una decisión de él”, remarcó la intendenta de Monte, Sandra Mayol. 

Mientras que las dificultades son grandes, las opciones no son demasiadas. “Es difícil que el FR se recupere como tal, pero la figura de Massa no está terminada; tiene futuro en un peronismo no kichnerista”, subrayó Fraga.

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